十五

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— Joven príncipe, ya es hora de retirarnos

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— Joven príncipe, ya es hora de retirarnos. — solo las palabras de JiHong lo pusieron al tanto del tiempo que habían permanecido esperando a orillas del riachuelo.

Taehyung había salido nuevamente del palacio, acompañado de su fiel consejero y el guardia que se le fue asignado. El príncipe tenía altas expectativas para ese día, pues estaba seguro de que encontraría a Jimin en el riachuelo o cerca a este, y que podrían hablar de una manera más tranquila que la última vez, incluso había pensado en disculparse y dejarle en claro que no había nada de malo en que sea un sirviente. Sin embargo, al llegar solo encontró el ya conocido panorama desolador, que lo desanimó un poco, pero que no acabó con sus esperanzas.

— ¿Cuánto tiempo ha pasado? — se atrevió a preguntar el pelinegro, caminando junto a su consejero hacia el lugar en donde habían dejado a los caballos y al guardia que se les había asignado.

— El suficiente como para saber que él no vendrá, joven príncipe. — JiHong trató de sonar compresivo en todo momento y no desalentar a su príncipe en el proceso, pues ya era suficiente con ver el rostro algo desanimado de este para saber que no estaba feliz con los resultados de aquel día.

— Mañana volveremos. — fue lo único que dijo Taehyung antes de subirse a su caballo.

JiHong solo le sonrió y asintió, siguiendo a su príncipe una vez que montó a su caballo.

Al día siguiente obtuvo el mismo resultado: un panorama desolador y muy desalentador para cualquiera, pero no para Taehyung, quien solo se retiraba del riachuelo con muchas más ganas y ansias de regresar al día siguiente. JiHong creyó que se rendiría después de haber ido cinco días seguidos y no obtener algún buen resultado, pero no fue así.

— Presiento que hoy es el día, JiHong. — Taehyung se veía tan convencido aquel día, el sexto día que iba yendo, pero de lo único que estaba seguro su consejero es que no encontraría un resultado diferente al que estuvieron teniendo esos últimos cinco días.

— ¿Por qué lo dice joven príncipe? — Por más que estaba seguro de que nada diferente ocurriría ese día, JiHong trató de darle el beneficio de la duda.

— Lo presiento. — la sonrisa que en su rostro parecía reflejar la felicidad y seguridad del príncipe, por lo que el consejero se mantuvo callado durante todo lo que restó del camino.

Al llegar al riachuelo, obtuvieron la misma respuesta que antes: no había nadie ahí. JiHong pudo ver la expresión de derrota en el rostro de su príncipe, pero solo calló y se quedó alejado, prácticamente escondido entre los arbustos, como siempre lo hacía, mientras esperaba pacientemente junto a Taehyung.

Ese día tampoco lograron ver a Jimin.

Taehyung fue quien decidió partir de regreso al palacio y JiHong fue el único que pudo comprender al príncipe.

Al regresar al palacio lo primero que hizo Taehyung fue llevar a Poseidón al establo y darle de comer, luego solamente se retiró a su habitación y dio una orden clara: nadie podía interrumpirlo, ni siquiera para cenar

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Al regresar al palacio lo primero que hizo Taehyung fue llevar a Poseidón al establo y darle de comer, luego solamente se retiró a su habitación y dio una orden clara: nadie podía interrumpirlo, ni siquiera para cenar.

La servidumbre no le dio mucha importancia al asunto, pues la gran mayoría había visto el actuar del joven príncipe días antes y sabían que posiblemente se encontraba nuevamente indispuesto, tal y como esos días en los que solo se quedaba sentado en los jardines. Sin embargo, JiHong se quedó resguardando la puerta de su príncipe durante toda la tarde e incluso durante toda la noche, no por temor a que alguien fuera en contra de su orden, sino porque él sabía que Taehyung iba a necesitarlo en cualquier momento.

Apenas amaneció, JiHong ingresó a la habitación de Taehyung para despertarlo, este se negó a salir de la cama, a pesar de encontrarse muy despierto para esa hora.

— Necesitamos ir al riachuelo, joven príncipe y para eso necesita tomar desa-

— No iremos. — la voz ronca de Taehyung resonó por todo la habitación.

— ¿A qué se refiere, joven príncipe?

— Tú bien lo sabes, JiHong. Ya no iremos nunca más a ese riachuelo. — la voz del pelinegro sonaba tan firme y parecía que sí iba enserio, pero con tan solo ver sus ojos cualquiera se percataría de lo desanimado que se encontraba.

— No es momento de rendirse, joven príncipe, no ahora.

Taehyung negó.

— Ya no iremos nunca más y es-

— Qué le parece si solo vamos por el día de hoy y si no lo encontramos, simplemente desistimos con esa búsqueda.

Taehyung miró a su consejero, suspiró y finalmente asintió.

— Está bien, pero solo por hoy.

Y con aquellas palabras salió de la cama, tomó el desayuno en compañía de sus padres y partió.

El camino hacia el riachuelo fue muy silencioso, a pesar de que JiHong trató de hablarle al príncipe, quien parecía reacio a contestarle en ese momento.

Una vez que dejaron a los caballos al cuidado del guardia real y que este les aseguró que estaría esperándolos en el mismo lugar de siempre, ambos caminaron hasta llegar al riachuelo. Taehyung no tenía los mejores ánimos en ese preciso momento, mientras que JiHong solo esperaba que aquel jovencito se presentara aquel día, pues odiaba ver a su príncipe de esa manera.

Un sonoro suspiro salió de los labios de Taehyung una vez que se percató de que su consejero ya no se encontraba a su lado y con las pocas esperanzas que le quedaban rogó para que Jimin se presentara aquel día en el riachuelo. Sin embargo, unos sollozos lo alertaron y sin pensarlo mucho corrió hasta llegar a la orilla del riachuelo, encontrándose con quien más deseaba ver en ese preciso momento.

— Jimin... — susurró, llamando la atención del rubio, quien al levantar la mirada lo único que encontró fue a la persona que, sin pensarlo, más necesitaba en ese momento.

 — susurró, llamando la atención del rubio, quien al levantar la mirada lo único que encontró fue a la persona que, sin pensarlo, más necesitaba en ese momento

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El chico de ricitos de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora