Boyfriend #1

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- ... Y EL PERRO CORRIÓ DETRÁS MÍO, JURABA QUE SE HABÍA ENAMORADO DE MÍ. TUVE QUE EXPLICARLE QUE ESTABA SALIENDO CON ETHAN, SINO SE HUBIERA ILUSIONADO EL POBRE. - cuenta Camilo, alzando la voz por los efectos del alcohol. 

- Qué bueno que lo hiciste, tío, de no ser así, pobre perro. - le responde Emilio. Él también había bebido, pero a diferencia del otro, aún estaba consciente de lo que hacía. 

Joaquín sólo había tomado una lata, terminando él de comer lo que quedaba de la pizza mientras bailaba al ritmo de música que salía del televisor. 

Mientras Ethan, él estaba preparando mascarillas caseras para que todos se pongan después. 

- ¿Dónde está el control? - pregunta el pelirrojo, buscando lo dicho por todos los sillones. 

- Ven aquí, cariño, deja eso. 

Bondoni se dirige hasta su novio y se sienta en su regazo, apoyando su cabeza sobre su hombro. 

Emilio envuelve su delgada cintura con sus brazos. 

- ¡Ya basta! Me recuerdan mi soledad. - chilla Camilo. 

- Pero tú... Mejor no te digo nada. 

- Ah, verdad, no te dije. El otro día yo estaba en mi trabajo cómo siempre y pues, vino una piba que yo conozco desde hace mucho, dijo que un amigo suyo le contó que el otro día había estado en un bar, y después de un buen polvo la chica con la que lo tuvo le dijo que el chico que servía las bebidas le había dicho que le dijera que fuera a verlo después. Él todo curioso fue a ver qué quería el tipo, y este le dijo que en la mesa de al frente alguien lo estaba esperando, resulta que era Alex, él te está buscando, o eso dice el amigo de la piba que yo conozco hace mucho y que atendí hace unos días en mi trabajo. 

- Camilo, ¿no pudiste decirme que Alex me estaba buscando y listo? 

Se escuchó la risa de Ethan en la cocina. - Si quieres el dato, debes escuchar la historia completa, Emilio. 

Joaquín rió junto a Ethan. 

Todo estaba de maravilla. 

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- ... Bailaaaaré, en la oscuridaaaaad, abrazándoteeee, descalzos al bailaaaar, nuestra favorita ya sonó y dices... - cantaba Joaquín. Se había tomado una lata más, por lo que estaba sacando más su locura. 

Habían empezado a hacer karaoke después de quitarse las mascarillas. 

Ahora mismo Emilio y Joaquín estaban cantando Perfect, mientras Cam y Ethan bailaban. 

- ¿Qué hora es ya? - pregunta Emilio, abrazando a su novio de la cintura y besando sus labios. 

- Creo que son las dos de la madrugada. - responde Ethan. 

- Joaquín y yo debemos dormir ya. 

- ¿Tan temprano~? ¡No seas amargado, Emilio! - le regaña el pelimorado. 

- Sí, Hyung, quedémonos un ratito más, ¿sí? - dice el menor, haciendo un puchero. 

El azabache susurra algo al oído de su novio, haciendo que se sonroje y que lo mire con una sonrisita. 

- ¡Ethan Hyung! Debemos ir a dormir. Buenas noches~ - canturrea, jalando del brazo al otro hasta su habitación. 

‡ 

Al siguiente día, a penas Ethan entró a la habitación de invitados, lo primero que vio fue mucha ropa tirada en el suelo y a dos personas durmiendo, lo único que los cubría era una sábana. 

- ¡EMILIO OSORIO! ¿¡QUÉ MIERDA FUE LO QUE TE DIJE!? 

- ¡Cariño, estoy con una resaca de los mil demonios así que no le grites tanto! - dice Camilo desde la otra habitación. 

- A ustedes dos los espero abajo, más les vale no demorarse. 

Salió de la habitación y cerró la puerta detrás de él. 

- Ahora sí estamos en problemas. - ríe Joaquín. 

- ¿Te duele mucho? 

- Demasiado, ¿por qué eres tan bruto? - se queja. 

- Yo no soy el que suplicaba por más y el que me pidió una segunda ronda. - se justifica. 

- Hyung bobo. 

- Tampoco pude resistirme a ese cu... 

- ¡Basta! - lo calla mientras siente sus mejillas calentarse. 

- Te amo, Joaquín. - sonríe, mientras lo abraza y soba con una mano su espalda baja. 

- También te amo, Mailo Hyung