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—Honestamente no podría pasar Navidad y Año Nuevo en Australia, es como un insulto no estar congelada de frío en esos días...

—Pues así es allá, así que mientras tú te congelas yo estaré disfrutando de la playa y el sol —Ella rió negando mientras me mostraba una camisa roja de probablemente satín.

—Admito que sería interesante, pero no lo sé, me gusta el frío así que no se si pudiera sobrevivir en un calor tan extremo —Giró la camisa para mostrarla y mientras la analizaba asentí.

—Bueno, tan poco está tan ardiente, quizás unos cinco grados más que aquí en la temporada más caliente —Tomé la camisa. —Me gusta la tela.

—¡Ah! Entonces es como mi ciudad en el verano, casi los cuarenta grados —Alce las cejas. —Esta tela me gusta mucho, creo que se te vería genial.

—Encantado te llevo a Australia a pasar las fiestas allá, tu solamente dime —Rodó los ojos divertida.

—Lo pensaré... Por lo pronto prueba ésta y si te gusta te la obsequio —Reí por lo mucho que pareció gustarle esa camisa en particular.

Nuestras salidas cada vez eran más random, disfrutábamos nuestra compañía en cualquier lugar y en búsqueda de regalos para la familia nos atascamos en el centro comercial para simplemente ver cosas terminando en un tienda recorriendola casi por completo.

Hasta ahora no ha surgido la clásica pregunta del ¿Qué somos? porque honestamente no sabría que responder. ¿Que somos? Somos amigos. ¿Pero los amigos se besan constantemente? Algunos quizás. ¿Lo amigos se han confesado que sienten algo el uno por el otro? No, definitivamente no. ¿Entonces que somos?

En mi interior seguía navegando la duda e incertidumbre de todo lo que conlleva salir con alguien pero también me repito a mi mismo que no es la misma persona del pasado. Es una persona completamente diferente que tiene sueños y aspiraciones diferentes, es totalmente diferente. ¿Y eso era bueno, no?

—¡Déjame verte! —Un par de golpes se escucharon al exterior de mi cubículo en la zona de probadores, reí abotonando la camisa y mirándome al espejo, resoplé, era bastante diferente a lo que usualmente usaba.

—No lo sé, siento que brilla mucho —Dije en cuanto abrí la puerta. Su mirada me analizaba mordiendo su labio interior y yo contuve la respiración.

—Me encanta... —Dio un paso hacia mi y juro que la temperatura de mi cuerpo se elevó. Cómo si en mi mente miles de alarmas se hubieran encendido. Llevó sus manos al borde de la camisa. —Que opinas si la acomodas dentro de tus pantalones.

Hice lo que ella me dijo fajando la camisa y dejando un espacio lo suficientemente libre para que cayera con vuelo.

—Si, me encanta —Tomó la manga jugando con el botón para ver cómo lucía mejor.

—Siento que brillo mucho —Dije risueño. Alzó la vista a mi.

—Y yo siento que te ves espectacular —Guiñó un ojo y sentí mi rostro arder unos instantes. —Creo que luces con una fantástica combinación entre elegante y casual.

—Levantas mi autoestima —Reí girando en dirección al interior del cubículo para observarme en el espejo, incliné el rostro analizandome. —La tela es suave.

—Si, eso es lo mejor de todo —Me giré a verla.

—La llevaré solo por ti —Dio un saltito de felicidad ocasionando una risa en mi y sus manos me empujaron al interior del cubículo.

—Cambiate porque no sé tú pero yo estoy hambrienta —Reí cerrando la puerta para quitarme la camisa.

Me sentía bien, me sentía feliz con su compañía, cada palabra que decía capturaba mi atención ya sea de cualquier tema, era interesante conocer su punto de vista ante cualquier cosa y como coincidíamos o no en ciertas cosas. Conozco gente nueva muy a menudo pero no sé comparaba con haberla conocido a ella.

𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂𝐈𝐓𝐘 - 𝐋𝐑𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora