Luego de la primera junta de La Orden, Tonks tenía muchas cosas en la cabeza, la guerra, los secretos que tendría con sus padres, la verdad de Sirius, su trabajo como Auror y por supuesto el hombre amable con cicatrices en el rostro.
Todo eso la volvía mucho más despistada que de costumbre, esa mañana tropezó con la mismísima Dolores, haciendo que la taza de té caliente se derramara en sus muy chillones zapatos color rosa.
-Tendrás que ser reprendida por tus acciones, estarás en las entrevistas mensuales a los licántropos - pronunció esa última palabra con desgana como si le dejara un mal sabor en la boca.
Tonks se mordió la lengua y apretó los puños asintiendo, estar con los hombres lobo no era un castigo, ellos no eran diferentes a los demás, no eran menos que los magos convencionales, pero no quería meterse en más problemas.
-¿QUÉ ESTÁ ESPERANDO? -chilló la bruja.
-Permiso -murmuró Tonks alejándose de ahí.Tonks bajó hasta el departamento de criaturas, hacer las entrevistas te obligaba a estar ocho horas en una oficina sin compañía alguna, habían muy pocos hombres lobo que asistían a las entrevistas, la mayoría prefería pertenecer en el anonimato y muy lejos del ministerio, y era muy entendible, las preguntas eran muy personales, muy incómodas, muy malas, solo había estado una vez en esa sala y había visto solo a un niño de doce años, Tonks recordó que lo siguiente que hizo después de terminar la entrevista fue vomitar todo su estómago en el baño más cercano.
Llego al final de un pasillo pintado de color blanco sucio, una única puerta alta dejaba ver a una sala que parecía improvisada, un escritorio, dos sillas y un archivero. Las horas pasaron y justo antes de la hora de la comida alguien toco a la puerta.
El protocolo era fácil, no tocarlos, no ser amigables y no dudar en usar la fuerza bruta con ninguno de ellos, pero Tonks no podía hacer eso, se levantó y al abrir la puerta su mandíbula se desencajó.
-¿Remus Lupin?
Remus abrió los ojos como platos, miró a los lados alarmado de que algún oído curiosos notara que ella lo conocía.
-Aquí tú no me conoces, por favor -susurró.
-No es necesario que bajes la voz, puedo decir con total seguridad que somos los únicos aquí, ¿qué haces aquí?
-Me atrevería a preguntar lo mismo, pero supongo que es un castigo.
-¿Cómo lo sabes?
-Esto... bueno es una costumbre para mi.
-¿Te pidió que vinieras?
-A veces esconderse a simple vista es lo que necesitamos, si no te incomoda podemos hacer esto lo más rápido posible.
-Es verdad, pasa, pasa.Ambos se sentaron cara a cara, al parecer habían olvidado por lo que realmente estaban ahí. Los colores se subieron a la cara de Remus, y miró sus manos en su regazo.
-¿Te han quitado tu varita?
-Sí -tosió Remus-, ¿podemos comenzar?Tonks tomó del archivero la carpeta "RJ Lupin". Su última entrevista había sido un año atrás, mientras enseñaba en Hogwarts.
La metamorfomaga comenzó a rellenar los espacios, Remus la veía atento, ¿cómo sabía de él?
-¿No debería estar haciendo preguntas?
-¿Qué? Ah, pues puedo usar el anterior archivo para algunas cosas, pero ya comenzaré con las preguntas.
-De acuerdo.
-Última relación sexual -Tonks trato torpemente de no ponerse nerviosa.
-Hace tres años -la voz de Remus era un cuchillo de hielo cortando el ambiente, no había nada del gentil hombre que la atrapó mientras tropezaba con la pata de Troll.
-¿Hombre o mujer?
-Mujer.Las preguntas eran cada vez más intimas y molestas, algunas totalmente absurdas, "has tenido la intención de infectar a otros", "cómo fuiste infectado", "explica la manera en la que ganas dinero", etcétera. Seguía el mapa de las heridas.
-¿Cuál es el punto de esto? -dijo Tonks mirando al hombre frente a ella.
-¿El mapa? El ministerio quiere saber si paso mis noches solo o acompañado, puedes saber mucho por las heridas de la gente como yo.
-Porquerías.La línea recta que formaban los labios de Remus se curvó apenas un microsegundo, movió por primera vez las manos y se levantó.
-Yo... lamento que tengas que ver esto y estaré completamente de acuerdo si ya no quieres hacer las rondas conmigo, en realidad me sentiría mejor si ya no las hicieras conmigo después de esto. Yo mismo hablaré con él para explicarle.
-¿De qué hablas, Lupin?
-Voltea la hoja.
-Pedirle a la criatura que se desnude para corroborar las heridas... -Tonks sintió como sus mejillas ardían un poco.Remus miraba la puerta y sus ojos dejaban ver que quería salir corriendo de ahí, Tonks no dudo un momento y se puso frente a esa puerta.
-Creo que sólo hay una salida -dijo con una falsa calma.
-Lo lamento, sí, enseguida.Remus se quitó el saco, la corbata y los zapatos, antes de cerrar los ojos, Tonks podía escuchar mil maldiciones saliendo de su boca, pero no les ponía mucha atención, cuando Remus se quitó la camisa que llevaba debajo del saco pudo ver unos brazos delgados pero marcados, unos ojuelos al final de su larga y ancha espalda, obviamente no era el más fuerte, pero tampoco se veía mal.
-En realidad son las mismas, tengo la costumbre de volver a abrirlas, nada más.
La pena que Remus tenia por su cuerpo y sus heridas hizo que la empatía de Tonks saliera de ella.
-Pantalones, por favor.
-Sí, de acuerdo.Mientras Remus se quitaba el cinturón escucho como la pesada chaqueta de cuero caía sobre el escritorio, además los golpes sordos de las botas de combate que Tonks llevaba ese día.
-¿Qué...? ¿Qué estás haciendo? -dijo Remus antes de quitarse los pantalones.
-Digámos que me solidarizo contigo, estar desnudo frente a alguien que no conoces puede ser incomodo, así que te dejare ver mi ropa interior de abuelita, con la condición de que no le digas a nadie.
-Yo sería incapaz, pero Tonks no tienes que hacerlo, no soy tan penoso, pero es que tú, bueno yo, bueno realmente me siento abrumado. No sabía que tú me harías el seguimiento y no creo poder mirarte a los ojos otra ves... ¡no te quites el vestido!
-¡Y tú quítate ya esos pantalones!Remus fracaso intentando esconder la sonrisa que pasaba por su rostro (aunque más tarde se regañara a sí mismo por actuar como un viejo verde).
-Como usted ordene, auror Tonks.
Remus se quitó el pantalón y su ropa interior marcaba algo que hizo que Tonks tragara saliva.
-Tienes una gran... cicatriz en el muslo.
-Sí, me la hizo James con sus cuernos cuando nos peleamos cierta noche.Remus no miraba otra cosa mas que sus dedos largos y huesudos.
-¿Tienes alguna cerca de tu...? De tu...
-¡No! No, no, no, créeme, no.
-De acuerdo.Solo entonces mientras Tonks escribía en el papel, Remus se permitió caer en la tentación de verla, dándole mucho material para los sueños de esa noche.
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Hola, hola, remadora.
FanfictionOneshots, drabbles, dibujos y todo eso que involucre a la pareja más dispareja y hermosa de la saga. #1 remusxtonks #1 remusytonks #4 remadora #5 nymphadoratonks #42 jkrowling Los personajes no me pertenecen.