-¿¡Estás seguro!? -preguntó Chaka con las pupilas encogidas.
-¡No está por ninguna parte! -respondió uno de sus soldados-. Lo buscamos por todos lados, en la sala del trono, el granero...¡el rey no está en el palacio!
-Es totalmente ridículo. ¿Acaso se escapó en mitad de la noche?
-¡Imposible! -intervino otro de sus hombres-. Nosotros vigilamos la cámara real toda la noche.
-No hay forma de que pudiera salir sin ser visto por los guardias -afirmó el primero.
-¿¡Entonces cómo pudo desaparecer!?
-¡No lo sabemos!
-¡Si es necesario, busquen por toda la ciudad! -ordenó Chaka inmediatamente.
-¡Si, señor! -exclamaron los guardias, y acto seguido, partieron de prisa en todas direcciones.
-Buscando personas Pell es mejor -pensó el comandante-. Pero ahora mismo está explorando en las afueras de la base enemiga. Si algo le ha ocurrido al rey Cobra...no podré seguir comandando las tropas. ¿Qué pudo haber pasado...y por qué?
-¡Comandante Chaka! -oyó de pronto.
Otro guardia se acercaba corriendo hacia él.
-¿Que sucede? ¿Encontraron al rey?
-Si...pero...Kohza partía desde la base de la armada rebelde en Katorea a toda velocidad en su caballo negro, ignorando completamente las advertencias de sus hombres.
Apretaba los dientes con fuerza, mientras la ira iba carcomiendo sus pensamientos.
A pesar de que su padre le había dicho en reiteradas veces que confíe en el rey, no podía hacerlo. Su padre creía que una vez que lloviera, toda la desconfianza de disiparía. Pero en más de un año no había llovido, y tuvo que ver con sus propios ojos cómo la ciudad de Erumalu se secaba, mientras debía soportar las miradas desesperanzadoras de su pueblo. Con gran pesar vivió la muerte de varios, ancianos y niños enfermos entre ellos, por la escasez de agua y alimentos.
Una vez había ido a ver al rey, pero la cosa no había salido muy bien.
Cobra le había negado la utilización del Dance Powder, ya que según decía, el polvo de lluvia llamaba a la desgracia, y lo alentó a esperarla por las causas naturales. Kohza se había quedado insatisfecho ante sus palabras, y le había gritado furioso. El rey le había respondido que no había cambiado nada después de tanto tiempo sin verlo, y él le había retrucado con seriedad: "He cambiado, ahora puedo pelear. Voy a venir aquí y le robaré toda la lluvia". Ese había sido su último encuentro con el rey de Arabasta, y ahora estaba a punto de tener otro, en cuestión de minutos.En el puerto de Nanohana, el rey Cobra -acompañado de varios guardias reales a sus espaldas- llamaba la atención de las personas que se congregaban a su alrededor entre balbuceos y expresiones de asombro.
Era la primera vez en mucho tiempo que el rey caminaba entre su gente, hechos que solo sucedían antes de las revueltas por la lluvia.
-He venido a ustedes con la intención de disculparme -anunció el rey en voz alta, para que todos y cada uno de los presentes lo escuche-. Yo soy el que les robó la lluvia.
Las personas comenzaron de inmediato a hablar atropelladamente entre ellas.
-Rey Cobra, ¿qué clase de broma es esta? -inquirió un vendedor.
-¿Su majestad?
-En fin, olvídense de la molesta controversia por el polvo de lluvia -dijo Cobra, y luego su rostro de ensombreció-. Voy a destruir Nanohana. ¡Aplasten la ciudad, quémenlo todo!
-¡Si, señor! -obedecieron sus hombres, y a ello se pusieron.
Las personas comenzaron a huir despavoridas entre gritos y llantos. Los guardias reales dispararon flechas de fuego sobre los toldos de las tiendas, rompían vigas de madera y mercancía, golpeaban a todo hombre que intentara pasarse de valiente. Disparaban al aire y amenazaban con sus alabardas, demostrando que el caos era su arma.
En medio de la destrucción ,Kappa -el niño limpia botas- encontró una brecha entre los guardias y el rey, y aprovechó para acercarse. Pero cuando estuvo frente a él, decidió enfrentarlo con palabras y no con el pesado martillo que sostenía en alto con ambas manos.
-¡Oiga, rey! ¡Los ciudadanos se están secando! ¿¡Por qué nos está robando toda la lluvia!?
Cobra miró al niño unos instantes con el rostro serio y despreocupado, y para espanto de los ciudadanos, luego le asestó una patada en la cara que lo obligó a estamparse de cabeza contra el suelo.
Una mujer se acercó a auxiliar al niño, que sangraba por la nariz, pero se reincorporó lentamente con mirada furiosa.
-¡Yo voy a vengar a todos! -aseguró Kappa-. ¡No me detendré!
La situación se vió interrumpida por un caballo negro que traía de jinete al líder de los rebeldes.
-¡Kohza! -exclamaron las personas, esperanzadas.
-¿Qué piensas que estas haciendo? -le preguntó directamente al rey.
-He venido a pedir disculpas -dijo Cobra, en tono irónico.
-¡Silencio! ¡Ya basta de insultos! -dijo Kohza, bajándose de la montura y acercándose al rey cara a cara.
-El único que secó al país con el polvo de lluvia fui yo.
-¡Te dije que te callaras, sucio pedazo de mierda!
Kohza quiso acercarse al rey para intentar hacerle todo el daño posible, pero dos guardias cruzaron alabardas para impedírselo.
-¿¡Tienes idea de cómo era la gente en esas aldeas donde murieron!? ¡Ellos no te odiaron ni despreciaron! ¡Ellos creyeron en tí hasta el momento de sus muertes! ¡"Esto no es culpa del rey", "El rey es una persona maravillosa"! ¡Si no les hubiera mentido diciendo que era inocente...! ¿¡Qué le habría pasado a sus sentimientos!?
Sin detenerse a pensarlo, uno de los guardias, apuntó con su rifle y disparó.
El cuerpo de Kohza cayó al suelo entre los gritos de la gente. Varios fueron a socorrerlo.
Otro guardia se acercó al rey con un reloj de bolsillo en la mano y le indicó algo al oído.
-Bueno, se nos acabó el tiempo -anunció Cobra. Y a continuación comenzaron a retirarse.
-Este país... -pensó Kohza, mientras se sujetaba el hombro y su mano se manchaba de sangre. Su vista se tornaba borrosa-. Todos querían escuchar esa respuesta...esa es la razón por la que nosotros luchamos. Yo también buscaba...sólo un pequeño trozo.
-¡Huyan! -gritó una afónica voz masculina-. ¡Un enorme barco se va a estrellar contra el puerto!
Y efectivamente varios segundos mas tarde sucedió. Un gigantesco galeón de tres velas avanzó destrozando por completo el muelle y se adentró en la ciudad, destruyendo casas, y pasando por arriba a varios civiles que no habían tenido la rapidez para escapar.
Una vez que el barco se detuvo, en medio de una gran humareda, Mr. 1 y Miss Doublefinger bajaron desde la proa de un salto.
En ella se podía apreciar una nueva apariencia. Ya no llevaba el cabello sujeto por el pañuelo, por lo que podía verse que era largo, rizado y de color azul oscuro. Vestía un top que describía un inusual patrón de tela de araña, desde su estómago hacia la parte superior del tronco, cubriendo así su pecho con un revelador bikini. Y caminaba describiendo exagerados giros de cintura.
-De todos nuestros planes -dijo ella-, este último es seguro el mas fácil.
-¿Acaso hemos tenido alguna tarea difícil? -respondió él.
-Debemos reunirnos con Mr. 2 en el otro extremo de la ciudad. Este será el final de Alubarna...
-Jeh...finalmente algo interesante...
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One Piece 2: Arabasta
ПриключенияLos Sombreros de Paja viajarán a Arabasta, la isla del desierto y el hogar de Nefertari Vivi. Encontrarán el país en medio de una revolución. Crocodile, el héroe del país, secretamente utilizó su organización criminal "Baroque Works" para destruir l...