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El timbre de su departamento sonó, y esta vez Joaquín fue a abrir. 

— ¡Joaquín-ah!  Abre sus ojos aún más, impresionado por la persona que estaba tras la puerta. 

— ¡MelMel Noona! 

Se acerca a ella para abrazarla mucho, realmente la extrañaba. 

— Cielo, ¿quién toco la...? ¡Luciana! 

— ¡Emilio-ah! Ven, déjame verte. ¡Pero si están bien guapos! 

— Tú no te quedas atrás, Noona. Anda pasa. 

Melany Luciana. La habían conocido también en el colegio, siendo ella la mejor amiga de ambos chicos.  Lamentablemente ella tuvo que irse al extranjero por su familia, pero siguió conversando un poco con sus amigos.  Entre ellos, Emilio. 

Al parecer ella no le tenía la suficiente confianza a Joaquín como para seguir hablando con él, pero he de decir que igual le tenía muchísimo aprecio. 

— Pero bueno, si ya estás hecha toda una mujer. — le silba Osorio, revolviendo su cabello en señal de saludo.

— Y tú no te quedas atrás, ya eres un hombre. — ríe levemente. 

— Noona, ¿quieres algo de beber? Anda, pasa. — sonríe Joaquín. 

— Oh, gracias, pero venía de paso. Tengo muchas cosas que hacer. 

— ¿Cosas? ¿Qué puede ser más importante que tus mejores amigos de la infancia? — Emilio hace una mueca fingida de dolor. 

— Comprar mi vestido para la boda, por ejemplo. 

— ¡Entonces Ethan Hyung te llamó! — señaló el pasillo que daba a la habitación de la pareja, indignado. 

— ¡Pues obvio! No me perdería su boda por nada en el mundo, y si me disculpan, tengo un centro comercial que recorrer. 

Ella estaba a punto de irse, pero entonces Emilio le ofreció ir con ella. 

Mel aceptó, por los viejos tiempos. 

Pero al parecer, para ella en los viejos tiempos no entraba Joaquín, o eso creyó él, cuándo ambos se despidieron de él, para luego desaparecer en el ascensor del edificio.

Boyfriend #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora