Boyfriend #1

25

La pareja estaba yendo hacia el instituto. Caminando, otra vez. 

Iban tomados de las manos, conversando de temas triviales, hasta que... 

— ¡Hola, amigos! ¿Ustedes son pareja? 

Joaquín la mira levemente sonrojado, habían unas dos cámaras enfocándolos y mucha gente a su al rededor. Emilio sólo mantenía su semblante algo serio. 

— Sí, ¿qué sucede? — responde el último. 

— Bueno, ando premiando a las parejas fieles. Ustedes me dejan revisar sus celulares, a cambio de dinero. — explica la chica. 

— Vamos algo tarde al instituto, tal vez otro día. — dice el mayor, haciendo el ademán de seguir caminando. 

— ¡Hey! ¿Acaso tienes algo que esconder, amigo? 

— Yo no dije eso. 

— ¡Entonces jueguen! 

— Hyung... Sólo será un momentito. — le suplica su novio, con ganas de ver de qué iba el juego. 

Emilio suspira y asiente. Si eso quería Joaquín pues no lo dejaría con las ganas. 

— Primero que nada, sus nombres. — ambos dicen su nombre y después la chica se presenta también. — Yo soy Lisbeth Rodríguez, y esto es descubriendo infieles. Vale, ¿quién va primero? 

El menor sonríe y le entrega su celular a la chica después de ponerle la clave. 

— 70 dólares por Whatsapp. 

Asiente y ve cómo la chica abre la aplicación. 

Emilio sólo juega un poco con el cabello de su novio, no interesándose mucho de lo que contenía el celular de éste. 

Le parecía una falta de respeto hacia su privacidad. 

— De acuerdo, los chats fijados los dejamos para el final. ¿Quién es Dylan Hyung? — pregunta, y entra al chat, leyendo las últimas conversaciones en voz alta. 

— Es un amigo. 

Osorio se dedica a escuchar un poco de la conversación, aunque no le interesaba mucho. Joaquín era libre de juntarse con quién quería. 

— De acuerdo... ¿Profesor Choi? 

— Mi profesor de informática. A veces le mando tareas o justifico mis faltas. 

— ¿Luke? — pronuncia

— Un compañero de clase. — responde, tomando una de las manos de su novio para entrelazarlas. 

Pasan unos nueve contactos más. Hasta que Lisbeth regresa para ver los fijados. 

— Ya, uhm... ¿Mailo Hyung? 

— Mi novio. 

— ¿Si eres tú? — la chica le muestra la conversación al mayor, el cuál sólo le da un vistazo y asiente. — Vale, ¿Ethan Hyung? 

— Es cómo mi familia, me cuida cómo si fuera su hermano menor. 

— Y por último... Cam Hyung. 

— Es el novio del chico anterior. 

Lisbeth, al darse cuenta que en Whatsapp no hay nada, le iba a ofrecer dinero por su galería, pero recordó que iban tarde ya. 

— ¡Muy bien, amigo! Te felicito por ser fiel, toma tu dinero y tu celular. 

Bondoni recibe ambas cosas y hace una pequeña reverencia en forma de agradecimiento. 

— ¡Ahora le toca a tu novio! 

Chasquea la lengua y le da su celular ya desbloqueado. 

— 70 dólares por Whatsapp. 

Asiente desganado, no le gustaba para nada que alguien revisara sus cosas. 

— Hacemos lo mismo, los fijados al último. ¿Quién es Jae? 

— Un amigo. 

La chica entra al chat y lo primero que ve es un vídeo, el cual no duda en reproducir.  Al ver los primeros segundos pregunta. 

— ¿Qué es esto? 

Joaquín se asoma curioso a ver de qué habla, era el vídeo que le había grabado a los tres chicos. 

— No es nada, puedes seguir. 

La peligris decide hacerle caso al ver que Joaquín no mostraba mucho interés en el vídeo. 

— ¿MelMel Noona? 

— ¿Te sigues hablando con Mel? — pregunta al instante su novio. 

La mujer hace una mueca al ver que por fin habría drama. 

— Sí, cielo. 

— ¿Y por qué no me dijiste? — hace un pequeño puchero. 

— Lo hablaremos después, ¿si? 

Asiente y la chica sigue con el programa al ver que tenían conversaciones normales. 

— ¿Camilo? 

— El novio de Ethan. 

— ¿Quién? 

— El chico que me trata cómo su hermano. — le explica Osorio. 

— Oh, vale.

Sigue revisando otras conversaciones, y luego, vuelve al inicio. 

— ¿JoaJoa? 

— Mi novio. 

— ¿Si? 

Joaquín asiente, sonriendo levemente. 

— ¿Ethan? Ah, ya recordé. Eso fue todo. Tu celular y tu dinero. ¡Felicidades a ambos! Demostraron ser una pareja fiel, ¡sigan así amigos! 

La gente les aplaude y las mejillas de Joaquín toman un leve color carmín. 

Después de despedirse, ambos van a paso rápido al instituto, llegarían tarde.