Louis
Desde que había empezado el año, Louis por primera vez podía decir que se sentía a salvó. Estaba reunido en casa, con sus hermanas y sus padres, todos habían estado cuidando de él y Lottie como si fueran niños pequeños, les habían comprado dulces y los habían dejado en cama para que se recuperaran, las gemelas les llevaban el desayuno por la mañana y Louis no podía quejarse de la atención extra que estaba recibiendo. Sus amigos estaban sanos y salvos con sus familias y le mandaban cartas casi todos los días. Extrañaba a Harry muchísimo, el chico se había ido un par de días a París con Anne y Gemma ya que luego de lo que pasó le debía una disculpa a amabas, además su hermana había exigido verlo con sus propios ojos sano y Salvo.
Luego del incidente con los mortifagos en la escuela, Shawn les contó que Niall había destruido el salón donde se hacía el ritual con los niños. Gemma les había dicho que tardarían unos cien años en poder volver a reconstruir el ritual, ya que era magia oscura muy poderosa. cien años era demasiado tiempo para asegurarse de que no volviera a pasar, él quería asegurarse que jamás volviera a pasar aquello, y si para eso tenía que casar a todos los mortifagos en el mundo lo haría.
Había solo una cosa por la que Louis no podía estar del todo tranquilo. Niall, el chico que había destruido la sala de rituales, el chico que había hecho que los mortifagos huyeran, pensar en él lo entristecía, y a veces no lo dejaba dormir. Se sentía culpable porque Louis los había arrastrado hasta allí, y su hermana se sentía aún peor. Escribía a los padres de Niall todos los días para saber si el chico había despertado, los médicos no podían explicar que era lo que le sucedía, así que los padres de Niall lo llevaron a Hogwarts, dónde se encontraba madame Promfrey que era una vieja amiga de ellos y en quien confiaban plenamente.
Louis quería ver Niall, todos sus amigos querían verlo. Afortunadamente la escuela volvió a abrir sus puertas y aunque su mamá se opuso al principio a que volviera, entendió que Louis tenía que terminar su ante último año.
Harry
Hacia solo tres días que habían vuelto a Hogwarts y fue como si las semanas que estuvieron fuera cayeran sobre todos de golpe.
Los exámenes finales se retomaron y con ellos el estrés inundo el colegio, también se decidió que se llevaría a cabo el partido final de quidditch, por lo que los equipos entrenaban día y noche.
Louis y Sabrine estaban incluidos en esto, no había un solo momento en el que no estuvieran entrenando, estudiando o en la enfermería con Niall.
Niall.
Harry solo esperaba que su amigo despertara antes del partido, o después, o en cualquier momento la verdad.
Y si hablaban de la enfermería, allí es donde Harry, Maya, Shawn y Lottie habían pasado los últimos tres días.
Desde que habían vuelto a Hogwarts ninguno de los cuatro se había movido de allí. estudiaban allí, comían allí y tomaban turnos por las noches para poder dormir, pero nunca dejaban solo a Niall. Madame Promfrey se los había prohibido en un principio, pero después de muchas insistencias, y una conversación por parte de Dumbledore, por fin accedió a dejarlos.
Harry solo podía pensar en Niall, ya ni siquiera los exámenes parecían importantes, solo pensaba en su amigo y en cuando despertaría. O bueno, eso no era del todo cierto, porque aun había algo, o más bien alguien, que no abandonaba su cabeza ni su corazón. Louis.
Y era irónico, porque esto era así desde hacía ya meses, pero esta vez Harry no sentía mariposas, sentía una opresión en el pecho que casi no lo dejaba respirar.
Ellos no habían hablado desde que llegaron a Hogwarts, en realidad no lo habían hecho desde que salieron de esa escuela en Bélgica. Se habían enviado cartas durante toda la semana que el había estado en parís, pero ambos habían decidido que lo mejor era hablar en persona. Solo que no lo habían hecho.
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The darkest hours [L.S]
Fanfiction~Incluso en la oscuridad se puede encontrar un poco de luz.~ Louis y Harry estan empezando su sexto año en la escuela hogwarts de magia y hechicería y lo unico que quieren es tener un año normal como cualquier otro. Pero cuando sus caminos se cruzan...