Hola, hola, remadora.

55, 93

*Han salido fotos nuevas/viejas de Tonks y Remus siendo vigilados. Creo firmemente que estaban en una cita/misión, así que aquí vamos*

Tonks y Remus llevaban meses haciendo misiones juntos, y casi tanto tiempo coqueteando entre ellos.
La mayoría de las misiones era en la noche, pero está había sido diferente, está fue a plena luz del día y no era una misión, Tonks tenía un patrullaje de rutina y Remus solo se había colado para estar con ella.

Tonks había escogido el lugar de recogida, un patio trasero que estaba cerca del ministerio y del cuál solo se veían botes de basura.

-Debe ser difícil con tu sentido de la orientación, nunca poder encontrar el camino hacia una línea de recogida decente y llegar a tiempo -dijo Tonks cuando Remus se digno en aparecer.
-¿Ahora es mí culpa? Has escogido el peor lugar, Nymphadora.
-Nunca quieres pedir indicaciones, me has hecho esperar casi veinte minutos y no me llames de esa manera.

Remus caminó hasta ella y la beso en la mejilla susurrando "me están siguiendo, sígueme la corriente".

-Lo lamento, es solo que mira ese tráfico -dijo Remus haciendo ademanes de desesperación.

Tonks volteó hacia la calle, muchas personas yendo y viniendo, ni siquiera volteaban a ver para donde ellos estaban.
Mientras Remus seguía quejándose del clima y el tráfico ella estaba atenta a los londinenses, sentada en el contenedor de basura, tratando de encontrar a alguien que haya pasado más de una vez o un sonido, algo.

-Ven -dijo Tonks alargando la mano hacia él.

Remus sabía que tenía que seguirle el juego, se había quedado mirándola mientras ella miraba a la calle, sabía que ya tenía un plan.

-Veo la forma en que me miras cuando crees que no estoy mirando -continuó Tonks cuando Remus estuvo frente a ella.
-No sé de qué estás hablando, te miro como a la mayoría -Remus se cuestionó si eso realmente era parte del plan.
-No te voy a morder, acércate más, nadie nos ve desde aquí.
-Valoro mi libertad, no quiero que me arresten por alterar el orden público.
-A la que estás alterando es a mí, ¡ven aquí!

Remus comenzó a acercarse hasta quedar entre sus piernas.

-Encima de contenedores de basura, ¿en serio? -dijo Remus mirando a los lados en busca de algo o alguien.

Sí había alguien, a metros de distancia pero había alguien.
Remus rodeó a Tonks por la cintura y ella lo hizo en su cuello, Remus se agachó un poco para que Tonks todavía pudiera ver.

-Hay alguien, a tus 12 -susurró contra el cuello de Tonks-, no puedo olerlo con todo este olor a basura.
Tonks se movió para darle besos en la oreja y la mejilla.
-Tenemos... que -Remus había dejado de pensar con claridad-, ir.
Tonks solo asintió con una sonrisa y le guiño el ojo.
Salto de los contenedores y camino con la mano de Remus entre la suya.
Remus guiaba, hasta que se detuvo.
-Se ha ido -dijo soltando la mano de Remus.
-El ministerio piensa que estoy en algo.
-Y no están equivocados, tienes que tener cuidado, ir a tu casa más seguido.
-Lo he pensado y creo que sera lo mejor, pero esto solo les dirá que estoy con alguien.
-Tonks, no lo entiendes, no te pueden ver conmigo, no debí de venir a acompañarte.
-No le veo lo malo.
-El solo hecho de que te vean en un callejón conmigo es malo, pensaran que estamos en una relación y no es así. Ellos tienen mis registros, saben quién soy y a quién apoyo.
-¿A dónde vas?
-Creo que no debí de venir, te dejaré hacer tu trabajo.