Boyfriend #1

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La puerta fue tocada, y Joaquín bufó. Se suponía que ese día sólo serían él y su novio. 

Emilio rápidamente fue a ponerse un polo. Y Bondoni se metió a su habitación después de apagar la cocina. 

Osorio al asegurarse que no había nada raro en la sala, fue a abrir la puerta y se llevó una gran sorpresa al ver a su madre sonreírle desde el otro lado.  

— ¿Mamá? ¿Qué haces aquí? — de acuerdo, esa pregunta había sonado mejor en su cabeza. 

— ¿Esa es la forma de recibirme? Bah, ¿dónde está mi yerno? Él sí que sabe dar amor.  

— Yah, mamá. — ríe levemente. — Anda, pasa. ¡Joaquin-ah, mi mamá está aquí! 

Después de cerrar la puerta, escuchó cómo su novio venía corriendo a saludar. 

— ¡Mamá! — la abrazó exageradamente. — ¿Dónde te habías metido? Nos tenías muy abandonados. — lloriquea. 

— ¡Joaco! Lo siento, cariño, el trabajo me tenía muy ocupada, pero por fin me liberé de mis clientes. — hace una mueca de cansancio. 

— ¿Quieres algo de tomar? ¿Almorzaste ya? Justo estaba haciendo el almuerzo. — le sonríe. 

— ¿Ya ves, Emi? Así se recibe a una madre. — le saca la lengua. — ¿Y seguros que sólo hacían el almuerzo? — les dio una mirada para nada inocente.  

Las mejillas de Joaquín tomaron un color carmín y Emilio simplemente se hizo el sordo y miró a otro lado.

— De todas formas ya había almorzado... Gracias. — hace un mohín. 

— ¡Hace tiempo que no hablamos! Cuéntanos todo sobre tu viaje a Japón. — exclama el menor, con cierta emoción en su tono. 

— ¡Les traje obsequios! 

Se pasaron toda la tarde escuchando las anécdotas de la mamá de Emilio, que hasta olvidaron de almorzar y que se suponía que ese día sería solamente de ambos. 

Porque aunque ya tenían planes, siempre había tiempo para las personas que amaban.