✨Extra 2✨

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—¡Joaquín Bondoni! ¿Verdad o reto? 

—¡Reto! 

—Te reto, a que enamores a Emilio Osorio y luego lo dejes botado. 

—¡Bien! Les mostraré cómo se hace

.  .  .  .  .  .  . 

Joaquín caminaba por los pasillos en busca de esa cabellera castaña. 

Ya había aceptado el reto, así que no había marcha atrás o tendría que hacer un ridículo baile en ropa interior frente a toda la escuela. 

Y bueno, él quería proteger su dignidad. 

Una vez el chico al que debía conquistar entró en su campo de visión, caminó más rápido hacia él. 

Vio que estaba a punto de irse, pero se quedó parado cuándo Joaquin gritó su nombre. 

Giró a ver quién iba a molestarlo esta vez, y frunció el ceño al ver a un mocoso, que no había visto en su vida, pararse frente a él. 

El chico era muy lindo. 

—Hola, ¿deseas algo? 

—Soy Joaquín Bondoni. —hizo una pequeña reverencia. —Quería saber qué vas a hacer después de clases. —le sonríe. 

Emilio se preguntó si era una declaración indirecta, pero no le tomó importancia. El tal Joaquín se veía mucho menor, y lo estaba tuteando. 

—Soy mayor que tú. —indicó, barriendo con la mirada al más bajo. 

—¿Y? —cruzó sus brazos, ¿el chico no podía decir que tenía la tarde libre y así le invitaba un helado, lo enamoraba, después lo dejaba y todos felices? 

—No me tutees. 

Bondoni jadeó indignado, ¡ni siquiera su mejor amigo le decía que le llamara Hyung! 

—Bien, Hyung, ¿tienes la tarde libre? —volvió a preguntar, respirando sus palabras. 

—Sí. 

Joaquin volvió a sonreírle.

—Nos vemos en la entrada del colegio a la hora de salida, no demore, Hyung. 

—Está bien. 

Emilio nunca supo porqué aceptó esa cita. O más bien porqué la aceptó con tanta seguridad. 

Él sabía perfectamente que esa tarde tenía sus clases de fotografía, las cuales eran su favorita en el mundo, y las había reemplazado por un niño que apenas y sabía su nombre. 

Tendría que cancelar esa clase. 

♥ 

Joaquín estaba apoyado en la reja de la entrada de su colegio. Miraba sus uñas con desinterés, pensando que mientras más rápido enamoraba a ese chico, más rápido se libraba de él. 

Nunca fue una persona mala, pero no quería bailar frente a todos una coreografía completamente ridícula. Y aún peor, en ropa interior. 

—Hola, ¿nos vamos a dónde sea que me vas a llevar? —Emilio guardó sus manos en sus bolsillos, y miró de reojo al menor. 

Este asintió, y quitó una de las manos de Emilio de su chaqueta, para entrelazar sus dedos, sólo por el reto. 

Él no se quejó, ni siquiera se opuso. Es más, tampoco tomó la mano de Joaquín, dejó que él tomara la suya. 

Boyfriend #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora