二十八

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Un gemido de dolor salió de los labios del rubio, quien ya tenía algunas lágrimas recorriendo sus mejillas

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Un gemido de dolor salió de los labios del rubio, quien ya tenía algunas lágrimas recorriendo sus mejillas.

— Lo siento, Jimin. — susurró Taehyung, deteniéndose por un momento al sentir el temblor en el cuerpo del doncel. — S-si quieres, po-

— No. — dijo entre lágrimas. — continua por favor. — la firmeza en su voz era algo admirable, pues a pesar de que solo se tratara de agua, seguía ardiendo, especialmente porque las heridas aún se encontraban abiertas.

Taehyung suspiró hondo y lavando nuevamente el trozo de tela en las aguas del riachuelo continuó con su labor. Jimin se estremeció al sentir nuevamente la humedad rozar sus heridas, pero trató de ser fuerte y permanecer en silencio, a pesar de que sus lágrimas cayeran por sus mejillas sin descanso.

— C-creo ya está listo. — susurró no muy convencido de sus palabras, pues a pesar de querer ayudar a Jimin, también sentía algo de pena por estar haciéndolo sufrir de una manera muy dolorosa.

Jimin asintió, sintiendo posteriormente como la camisa, que Taehyung le había entregado el día anterior, era bajada por completo y cubría su espalda del frío de la mañana.

— Gracias. — susurró el doncel, sin tener muchas ganas de voltear y ver a Taehyung. Realmente no quería ver la expresión de tristeza del pelinegro, pues aunque el día anterior su encuentro tuvo un desenlace muy sorpresivo y alegre, eso no le quitaba el trágico inicio.

Taehyung no quiso presionar al doncel, como le había aconsejado JiHong, por lo que continuó lavando el trozo de tela, un tanto manchado de sangre, hasta que quedó medianamente limpio.

— J-Jimin... — lo llamó después de unos largos minutos, en donde se debatió mentalmente si hablar o no. No quería parecer inoportuno, pero realmente quería hablar sobre el tema con el doncel. — Y-yo... yo quería saber si el beso que nos dimos ayer significó algo para ti. — trató de sonar muy firme en sus palabras y de no ponerse nervioso, aunque muy en el fondo sí lo estuviera. Temía que el rubio le dijera que solo fue un impulso o en el peor de los casos que fingiera que jamás ocurrió algo entre ellos.

Jimin no se movió de la posición en la que se encontraba y en esta ocasión no fue porque no quisiera darle la cara a Taehyung, sino porque todo su rostro se calentó al recordar aquel suceso y la vergüenza lo embargó. Por un momento pensó que el pelinegro le reclamaría por el beso o que le diría que todo fue un error. Sin embargo, todos esos pensamientos negativos se fueron tan rápido como vinieron cuando Taehyung volvió a hablar.

— Porque para mí sí tuvieron mucho significado. Jimin, t-tú me gustas y mucho. — aunque Taehyung haya hablado en un tono muy bajito, eso no impidió que el doncel lo escuchara perfectamente.

Jimin realmente estaba sorprendido de oírlo y sobre todo, de sentir nuevamente como su corazón latía con fuerza.

— T-tal vez, solo confundí algunas cosas o posiblemente tú ni siquiera sientas lo mismo que yo siento y sentí al conocerte, pero... pero yo trataré de ganarme tu corazón, lo haré porque realmente me importas y estoy dispuesto a cualquier cosa con tal de tenerte a mi lado-

El chico de ricitos de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora