Capítulo 22: Mr. Prince

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-¿Restaurante de mierda? -repitió Crocodile, confundido.
-Genial, tu recuerdas. Soy tan feliz -dijo la voz del otro lado del den den mushi.
Entonces Crocodile recordó que eso mismo le habían dicho cuando le habló a Mr. 3 en...¡Mr. 3! El agente le había dicho que nunca había usado su den den mushi en Little Garden. Pero ya tenía a los cuatro Sombreros de Paja encerrados en la jaula, Mr. 2 le había mostrado sus caras. ¿Había más de ellos?
-Oigan, ¿escucharon eso? -inquirió Luffy.
-"Restaurante de mierda" -reincidió Nami-. Eso suena bien.
El chico de goma estuvo a punto de gritar el nombre del cocinero para que lo escuchara, pero Usopp le tapó la boca antes de tiempo. Sanji y Chopper aún seguían afuera.
Miss All Sunday observaba la situación en silencio, un tanto curiosa.
-¿Quién diablos eres tú? -lo interrogó Crocodile.
-¿Yo? Yo soy...¡Mr. Prince! -dijo Sanji del otro lado.
-Ya veo, Mr. Prince. ¿Y donde estás?
-No te lo puedo decir. Si te lo digo, tu vendrías a matarme, ¿no? Bueno, tu puedes seguir o no siendo visto. Si yo te doy pequeñas pistas sería muy fácil...y yo no soy un idiota. Un idiota como tú, Mr. O.
Al shichibukai no le agradó nada lo que el extraño sujeto decía.
-¡Prince, sálvanos! -gritó Nami desde la celda-. ¡Hemos sido capturados, no nos queda mucho tiempo!
-Jajaja, conozco quien hizo esos sonidos -dijo Sanji-. Mi equipo...muy bien, ya lo se...
De pronto se escucharon unos forcejeos con unos insultos de parte de Prince, seguidos de unos disparos y luego de un inquietante silencio. Lo siguiente en oírse, segundos después, fue otra voz jadeante.
-Señor, ¿qué debemos hacer con este bicho raro?
Las palabras de Crocodile sonaron impacientes.
-¿Donde estás? Escúpelo.
-Estamos en la puerta frontal del casino señor, en Rainbase.
-Ese idiota... -murmuró Zoro.
Luffy y Usopp gritaban desesperados, mientras que Nami ya se había resignado y lloraba negando con la cabeza lentamente.
Smoker observaba silenciosamente.
-Bien, vamos a la puerta frontal -decidió Crocodile después de reir a carcajadas.
-¿Estás seguro? -inquirió Miss All Sunday-. Los Millions aún no saben quién es su jefe.
-No voy a ir como su jefe. Nosotros sólo nos hemos mostrado ante los agentes enumerados. No es nada extraño que Crocodile, el dueño del casino, llegue a las puertas frontales a ver qué sucede.
El bananadilo atacó nuevamente con sus fauces a la distraida princesa, que cayó rodando hacia un costado sin fuerzas.
-¡Vivi, abre tus ojos, viene el cocodrilo! -rugió Luffy.

-Se...Señor Crocodile -preguntó asombrado el director general, al verlo salir de la sala vip junto a su hermosa asistente-. ¿Ha oído las noticias de Nanohana?
El Shichibukai caminaba pacíficamente por la alfombra.
-Así es -respondió con falsa cortesía-. El ejército y los rebeldes se han encontrado en la ciudad.
-¡El país entero se ha levantado!
-No me extraña, nuestro rey es del tipo que mira para otro lado cuando los piratas atacan.
Ojos curiosos se concentraron en el dueño del casino al verlo caminar tranquilamente por la zona. Ojos que mas tarde, se convirtieron en voces que empezaron a vitorearlo y a demostrarle su apoyo.

Vivi se sentía impotente. Trataba de reincorporarse al escuchar el feroz rugido de la bestia que amenazaba con devorarla, mostrando sus filosos dientes. Sabía que no podía abandonar a sus camaradas y dejarlos morir así, en esa jaula; no después de que ellos le habían salvado la vida tantas veces.
Esquivó de un salto, las mandíbulas que fuertemente se cerraron en torno a ella, hasta pisar la cabeza de la criatura. Luego saltó nuevamente para aferrarse a lo alto de la gran escalera.
-¡Date prisa! -le gritó Nami.
Una ventana estalló en cientos de crisrales por la fuerza del agua, que comenzó a entrar a caudales dentro de la habitación.
Mas gritos de desesperación por parte de los encerrados.
-¡Esperen un poco, voy a ir por ayuda! -les prometió la princesa-. ¡No dejaré que nadie muera!

-¿Qué diablos...pasó aquí? -se preguntó Crocodile con ira contenida.
Los cuerpos ensangrentados de los Millions se encontraban desparramados al pié del puente del casino, junto a sus armas. Los ciudadanos se reunían alrededor observando la escena, cubriendo sus bocas y abriendo bien sus ojos, curiosos, preocupados.
Después de toser, uno de ellos consiguió emitir algunas palabras.
-Ese chico...el que se hace llamar Mr. Prince.
-¿No pudieron capturarlo? ¿En donde está?
-Se fue por la izquierda, hacia el sur...
Justo cuando miró hacia el final de la calle, una figura grande y encapuchada lo miraba fijamente. Si estaba intentando esconderse detrás de esa esquina, lo hacía terriblemente.
-Pedazo de mierda...¿piensas que puedes esconderte de mi?
-¿Por qué no dejas que se vaya? -se atrevió a preguntar Miss All Sunday.
-Cierra la boca. El mató a todos mis empleados, no seré humillado de esa manera.
Crocodile convirtió en arena todo su cuerpo de la cintura para abajo, y tan veloz como viento, se impulsó hacia el final de la calle.
Una ruidosa explosión ocurrió de repente unos metros detrás suyo, las personas en el interior del casino sintieron un fuerte temblor y lo confundieron con un terremoto. Hasta que salieron al exterior.
El puente que conectaba al casino con la ciudad, se hundía lentamente en el fondo del lago.
La princesa Vivi caminaba con el rostro oculto entre las filas de personas que exclamaban preocupadas por volver a la ciudad.
-Maldición, ya no podré salir -musitó.
-No es que tu no puedas salir -dijo una voz detrás suyo-. Es que Baroque Works ya no podrá entrar.
Vivi volteó a ver.
El hombre de espaldas jaló la palanca de una máquina tragamonedas hacia abajo y agregó:
-Todo sale acorde al plan.
-¡Sanji!
-Envié a Chopper a correr por la ciudad como un señuelo -dijo Sanji, después de darle una calada a su cigarro-. Será mejor que nos apuremos, la rebelión ya comenzó. Solo dime a donde ir, princesa.
Vivi quiso estallar de felicidad, pero no había tiempo para alegrarse, así que pronto echaron a correr hacia la sala vip. Aunque ella estaba un tanto alarmada por el reno.
-No te preocupes, Chopper estará bien -le aseguró.
-Pero, Sanji, ¿no te habían disparado?
-¿A mi? Obligué a uno de sus hombres a decir eso por el den den mushi. Luego le dije a Chopper que vaya por ahí diciendo que él era Mr. Prince, los Millions lo escucharon y lo enfrentaron, al final consiguió vencerlos a todos. Es muy fuerte, que no te engañe su pequeña apariencia.

One Piece 2: ArabastaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora