Ropa

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Un domingo como cualquier otro en la casa de los Lupin.

Teddy de casi cuatro años se encontraba en la tina mientras Tonks lavaba cuidadosamente sus cabellos azules.

-¿Y qué es eso?
-La regadera.
-¿Y qué es eso?
-El jabon.
-¿Y qué es eso?
-El shampoo.

Teddy preguntaba por todo, todo el tiempo, estaba pasando justo por la edad de los por qué como cualquier otro niño y la hora del baño era su favorita.

-¿Y por qué me tengo que bañar?
-Porque si no estarías todo cochino.
-¿Y por qué no puedo estar cochino?
-Porque te puedes enfermar.

Remus que hasta hace un momento se encontraba preparando la cena subió hasta el baño donde su hijo estaba preguntando lo mismo de siempre, en el fondo a Remus y a Tonks les gustaba la inmensa curiosidad que Teddy estaba desarrollando.

-¿Cómo van por aquí? -dijo después de tocar la puerta para hacerse notar.
-Papi, ¿tu te bañas? -dijo Teddy.
-Por supuesto, todos los días.
-Vamos bien -contestó Tonks con una sonrisa-. ¿Ya terminaste?
-No, de hecho me hace falta algo. Iré rápido a comprarlo, ¿necesitas algo?
-No, cariño.

Remus asintió y se acercó a darle un beso en los labios a Dora y en los cabellos a Teddy, el último beso le dejo un sabor de shampoo.

Después de cinco preguntas más, Teddy salía del baño enrollado como taco.
-Mami, ¿puedo vestirme solo?
-Claro, ¿seguro que no necesitas ayuda?
-No, yo puedo solo.

Teddy entro a su cuarto, toda su ropa estaba ordenada en cajones no tan altos, por lo que tenía la posibilidad de alcanzarlos todos, tomo todo lo que necesitaba y comenzó la odisea... pero algo le faltaba, la época de frío comenzaba poco a poco y sus padres últimamente le ponían un suéter.

Salió de su cuarto en dirección a la cocina donde Tonks estaba revisando lo que Remus había dejado en la estufa, pensó en preguntarle, pero la idea no tardó mucho en su cabeza, él sabía dónde buscar, después de todo, él ya era un niño grande.

-¿Todo en orden? -gritó Tonks desde la mitad de las escaleras.
-Sí -respondió Teddy.

A diferencia de sus ropa, sus padres tenían un closet, era muy alto, no podría alcanzar nada.
Vio unas cuantas cajas en el suelo, tal vez podría encontrar algo ahí.
-Brillante -fue la expresión que salió de la boca de Teddy cuando abrió la caja.
Eran las ropas de Remus, Teddy encontró un par de cárdigans, tres sacos y algunas camisas, él había encontrado las antiguas ropas de su padre.
Pero Teddy no sabía que lo que había encontrado no eran simples ropas, eran las antiguas ropas de Remus, las únicas mudas de ropa que quedaban de sus peores años.
Tomo el saco que más le gustó, era verde, pero tenía algunos parches de colores parecidos.
-Mira mamá, ¿crees que papá quiera prestarme este saco? -Teddy desfilaba por la cocina con aquel saco con el que conoció a Remus.
-¿Dónde has encontrado eso? -Tonks se agachaba para quedar a la misma altura que su hijo-. Que guapo te ves, apuesto a que papá no tendrá problema con prestartelo.
-Estaba buscando un suéter y encontré algunos, pero este es el que más me gustó.
-También es mi favorito -Tonks doblaba las mangas para que le quedarán a la medida.

-¡En casa! -dijo Remus apareciendo por la puerta.

Escuchó ruido en la cocina así que se dirigió directo a ella.

-He traído una rana de chocolate para el niño más valiente y guapo que conozco.

Teddy estaba de pie en una de las sillas del comedor, con los brazos extendidos mostrando su saco.

-¿Do-dónde? Yo creí -la sorpresa era clara-. Creí... Creí que tiré todo.
-No, guarde mis favoritos -dijo Tonks tomándolo de la mano para que se acercará-. Al pareces Teddy y yo tenemos los mismos gustos.
-Mamá dijo que traías este saco cuando te conoció. ¿Me lo regalarías?
-Teddy, tengo muchos más, mejores y menos remendados -Remus se había acercado a cargar a su hijo.
-No me importa, yo quiero este.

Teddy se parecía tanto a su madre que Remus solo pudo sonreír mientras asentía.




*La imagen que me inspiró a hacer este pequeño relato me la enviaron, si no estoy mal, fue sacada de Tumblr. Si tienen alguna idea o imagen, no duden en mandármela*

Hola, hola, remadora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora