十二

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— ¿Amigos? — preguntó el rubio, mirando con algo de confusión el agarre que el contrario ejercía en su antebrazo

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— ¿Amigos? — preguntó el rubio, mirando con algo de confusión el agarre que el contrario ejercía en su antebrazo.

— Sí, p-podemos ser amigos... Y-yo quiero ser tu amigo. — aunque estuvo en peores situaciones en las que era válido estar nervioso, ahora mismo Taehyung no entendía por qué se sentía cohibido delante de aquel jovencito.

Jimin solo volvió a sonreír al escucharlo y alejándose de su tacto, negó.

— No creo que sea lo correcto.

— ¿Por qué? Yo no lo veo nada de incorrecto a ser amigos. — Taehyung no entendía la actitud del doncel, pues él no era un malhechor o una mala persona para merecer una negativa. Él lo único que quería era conocer al rubio y asegurarse de si realmente era su persona indicada.

— No es lo correcto, Taehyung, no insistas. — Jimin estaba al tanto de que no podía tener amigos, no solo por su posición, también porque Taehyung seguía siendo prácticamente un desconocido para él.

— Esa no es una respuesta razonable. — Taehyung siguió insistiendo, a pesar de que Jimin ya tenía intenciones de retirarse y evitar la incomodidad que iba causándole el pelinegro con su insistencia.

— Tengo que retirarme. — el pequeño rubio creyó que con aquello podría librarse fácilmente de Taehyung, pero en vez de eso solo logró que este se interpusiera en su camino, evitando que pudiera huir. — Déjame pasar, por favor. — Jimin trató de sonar firme, pero en vez de eso solo logró mostrarse un poco más indefenso.

— No lo haré hasta que me digas la verdadera razón por la que no quieres que seamos amigos.

Jimin miró al pelinegro y cuando trató de escapar, este se lo impidió, al igual que lo hizo las siguientes cinco veces que el doncel lo intentó.

— ¿Por qué quieres ser mi amigo? — preguntó un ya cansado Jimin.

— ¿Por qué no querría serlo? — Taehyung sonrió con total descaro al ver como se iba frunciendo el ceño del pequeño doncel, a quien al parecer no le había gustado su "respuesta".

— Esa no es una respuesta. — Jimin ignoró por completo la sonrisa llena de satisfacción del contrario y trató de zafarse de este nuevamente, pero todo fue en vano, pues Taehyung tenía buenos reflejos y logró detener al rubio sin problema alguno.

— Mi respuesta fue muy parecida a la tuya, ¿No lo crees? — el pelinegro mantuvo su descarada sonrisa y Jimin no pudo evitar detallarla, perdiéndose por un momento en aquella expresión.

— Taehyung, de verdad necesito irme. — nuevamente trató de mantenerse firme en sus palabras, pero el príncipe no le daba tregua.

— Jimin, no me hagas esto, solo quiero ser tu amigo, si quieres puedes ponerme a prueba. — el de cabellos azabaches no solo parecía suplicar, también parecía estar a punto de arrodillarse con tal de tener una respuesta afirmativa de parte del doncel. — No me coloques excusas sin sentido, solo acepta.

— ¿Cuál es la razón?... — Taehyung no entendió. — ¿Cuál es la razón por la que quieres ser amigo de un sirviente?

Y entonces el mundo del joven príncipe se removió, sus ilusiones se destruyeron y solo en ese momento se hizo a un lado, dejándole el camino libre a Jimin.

— Lo imaginé... — susurró él ojiverde, antes de dedicarle una última mirada al hombre que seguía viendo como un desconocido, a pesar de conocer su nombre, y finalmente seguir con su camino.

Mientras tanto la cabeza de Taehyung estaba hecha un lío, Jimin no podía ser un sirviente, el doncel poseía una belleza inigualable, propia de algún príncipe o alguien perteneciente a la nobleza. Incluso, llegó un punto en donde el joven príncipe quiso creer que todo era parte de una mentira creada por Jimin para alejarlo. Y si así era, vaya que lo había logrado.

— Príncipe, ya escuchó todo lo que ese joven tenía que decir. Por favor regresemos al palacio. — la voz de Jihong logró sacarlo por completo de sus pensamientos y regresarlo a la realidad, esa realidad en donde Jimin era un simple sirviente. — Regresemos joven príncipe. — insistió el consejero.

Taehyung asintió, siguiendo a su consejero en completo silencio y manteniéndose de esa manera durante todo el trayecto hacia el palacio.

Taehyung asintió, siguiendo a su consejero en completo silencio y manteniéndose de esa manera durante todo el trayecto hacia el palacio

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Pueden hacer presencia de sus corazones rotos en este espacio con un ;-;

El chico de ricitos de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora