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El rey volvió al día siguiente, no fue algo que los padres de Jimin esperaran, pero sí que pensaban que ocurriría

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El rey volvió al día siguiente, no fue algo que los padres de Jimin esperaran, pero sí que pensaban que ocurriría.

— ¿Podremos verlo? — fue la pregunta de SeokJin, mientras veía como guardaban todas las prendas de su hijo en un baúl que habían traído los soldados del rey.

— Me gustaría decirles que sí... — comenzó a hablar el rey.— pero creo que por ahora lo mejor sería que no, tal vez dentro de un año sí y si él lo recibe bien, podríamos coordinar otras visitas.

SeokJin sollozó y Jimin, a pesar de ser un bebé, miró a su madre y se acercó a esta, dejando de lado a su nuevo amigo, para abrazarse a una de sus piernas.

— ¿Qué pasa, mami? — preguntó el niño. SeokJin se arrodilló y acarició el cabello rubio de su pequeño, para luego sonreírle, a pesar de estar llorando.

— No sucede nada, mi vida, solo que te extrañaré demasiado.

Jimin no entendía nada de lo que sucedía, pero sabía que cuando su mami lloraba era porque estaba triste o algo andaba muy mal, así que sin dudarlo lo abrazó y no quiso soltarse de él, a pesar de que su papi le dijo, poco después, de que tenía que acompañar a su nuevo amigo a su casa.

Taehyung tampoco entendía mucho todo lo que sucedía, solo sabía que vería más seguido a su amigo solcito, como lo había llamado el día anterior al ver por primera vez su cabellera.

Jimin comenzó a llorar al ser arrancado de los brazos de su madre y aunque quiso aferrarse a su otro padre, este solo buscó refugio en SeokJin y quiso evitar ver y escuchar a su hijo gritar, pues estaba seguro de que impediría que se lo llevaran.

Una de las mujeres, que también había llegado junto al rey y los soldados, tomó a Jimin y trató de calmarlo.

Taehyung veía expectante todo lo que sucedía y solo cuando fue tomado de la mano por su padre se distrajo y olvidó por completo al niño, que detrás de ellos, lloraba mientras era cargado por una mujer extraña.

Taehyung veía expectante todo lo que sucedía y solo cuando fue tomado de la mano por su padre se distrajo y olvidó por completo al niño, que detrás de ellos, lloraba mientras era cargado por una mujer extraña

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El chico de ricitos de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora