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Emilio... Emi... Cariño... ¡ Emilio Osorio! 

— ¡Ah! ¡Ya desperté! — gritó y se sentó de golpe, ocasionando que se mareara un poco. 

— Lo siento, Hyung, no despertabas. — se disculpó Joaquín, dejando un beso en su cuello. — Et Hyung dice que nos duchemos, la cena estará lista pronto. 

El contrario asintió, caminando hasta las maletas para sacar ropa para ambos. 

Una vez elegida, colocó las prendas sobre la cama y fue al baño, el cual estaba dentro de la habitación, para poder llenar la bañera. 

Colocó burbujas, a su novio le gustaban las burbujas. 

— Ven, cielo. 

Ayudó al mencionado a quitarse su ropa, procurando no tocar su brazo lastimado.  Luego él se metió a la tina, junto a su novio. 

— Trata de no meter tu brazo al agua, la férula puede oxidarse, eso te haría daño. — explicó el azabache. 

Se dedicó a mojar el cabello de Bondoni para echarle el shampoo. Una vez hecho todo esto, dio leves masajes en su cabeza, sobando bien para esparcir más la crema. 

Luego tomó el jabón y lo pasó lentamente y con cuidado por el cuerpo de su tesoro. Tenía miedo de hacerle daño. 

Tomó una toalla pequeña y se secó las manos. 

— Cariño, de seguro te dolerá un poco pero debo hacer esto, ¿sí? — el pelirrojo asintió, y Emilio dejó un beso en sus labios. 

Le quitó la férula de poco a poco, la dejó fuera de la bañera y procedió a retirar la venda. 

Vio que el brazo de su pequeño estaba algo rojo. 

Con una mano libre, tomó un poco de agua y la esparció com cuidado sobre la muñeca de Joaquín, el cual soltó un pequeño quejido. 

— ¿Estás bien? ¿Te dolió? — preguntó Emilio preocupado. 

— Estoy bien, puedes seguir. 

Después de lavar su mano, comenzó a bañarse el mismo, haciéndolo un poco rápido porque no quería que el contrario se enfermara. 

Mientras Joaquín, estaba jugando con las burbujas, parecía un niño pequeño, muy adorable. 

Al haber acabado los dos, Osorio se puso la toalla y luego tomó otra para su pequeño. 

Lo ayudó a salir de la ducha y secó su cabello. Luego envolvió su cintura con la toalla. 

— Mailo Hyung, ¿sabes que yo podía hacerlo perfectamente, no? 

— Quiero hacerlo, por ti. Yo ocasioné que te cayeras, intento remediar mi error. 

Joquin rió, sabía que no podía tomarle la contraria a el Azabache. 

•★•

— Al parecer a alguien se le ocurrió ahorrar agua. — molesta Ethan cuando ve el cabello mojado de ambos chicos. 

— Oh por favor, cómo si tú y Cam Hyung no se ducharan juntos. — contraataca Emilio. 

— Llevamos nueve años juntos, ya es normal para nosotros. — se encoge de hombros. 

— Nosotros llevamos casi tres años, no veo la diferencia. 

— La diferencia es que ustedes son unos fetos. Y no vayas a ponerle un dedo encima a Joaco, no mientras estés en mi casa. 

— Sí, mami. — bufa. 

Todos en la mesa ríen. 

Tal vez ya extrañaban esos tiempos dónde estaban los cuatro juntos. 

— ¿Cuánto tiempo se quedarán? — pregunta Camilo, cortando un pedazo de carne. 

— Sólo el fin de semana, ¿no es así, Hyung? — mira a su novio. 

— Sí. — responde asintiendo. 

— Lamentamos no poder quedarnos más tiempo, Ethan Hyung. — dice Joaquin haciendo un puchero. 

— No se preocupen, sé que recién comienzan las clases. Además, los quiero ver graduados a ambos, eh. — advierte.  Entre bromas y anécdotas, todos acaban su comida. Pero la noche recién había comenzado. 

¿Pizza y cerveza? 

Pizza y cerveza. 

Sería una noche muy larga.

Boyfriend #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora