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Los dos menores se encontraban en la mesa del comedor, con muchas hojas sobre la misma y uno que otro libro. 

El trabajo era de historia, y debían hacer una gigante línea de tiempo para presentarla dentro de dos días. 

El peligris notó cómo los ojos del pelirrojo estaban algo rojos, sin quitar el hecho de que sorbía su nariz constantemente. 

- ¿Emilio te hizo algo, Hyung? - pregunta en un tono bajo. 

- ¿Qué? No... Él es muy lindo conmigo... 

- ¿Él es tu novio, no es así? 

El mayor sonríe, y asiente levemente. 

- Es muy raro que a días de conocerse ya sean novios... Espero que realmente te la pases bien con él, Hyung. 

Joaquín ríe. - Gracias, Luke, pero Emilio y yo llevamos casi tres años juntos. 

- ¿Eh? E-Eso es mucho tiempo, deben quererse mucho. 

- Sí, lo hacemos. 

El menor sonríe al ver que logró subirle un poco los ánimos a Joaquín. 

Y después de aquella charla, continúan con el trabajo. 

♥ 

Emilio escucha cómo la puerta principal se abre y luego se cierra. Dando por hecho que el mocoso ya se había ido.  Estaba jugando un videojuego en la consola de su novio, estando muy concentrado en el mismo. 

El pelirrojo entra a la habitación y se quita los zapatos. Después se deshace de su pantalón, pues eran unos jeans y estaba muy cansado. 

Quedando cómo antes lo había vestido Osorio. 

- Hyung, deja eso y ven a echarte a mi lado. - hace un puchero y da palmaditas a su costado. 

Le pone pausa al juego, y se acuesta al lado de Joaquín. 

- Lamento haberte gritado antes, Emilio... 

- Nunca me llamas por mi nombre. - sonríe, jugando con su cabello. 

- No me cambies de tema. - arruga la nariz y cierra los ojos para disfrutar las caricias en su cabeza. 

- No hay problema, cariño, todos llegamos a un límite de paciencia. Supongo que ese fue el tuyo. 

- Te amo, Hyung. 

- Igual yo, amor. 

Abraza su cintura e inhala su aroma. Joaquín siempre olía bien. 

- ¿Quieres hacer algo? 

- Ahora mismo estoy pensando en muchas cosas que podemos hacer. - dice y luego toma los labios de su pareja entre los suyos. 

Un beso lento y delicado, sin apuros, ni segundas intenciones. 

- No puedo esperar para decirle a todos que eres mío y sólo mío. 

- ¿Lo... Lo harás? - sonríe Joaquín, y se sienta a horcajadas sobre el mayor, estando éste aún echado. 

- Si eso te hace feliz, pues sí, bonito. 

El menor chilla de emoción y abraza al otro. 

Su amor sería infinito.

Boyfriend #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora