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Ya era lunes, comenzaba la tercera semana de clases en el instituto. 

Y sí, llevo la cuenta. 

No pregunten. 

Joaquín estaba tratando de seguirle el paso a Emilio, quien iba muy apresurado porque ya llegaban tarde. 

Pero simplemente su espalda baja no cedía. 

— Hy-Hyung, espera... — gime bajo al sentir nuevamente otra punzada. 

— Sabía que debíamos haber sacado el carro. Anda sube a mi espalda. 

Y una vez montado sobre el mayor, comenzó a acelerar el paso. Joaquín tenía una prueba a primera hora y ni loco le dejaba perderla. 

— ¿S-Seguro que estás bien? 

— Sí, Joaquín-ah, no pesas nada. 

Él no, pero las mochilas sí. 

Parecía que llevaban piedras ahí dentro, pero es que les exigían demasiados libros, y Emilio tuvo que llevarse varios el viernes para explicarle unas cosas a su novio. 

Y bueno... Al parecer los vecinos ya sabían cómo resolver sus problemas de matemáticas. 

Llegaron unos minutos después de que la campana sonara, Joaquín sobre la espalda del mayor.

Lo bajó con cuidado, y ambos sintieron todas esas miradas clavándoles la nuca. Habían unos cuantos alumnos en los pasillos. 

— ¿Se les perdió algo? — musita el pelirrojo, a lo que algunos apartan la mirada. 

— Hyung, desde aquí puedo llegar yo solo. 

Emilio le toma de la cintura y comienza a sobar su espalda

— No, yo iré contigo y justificaré tu tardanza... 

— ¿Y qué les dirás? ¿Que follamos toda la noche? — ríe Joaquín, besando suavemente los belfos de su novio. — Vamos a dar ese exámen por perdido, que repruebe un exámen no me afecta en casi nada, Hyung. 

El mayor hace un pequeño puchero.

— Perdiste tu exámen por mi culpa... Y-Yo soy un egoísta, no de-debí hacer esa apuesta un domingo, joder. Joaquín, ya dilo, soy un mal novio. — apoya su cabeza en el hombro del menor, quien lo mira indignado. 

— ¿Quién es el que siempre me soporta a mí y a mi pequeño cerebro que no capta nada en clase? 

— Ese no es el... 

— ¿Quién es el que siempre me trata de ayudar en mis cosas lo más que puede, aún si eso llega a arriesgar sus notas? 

— P-Pero... 

— ¿Quién es el que tuvo que soportar el hecho de que todo comenzó con un jodido reto? 

— Ese tema ya lo habíamos conversado, Joaquín. 

— Sí, entonces no me vengas con que eres un mal novio, porque ese puesto me lo llevo yo en primer lugar. 

Y el menor se marcha de allí, dejando que la herida en ambos corazones vuelva a abrirse.

Boyfriend #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora