Boyfriend #1

03

Lo único que se escuchaba en aquél salón era... Silencio. 

Todos, miraban con la boca abierta a Emilio, sorprendidos por el argumento que usó... Y es que...  ¡¿Emilio Osorio tenía novia?! 

El azabache estaba seguro que sus admiradores eran capaces de hasta publicarlo en el periódico escolar.  Bueno, ya se sabía que tenía novia. Ahora solo faltaba saber quién era. 

Simple. 

•†• 

- ¿Cuál decías que era tu nombre? - le preguntó al pelirosa. 

- Dylan Park. Te lo repetí unas 3 veces. - rió. 

Ahora estaban en la hora de receso. El mayor le hacía compañía al pelirrojo, a petición de Emilio. 

- Claro, yo soy... 

- Joaquín Bondoni. - interrumpió. - Lo sé. Eres el chico que besó a Emilio Osorio ayer. 

- ¿Por qué todos me conocen así? 

- No lo sé. - se encogió de hombros.

- Oye, él es tu novio, ¿no? 

El menor asintió desconfiado. Había acordado con su novio en no decirle a nadie sobre lo suyo, pero él le había dicho a ese chico raro, así que... 

- Wao, tú no pierdes el tiempo, chico nuevo. Solo te digo, que no esperes mucho de Emilio, no suele sonreír, tampoco es muy afectuoso y es un mujeriego. 

- ¿Mujeriego?

- Sí. Es probable que se haya acostado con la mitad de las chicas de éste instituto en los últimos dos años. 

Los últimos dos años... 

Llevaban casi tres años siendo pareja, entonces... ¿El mayor lo había engañado? 

Definitivamente el pelirosa no sabía nada sobre Emilio. Y Joaquín confiaba plenamente en Emilio. 

Un teléfono sonó, indicando la llegada de un mensaje. 

Bondoni sacó su celular y abrió Whatsapp. 

Mailo Hyung ❤
Amoooor :( ¿Nos podemos ver en el pasillo que está al frente del patio? :D 

Bebé 😘💕
Ahí voy, Hyung :3

Mailo Hyung ❤
Te espero, bebé 💕 

Sin escribir una respuesta, guardó su celular en el bolsillo de su pantalón y miró a Dylan. 

- Tengo que irme. ¿Nos vemos mañana? 

- Claro, adiós, Bondoni. 

- Adiós, Dylan. 

Dándose la vuelta, se dirigió al lugar acordado. 

Mientras caminaba, pudo ver como algunos estudiantes lo miraban y luego murmuraban cosas. 

A Joaquín siempre le importó lo que pensaran de él, por lo que no pudo evitar sentirse mal al pensar que decían cosas sobre él. 

Dobló el pasillo, el siguiente era donde había acordado encontrarse con Emilio.  Al instante, sin que él pudiera ver siquiera quién, alguien lo acorraló contra los casilleros y besó sus labios. 

Pero, ese no era el sabor de los labios de su novio. 

Con toda la fuerza que tenía, empujó a la persona que se había atrevido a tocar sus labios, ¡solo Emilio podía besarlo! 

- ¡Pero qué mierda te pasa! - gritó el pelirrojo, limpiándose los labios con el borde de la manga de su chaqueta. Lo hizo repetidas veces, sintiendo asco al recordar esos labios chocar con los suyos. 

- Dale, solo uno. - esa persona volvió a acorralarlo. 

- No. Ahora déjame ir. 

- No hasta que me des un beso. 

Joaquín de repente sonrió divertido. 

- Estás tan jodido. - aseguró, para luego comenzar a reír. 

- ¿A qué...? 

- Park ChanYeol. 

- Emilio Osorio. 

Pronunció, olvidando por un momento que tenía acorralado al pelirrojo. Dándole toda su atención al azabache. 

- ¿Qué es lo que hacías, Park? - gruñó. 

- Llegaba a un acuerdo con esta preciosura. ¿Verdad querido? 

Bondoni frunció el ceño. 

- ChanYeol, ven aquí amigo. 

El pelinegro caminó hacia el más alto. 

- Ese es mío. - susurró en su oído. Y Park supo al instante a lo que se refería. 

Salió corriendo, sabiendo que si el azabache lo llegaba a atrapar, definitivamente estaba muerto. 

Emilio le siguió a la misma velocidad. Ambos llamaban la atención de muchas personas, las cuales les seguían curiosas. 

Para cuando Emilio logró alcanzar a ChanYeol, ambos ya estaban rodeados de varios estudiantes.  Entre ellos Bondoni sonreía triunfante. 

- Emilio, podemos llegar a un acuerdo amigo. - elevó ambas manos, mostrando paz. 

- Llegué a un acuerdo con tu madre anoche. - soltó, tirando el primer golpe.  Sip, definitivamente estaba muerto. 

•†• 

ChanYeol y Emilio yacían saliendo del instituto, ambos con un papel de citación en su mano. 

Park tomó su camino rumbo a su hogar.

Pero Osorio decidió esperar a su novio.  Solo faltaban unos dos minutos para que tocara el timbre de la hora de salida. 

Mailo Hyung ❤
Te espero en la esquina de las hamburguesas, amor 😘 

Bebé 😘💕
Está bien, Mailo Hyung 😚❤

Nada podría separar a esos dos.