Harry
Harry golpeó la puerta de roble con tres golpes y enseguida desde el otro lado se oyó la voz dulce de su madre.
-adelante.
Tomó el picaporte haciéndolo girar en sus manos y empujó la puerta entrando al acogedor despacho.
-oh, hola cariño -sonrió Anne en cuanto lo vio, corriendo hacia el para atraparlo en sus brazos.
-hola mamá -rio Harry devolviéndole el abrazo -lamentó no haber venido antes.
Y si, la verdad es que él siempre iba a ver a su madre, no pasaba tres días sin hacerlo nunca, pero desde que habían vuelto de Francia había ido ni una sola vez. Y le gustaría decir que esto había sido porque estaba haciendo algo realmente importante como estudiando, pero la verdad es que sólo había pasado su tiempo con Louis y todo lo de la marca y eso... sí, eso simplemente lo había superado.
-no te preocupes cariño, yo solo quería saber cómo estabas después del sábado, pero Minerva no me lo contó hasta que ustedes ya se habían ido a la cama para que yo no me preocupara y ayer supuse que querías estar con tus amigos, ya sabes después de todo lo qué pasó -explicó Anne mientras se sentaba en uno de los sillones indicándole a Harry que se sentara en el otro.
Harry sintió como su pecho se llenaba de algo mágico, su madre era verdaderamente la única persona que lo entendía tan bien como él mismo, a veces más. Y en ese último año se había vuelto aún más comprensiva, lo cual era extraño teniendo en cuanta los hechos, Harry siempre hubiese pensado que con los asesinatos Anne se hubiese puesto paranoica y lo hubiese encerrado en una torre, pero en realidad se lo había tomado con calma, dándole a Harry más espacio que antes, aunque siempre protegiéndolo de igual manera.
Pensar en esto hizo que una chispa de esperanza se encendiera en él, si su mamá sabía toda la verdad sobre los asesinatos y aún se comportaba así tal vez todo no era tan malo ¿no? Tal vez había un poco de esperanza todavía.
- ¿y cómo estás? -insistió la mujer.
Harry se encogió de hombros ¿cómo estaba? La verdad es que no lo sabía.
-No lo sé -se sinceró y cuando lo dijo sintió como se desinflaba. Se había intentado mantener fuerte, por Gemma cuando le contó todo, por Louis luego de todo lo que había pasado, por sus amigos para decirles lo que sabía. Se había mantenido fuerte por todos, pero en este momento sintió que ya no debía hacerlo, no frente a ella ¿quién más que la persona en la que más confiaba para dejar salir todo? -tengo miedo Mama.
Cuando dijo esas tres palabras su voz se quebró y Anne enseguida se levantó de su sillón para correr a él y sostenerlo en sus brazos.
-lo se bebe, sé que tienes miedo -susurró la dulce voz de Anne en su oído y al escucharla Harry sintió como el nudo en su interior se desarmaba apenas un poco.
Harry intentó controlar su respiración para poder hablar otra vez.
-Lo siento, es solo que... yo... y mis amigos, y los asesinatos... y si ellos...
Al solo pensar en esa idea Harry sintió como el nudo volvía a formarse asfixiándolo cada vez más. No podía perderlos, a ellos no, a ninguno.
-No cariño, no. Eso no pasará Hazz, te lo prometo bebe -lo interrumpió su mamá -demonios sabía que Gemma no debía decirte nada, juro que si aún pudiera castigaría a esa niña en este momento.
Harry sintió las comisuras de sus labios elevarse, hacía mucho tiempo que no oía a su madre hablar así. Pero entonces cayó en la cuenta de lo que la mujer había dicho.
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The darkest hours [L.S]
Fanfiction~Incluso en la oscuridad se puede encontrar un poco de luz.~ Louis y Harry estan empezando su sexto año en la escuela hogwarts de magia y hechicería y lo unico que quieren es tener un año normal como cualquier otro. Pero cuando sus caminos se cruzan...