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Me miré en el espejo del retrovisor del coche, había tratado desesperadamente de ocultar mis ojeras con probablemente diez kilos de maquillaje pero no había funcionado. Bueno, no había funcionado claramente, pues estaba retocando con polvo una y otra vez el área amoratada debajo de mis ojos. Había despertado con casi tres horas de anticipación, había seleccionado mi outfit no tan cuidadosamente, no iba a aparentar ser alguien que no era por lo que me vestí como usualmente lo hago. Llevaba puestos unos jeans negros, una blusa blanca lisa con una pequeña cereza en el pecho bordada y mi cazadora de mezclilla negra igualmente.

Suspire con cansancio. Había llegado con mucho tiempo de sobra a la reunión también, pero seguía dentro del coche. Miré a mi derecha, en el asiento yacían las planillas con mi idea para la portada del disco y la imagen general publicitaria. Sinceramente estaba muy satisfecha con el trabajo, pero no dependía de mi, dependía de la banda. Miré el reloj de mi muñeca, tenía exactamente veinte minutos para la reunión. Me maldije unos segundos pues, solamente a mi se me ocurre llegar tan temprano y ahora no sabía que hacer para matar el tiempo. 

No había desayunado, pues mi estómago no estaba aceptando nada por lo nervios. Miré el alrededor de la calle, frente al edificio al que iba a acceder en pocos minutos se encontraba una cafetería pequeña pero hogareña por así decirlo. Salí del auto con mi bolso pero dejé todo lo demás dentro. Miré a los costados antes de cruzar y entré al pequeño negocio, las paredes pintadas en tonos naranjas y rojos mantenían una vibra bastante otoñal muy digna del mes en el que estamos, mi adorado Octubre.

Cinco minutos más tarde salí del negocio con un café pequeño bastante delicioso, debo admitir. Regresé al interior de mi coche y bajé las ventanas del mismo, por ser temprano aún el sol no se sentía tan fuerte. Estaba nerviosa, no dejaba de mover mi pierna mirando hacia la nada es específico. Estiré el brazo hacia la guantera a mi lado derecho abriéndola y sacando mi cajetilla de cigarros, saqué de su interior uno de ellos colocándolo entre mis labios para después volver a lanzar la cajetilla y cerrar la guantera. Rebusqué en mi bolso mi encendedor rosado y finalmente lo encendí sintiendo las cosquillas en mi garganta y cerré los ojos relajándome unos momentos. 

Perdiendo el tiempo veía las fotografías en mi celular que nos habíamos tomado los últimos dos días. Mis padres estaban de visita solo por cuatro días, por lo que este era el tercero y estaría fuera toda la mañana, por eso papá me "reclamó" ayer, pero se bien que él entiende este gran compromiso. 

Mis padres viven en México, que es de donde yo soy igual que mi hermano Fernando. Pero ¿Qué hacemos aquí? Bueno, pues desde pequeña asistía a campamentos en Texas para aprender inglés en los veranos, con el pasar del tiempo, mi hermano también se unió, pues él es menor que yo solo por dos años. En cierto momento entré a la Universidad y todo marchaba de maravilla, hasta que ciertos problemas económicos me hicieron parar los estudios hasta la fecha, supongo también que todo eso me afectó psicológicamente, era mucha presión. Digamos que afortunadamente mi poco talento en diseño fue lo suficiente como para ser contactada por una agencia aquí en L.A y nos mudamos acá con mucho esfuerzo, pues tenía más probabilidades de explotar mis conocimientos en este lado del país. Por otro lado, mi hermano recién estaba en la Universidad, el estudia Programación y Animación por lo que el tipo era un maldito geek. 

Miré la hora en la pequeña pantalla del tablero del auto. Trague saliva y suspiré. 

—Bien, es hora —Me dije a mi misma. Dejé el envase del café casi vacío en un hueco cerca de la palanca y me deshice de la colilla de cigarro para comenzar a ordenar las plantillas en el asiento de enseguida, más que nada para poder sacarlas en unos momentos y que no se me cayeran. 

𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂𝐈𝐓𝐘 - 𝐋𝐑𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora