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Solté un quejido mientras trataba de moverme, la cama parecía aún dar vueltas y honestamente, la sensación de náusea en mi estómago crecía con cada segundo que avanzaba. Abrí lentamente los ojos, afortunadamente la habitación estaba en penumbras a excepción de luz que se colaba de las cortinas así que mis ojos lo agradecieron.

Me dolía el cuerpo y estaba a nada de tener que correr al baño y vomitar el alcohol que tuviera en el estómago. No vuelvo a beber así. Me senté observando el panorama. Tenía la camisa negra de Luke puesta lo cual de me hizo un tanto extraño y mi ropa interior.

El chico mencionado antes estaba boca abajo a mi lado y soltaba ruiditos de vez en cuando, estaba profundamente dormido y solamente tenía los pantalones puestos aunque un poco flojos, podía ver perfectamente la banda elástica de su ropa interior. Reí bajito pero me el dolor de cabeza me hizo quejarme.

Me paré totalmente mareada y el suelo enfrió mis caminar descalzo. Entré al baño y encendí la luz cerrando los ojos casi de inmediato, abrí el grifo del agua y mojé mis manos y mi rostro buscando aliviar mi estado de ebriedad. No sabía que hora era pero ya era completamente de día.

Me observé en el espejo, mi cabello era un asco y mis ojos manchados del maquillaje corrido me hacían lucir peor. Abrí los cajones bajo el lavado buscando encontrar algún analgésico potente y lo encontré por fortuna, tomé dos pastillas y acuné mis manos en el agua para tragarlas con algo de dificultad.

Los flashbacks de la noche llegaban con lentitud a mi cabeza, mordí mis labios recordando los que pasó después de media noche y por inercia crucé las piernas. Las cosquillas en mi interior extrañando las sensaciones que provocó el hombre que estaba roncando a escasos metros del baño.

—Alexandra, eres la puta ama —Señale mi reflejo y tomé una bocanada de aire antes de salir del baño a paso lento.

Luke seguía inerte sobre la cama y comencé a pensar en que hacer, tenía el estómago revuelto, si comía algo seguramente lo vomitaría así que comencé a analizar mis opciones; podría marcharme pero estoy en bragas y una camisa y no veo mi ropa por ningún sitio; podría quedarme y quizás volver a dormir; podría despertar a Luke pero se que tendría una resaca de la mierda; podría despertar a Luke para molestarlo simplemente.

—Luke —Susurré mientras picaba la punta de su nariz con mi índice, la mitad de su rostro estaba aplastado con la almohada y tenía la boca entreabierta. Lucia adorablemente sexy. —Luke despierta...

—Mmmhh —Se quejó, volví a picar su nariz traviesa y de nuevo se quejó.

—Luke, ya despierta —Se removió lentamente sin dejar de quejarse cada segundo, mordí mi labio observando como se giraba y me permitía mirar su torso desnudo.

—¿Cómo llegamos aquí? —Su voz completamente ronca ya me tenía derritiendome y aclaré mi garganta. Muy lentamente se sentó frotando su rostro.

—Creo que la parte consiente de nuestra mente ebria nos condujo aquí —Respondí, soltó un suspiro quejoso y se giró a verme, su vista me repasó por completo hasta llegar a mis ojos.

—¿Eres real? Te ves de película —Rodé los ojos y reí.

—Ay por dios —Soltó una risilla y después se quejó tomando su cabeza.

—Seré honesto —Llevó una mano a su estómago e hizo una mueca de asco. —Te ves increíblemente sexy justo así, pero creo que necesito ir a vomitar.

—¿Quieres que sostenga tu cabello? —Bromeé mientras se ponía de pie tambaleante y negó.

Veinte minutos más tarde encontré mi ropa y me la puse, Luke no pudo vomitar pero dijo que se sentía de la mierda, no lo culpo, yo me sentía igual. Le regresé su camisa y se la puse, honestamente alteraba mis hormonas cada segundo que lo observaba con el torso desnudo y creo que era en parte porque ya había pasado lo que ambos queríamos.

𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂𝐈𝐓𝐘 - 𝐋𝐑𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora