Los brillantes ojos marrones me observaban con curiosidad. Mi vista viajó a las flores que reposaban en el centro de la mesa del comedor al fondo del apartamento. Flores que yo había enviado para después quedar como el más grande de los idiotas.
Me era imposible no observar cada pequeño detalle en ella y darme cuenta de lo mucho que me gustaba cada uno de ellos.
La longitud de su cabello castaño cayendo en su espalda, la piel brillante de sus piernas expuestas y sus pequeñas manos siendo adornadas con sus clásicas uñas con barniz rojo, sí, cada vez que la veía las llevaba del mismo color. Parecía que le pertenecía ese color.
—Entonces... —Pronunció ella. Inhale y exhale de manera ruidosa. Frote las palmas de mis manos sobre mis piernas buscando eliminar cualquier rastro de sudor.
—Yo, realmente lo siento —Dije en un principio. —Se que fue demasiado idiota de mi parte y no te voy a inventar una excusa, mintiéndote con que me ocupé con los chicos o algo similar. —Ella me miraba aún expectante por saber la verdadera razón de mi estupidez. —Yo... En realidad tenía miedo.
—¿Miedo? —Preguntó, alejé la vista de ella concentrándome en mis manos que tiraban de la pequeña rotura en mis pantalones.
—Si, yo... Es solo que tú... —Quería decir tantas cosas pero no sabía de qué manera.
—¿Te doy miedo? —Alzo la vista de inmediato negando con pánico de que mal intérprete todo.
—No, no, no, no —Sus cejas se juntaron dejándome en claro lo confundida que estaba. Dejé escapar todo el aire de mis pulmones antes de hablar. —A lo que me refiero es que, joder, me gustas demasiado Alexa.
Su rostro se relaja y sus rizadas pestañas aletean por el nerviosismo que evidentemente la abordó. Peina su cabello una y otra vez como suele hacerlo cuando hago algo que la pone nerviosa. Yo estoy a nada de morir de un paro cardíaco.
—Siendo honestos, creo que ambos sentimos algo... —Ella asiente suavemente aún sin decir una palabra. —Y aunque odie admitirlo, eso es lo que me da miedo.
La observo levantarse del sillón individual y sentarse a mi lado, su perfume invadiendo mi espacio personal y mi piel erizarse por su cercanía. Una pequeña sonrisa aparece en su rostro.
—¿Puedo saber que es lo que te da miedo? —Pregunta suavemente, inconcientemente suelto un suspiro mirando sus labios y siendo consciente de los mucho que estos me gustan.
—Estoy bastante jodido Alexa y tú... —Acaricio su mejilla cerrando los ojos ante mi toque en su suave piel. No había sido consciente de que hablábamos casi en susurros. —No mereces lidiar con mis mierdas y las de mi mundo.
—Eso no responde mi pregunta Luke —Su mano toma la mía alejándola de su rostro, sin embargo no la suelta y sus dedos se entre mezclan con los míos. —Quiero saber cuál es la razón que te hace sentir eso.
—Seguro pensarás que es un tontería.
—No, por su puesto que no Luke —Su agarre se hizo más fuerte y yo me sentí tan vulnerable. Esa sensación de querer soltar todo y a la vez no. —Tu mirada es tan expresiva y desde que te conocí en persona supe que había algo dentro de ti que no te dejaba en paz.
—No he tenido mucha suerte con varias personas en el pasado... —Las palabras siguen acumulándose en mi garganta queriendo salir y gritarlo todo.
—¿Te han lastimado? —Pregunta ella con cierto tono temeroso en su voz. Me limitó a asentir mirando nuestras manos entrelazadas.
La calidez de sus manos en las mías se extendía por mi cuerpo, la comodidad que me hacía sentir estar a su lado me gustaba más de lo que pensaba. Me sentía normal, me sentía tranquilo y eso era lo que más había anhelando de alguien más. Pero demonios, no estaba en mi mejor momento.
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𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂𝐈𝐓𝐘 - 𝐋𝐑𝐇
FanfictionDónde Alexandra haría cualquier cosa por el bienestar y felicidad de Luke al grado de descuidar su propia salud física y mental. O donde el corazón de Luke sana mientras deja que el de su chica muera sin darse cuenta. 2021 OhMyHemmingsX Inicio: 31...