¡2!

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Remus estaba acostado en la cama de la habitación que compartía con su novia, a un lado de él había una maleta abierta de para en par, Tonks se preparaba para una misión de una semana en Escocia.

De reojo veía como Tonks metía su ropa y decidió molestarla un rato. Por cada ropa que Tonks metía, Remus sacaba dos.

-¿Siempre te vas a ir? -dijo sacando un pantalón y una de sus túnicas del ministerio.
-Tengo que -dijo arrebatándoselas de la mano.
-Dora, vamos a ser vagabundos, piénsalo, por favor -le tomó las manos con una sonrisa en los labios.
-¿Vagabundos? -Tonks trataba de no reír, todavía tenía tiempo para empacar.
-Sí, acampan todo el tiempo, no siguen horarios, no abandonan a sus novios por días, comen lo que quieren, ¡es estupendo!
-Remus, acampan todo el tiempo porque no tienen casa, no siguen horarios porque no tienen nada, no abandonan a sus novios porque no tienen novios, ¡y a veces no comen!
-Para, para, el negativo de esta relación soy yo, no me quites mi lugar -solto sus manos y la apunto con el dedo.
-No me señales -dijo Tonks mordiéndole el dedo.

Al parecer eso sirvió para que Remus la cargará y la apoyara en la cama para atacarla con cosquillas, cosquillas que hicieron que él levantará su blusa, que hicieron que ella comenzará a besarlo, besos que hicieron que empacar tuviera que esperar dos horas más.

-Creo que morderé tu dedo más seguido -su voz seguía agitada.
-¿Entonces, siempre te vas a ir?
-¡Demonios! Voy tarde -Tonks se levantó de golpe y se enredó con las sábanas cayendo estrepitosamente al suelo.
-¡Dora!
-Bien, carajo, todo bien, carajo, Kingsley me va a matar.

Apunto con su varita la ropa del suelo, toda se metió hecha bola.

-¡Te culpo a ti y a tu hermoso trasero por mi tardanza!
-Bañate y yo arreglaré tu maleta -dijo Remus buscando a tientas su varita.

Cuando Tonks salió, todo estaba listo.

-Ya te extraño...
-Te amo, nos vemos en unos días.
-Te amo.

Tonks cruzó la puerta dejando a un Remus con los pensamientos revueltos.


Dos días y lo único que había recibido de ella era un patronus diciendo que todo estaba bien.
Lavaba las tres cosas que ensucio durante su desayuno cuando una idea cruzó por su mente.

¿Y si se casaba con Tonks?

No era el mejor momento, no sería una gran boda, pero sería con ella, y si él la tenía a ella... Lo tenía todo.

Dejó el plato, el vaso y su cuchara en el fregadero y corrió a bañarse. Escogió su ropa mejor cuidada y le mando un mensaje.

"¿Dónde estás? Exactamente"

"Estoy bien, estoy en un pub llamado La Falda de Timmy."

Remus se apareció ahí de inmediato, era un pub solo para magos pero de muy mala vista.

Todo estaba oscuro y había solo cinco personas, una de ellas una chica de cabello rubio ondulado atado en una trenza.

Esa trenza Remus la reconocería hasta con los ojos cerrados.

-Hola, ¿me puedo sentar?
-¡Tú! ¿qué haces aquí?
-Posiblemente algo muy descabellado -dijo en voz baja-. Vine a buscarte, hay algo que tengo que decirte y no podía esperar.
-¿Qué pasó? ¿Todo está bien?

Tonks empezaba a preocuparse.

-Sí, ¿podemos salir de aquí?

Tonks asintió y salió de la mano de Remus de aquel pub. Estaban en Oban y el pub, por ser mágico, estaba muy cerca de la costa.

-¿A dónde vamos?
-A la costa, necesito aire fresco.
-¿Te vas a ir? -Tonks se detuvo en seco-, Remus, ¿te vas a ir? ¿siempre te vas a ir? ¿siempre me vas a dejar?
-¿Qué? ¡No! No pienses eso, no me iré a ningún lado.
-Suena a qué saldrás corriendo, otra vez.

Dolió porque era verdad...
Faltaba todavía un par de metros para llegar a la costa, pero al diablo, estaban cerca del mar.

-No me iré, yo he venido hasta aquí porque no quiero estar lejos de ti y si en algún momento tenemos que separarnos -Remus hizo una pausa y soltó la mano de Tonks para buscar en el bolsillo de su pantalón-, quiero que si en algún momento nos separamos tengamos algo que nos acompañe del otro, una promesa, algo solo de nosotros.
-Dime que no me darás un mechón de cabello, eso sería muy raro.
-No, querida -Remus saco una caja de su bolsillo y se hincó-, algo más bien como un anillo. Nymphadora Tonks, ¿te casarías conmigo?

Hola, hola, remadora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora