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—Creo que es genial —Dijo Michael. —Sinceramente me encantan los colores. 

—Si, amo los contraste de lo colorido con el blanco y negro por separado —Aseguró Calum, Ashton le continuó. 

—Me encanta, y me ha dado una idea para un video —Comentó. En este punto, de extraña manera, quería escuchar alguna opinión del rubio que hasta este momento se encontraba callado en su lugar, a veces con la mirada perdida. 

—Creo que está más que decidido ¿No? —Preguntó Marcus, yo sonreí con cierta emoción. Había explicado todos los detalles, el porqué las elecciones de colores, etc. 

—Si, definitivamente si —Aseguró Michael. Le sonreí en agradecimiento. 

—¡Dios! ¡Me muero por sacar el disco! —Chilló Ashton, yo reí.

Se formó una cierta emoción entre el grupo, yo me incluía, se podía decir que tenía el proyecto en mi bolsillo. Calum me hablaba sobre algo pero no presté suficiente atención, mi vista se clavó en el cuerpo de Luke que observaba algo en su celular para después apretarlo con fastidio y levantarse echando humos. 

—Entonces, comenzaremos con las sesiones de fotos... —Afirmó Marcus, desvié la vista siguiendo el caminar de Luke, quien salió en silencio del lugar. 

No pasaron ni cinco minutos cuando quedamos en reunirnos la próxima semana y que de todas maneras estaríamos en contacto por mensajes, pues me han pedido mi número telefónico el cual ya les di. Salí con una emoción gigante. El sol estaba en su punto más alto a esta hora de la medio día. Bajo mi brazo llevaba de nuevo las plantillas, mi coche estaba estacionado al costado del edificio por lo que al doblar la cuadra, mi débil cuerpo fue golpeado por un hombre mucho más grande que yo, ocasionando que mi estúpido tobillo se doblara cayendo como idiota hacia atrás. 

—Auch, auch —Me quejé. Mi trasero dolió. Mi día iba excelente, pero acababa de ser arruinado. 

—Lo siento, lo siento —Levanté mi vista encontrándome con esa mirada apagada y preocupada, Luke había sido el responsable de mi ahora torcedura de tobillo, mi experiencia me indicaba que era eso. —¿Puedes pararte?

—Mmmm no lo creo —Dije adolorida, las palmas de mis manos estaban sosteniendo mi tobillo completamente adolorido. De mis ojos se amontonaron lágrimas que no quería dejar salir, si bien me dolía como el demonio, no era lo único que me dolía. Me dolía la puta vergüenza que estaba pasando en este momento. 

—A ver, te ayudo —Dijo al mismo tiempo que veía de nuevo esos increíbles ojos azules apagados. No había notado lo irritados que los tenía. Sus brazos se posicionaros entre mis axilas y recé a los miles de dioses que existiesen que por favor no estuviera empapada en sudor. 

—¡Auch! —Chillé tratando de apoyar el pie una vez que estuve de pie. 

—Demonios, discúlpame, estaba distraído —Comentó, cerré los ojos unos segundos. El panorama era el siguiente.

Mi tobillo estaba notablemente inflamado a este punto, el dolor era punzante y ni siquiera podía apoyarlo. Mi coche estaba estacionado a unos cuantos metros al lado del edificio y no podría manejarlo. Mis padres me esperaban en el departamento para poder ir a comer y ahora estaba atorada aquí, con un chico demasiado lindo para mi vista. 

—Está bien, no te preocupes... —Trate de apoyar de nuevo el pie y me quejé de nuevo. Me apoyé en el muro del edificio. Apoyada en mi pierna sana por así decirlo. 

—Espera, ¿Qué haces? —Preguntó, me giré a verlo. El sol le pegaba por detrás, por lo que su cabello lucía mucho más dorado y resplandeciente. Estaba acostumbrada a ver a gente muy rubia aquí en Los Ángeles, pero Luke era otro nivel. 

𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂𝐈𝐓𝐘 - 𝐋𝐑𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora