Capítulo 26

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Maya                                                                                                                                                                             

Maya caminaba junto a Harry y Niall riendo por los pasillos para ir a ver a Shawn a la biblioteca. En los últimos días las cosas se habían normalizado un poco, nadie se había enterado sobre el incidente de la poción, ni siquiera los profesores ya que Madame Pomfrey prometió no decir nada por respeto a Louis, aunque la mujer había insistido bastante en saber quién había sido el responsable.

Se notaba que las cosas estaban tensas entre Louis y Harry, pero de todos modos nadie decía nada, todos intentaban no tocar el tema y dejarles espacio, cuando estuvieran listos ellos lo solucionarían solo. Pero Niall no pensaba así, había estado toda la semana insistiéndole a ella para que ambos intercedieran un poco solo para ayudar, pero Maya se negaba rotundamente, aunque la verdad es que a ella también le gustaría hacer algo. Pero no, lo último que necesitaba Harry ahora era cualquier tipo de presión, y ella no sería la causante de que la tuviera.

Pero al parecer Niall no notaba mucho eso, porque no dudaba en mencionar el nombre del Slytherin solo para ver como reaccionaba su amigo, para ver si un había esperanzas entre esos dos.

-Oigan ¿alguno ha visto a Louis entrenando últimamente? Necesito saber si sigue con el entrenamiento intenso para así saber si yo mismo debo empezar a ir mas al campo –Niall lo dijo casualmente, sin ningún nerviosismo ni especie de burla en su voz, como si de verdad lo quisiese saber. Pero Maya sabía que no era así, por lo que no dudo en darle un pequeño golpe en el brazo para indicarle que se callara.

-¡Oye Maya! ¿Pero qué...? –grito el irlandés indignado.

Ella solo lo miro con furia

-cierra la boca

-tranquila Maya –intervino Harry, no parecía molesto ni incomodo, sino un poco divertido –no te preocupes por mí, puedo escuchar el nombre de Louis perfectamente, tampoco soy tan patético.

-No es que seas patético Harry –dijo Maya con voz dulce aunque puso los ojos en blanco –es solo que...

No pudo terminar de hablar, solo les faltaban un par de metros para llegar a la biblioteca cuando escucharon un grito venir de los baños. A Maya se le pusieron los pelos de punta, ese sonido había sido de total terror y eso nunca podía ser algo bueno.

Los tres corrieron hacia el lugar del que había venido el sonido, con cada paso que daba Maya sentía a su corazón latir más fuerte, aterrado. 

Cuando llegaron descubrieron que allí ya había un gran grupo de alumnos agrupados, algunos parecían curiosos, otros un tanto asustado y algunos pocos muy perturbados. Comenzaron a empujar a unos cuantos jóvenes que solo los dejaban pasar porque eran de años menores y por fin lograron entrar al baño. Pero nunca, ni en un millón de años, Maya estaría lista para presenciar lo que sus ojos estaban viendo.

El baño era circular, mayormente pintado de verde, con un largo pasillo al fondo donde se encontraban los gabinetes de los retretes. En el centro se encontraban  todos los lavatorios con los espejos que también estaban ordenados de forma circular y, justo frente a estos, la peor escena imaginable.

Allí en el suelo, estaba el cuerpo sin vida de una pequeña niña de Revenclaw.

Maya sintió como su corazón se detuvo y luego se rompió, esa era la imagen más desgarradora que había visto en su vida y sus ojos se llenaron de lágrimas enseguida. Tuvo que apartar la vista y esconder su rostro en el pecho de Harry quien la abrazaba mientras ella no podía parar de llorar. Pero de todos modos lo seguía viendo, la imagen no se iba de su cabeza y en ese momento supo que nunca lo haría.

The darkest hours [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora