Capítulo 32: El Plan para escapar del Reino de Arena

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Hina, la "Jaula Negra", era una capitana de la Marina.
Eras una mujer alta y de buena figura, con el pelo largo y rosado el cual se le extendía hasta la espalda, lo que dejaba ciertos mechones peinados hacia adelante. Tenía los ojos castaños y usaba lápiz labial rojo. Llevaba un traje púrpura con una blusa blanca debajo y zapatos de color marrón oscuro. También un par de guantes del mismo color que sus zapatos.
En ese momento estaba fumando un cigarrillo, a bordo de un buque de la Marina, que navegaba al sur de Arabasta.
-Smoker, ¿que pasa con ésta lluvia? No me digas que has usado el polvo...
-Idiota -le respondió el otro capitán, que también fumaba-. Sé la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto. No voy a utilizar algo que está prohibido. ¿Por qué me metería en semejante lío?
-Lo siento, me equivoqué. Hablemos de otra cosa, ¿cómo terminaste en algo tan gordo?
-¡Preocúpate de tus propios asuntos!
-¿No crees que estás siendo un poco rudo? Usaste mi unidad de élite, sólo para buscar ese barco repleto de polvo de lluvia. Estoy molesta, Hina está muy molesta.
-Vamos, no digas eso, fue por un compañero de la Marina.
-Siempre tan igual... compadezco a Tashigi.
-Como sea, necesito que te lleves ese barco que crea lluvia artificial. Además, Tashigi traerá aquí a Crocodile, llévatelo también.
-Hey, ¿por qué te crees con el derecho de darme órdenes?
El cazador blanco arrojó una moneda al aire, y luego la atrapó, cubriéndola con su puño.
-Cara -eligió Hina.
-Perdiste -respondió Smoker, mostrando la moneda.
-Eres realmente egoísta. Hina está muy decepcionada. No has cambiado nada desde que nos unimos a la Marina.
-No necesito que me lo recuerdes.

Al mismo tiempo, al ver a los Sombreros de Paja inconscientes en plena calle, algunos soldados de la Marina quisieron llevárselos. Por lo que Tashigi tuvo que reprenderlos.
-¿Acaso van a desobedecerme? ¡No toquen a esas personas!
Y no muy lejos de allí, Vivi le sujetaba la mano a Kohza, quien estaba a punto de ser trasladado en una camilla.
-No mueras... tu padre te está esperando en Yuba.
-Vivi, ¿nunca dejas de preocuparte por los demás? No sé como estará Yuba, pero mi padre es demasiado obstinado para morir... y yo heredé esa obstinación. Cuando curen mis heridas, regresaré con él. No te preocupes, te mantendré informada.
Y a varios kilómetros de allí, bajo el mismo cielo lluvioso, el viejo Toto estaba sentado sobre la arena, mientras miraba hacia arriba y las gotas le caían en su rostro sonriente.
-Mira, Kohza, está lloviendo. Sólo fueron tres años... nada más que eso.
La gente de Alubarna, de Katorea, de Nanohana y de Rainbase. Todos festejaron felices la llegada de la lluvia, que siguió hasta pasada la noche. Un regalo de la naturaleza sobre la tierra seca y marchita.
Vivi se la quedó mirando toda la noche, sentada al lado de la ventana, mientras sus amigos roncaban en la misma habitación, dormidos plácidamente sobre cómodas camas.
-¿Aún está despierta, princesa? -una voz baja la sacó de sus pensamientos.
-Igaram... -le respondió ella con una sonrisa, al verlo en pijama-. Estoy bien. Deseo seguir mirando la lluvia por un rato más.
-Pell... el fue el soldado más orgulloso que he conocido.
-Si... realmente me hubiera gustado darle las gracias.

Al día siguiente, la lluvia ya se había detenido.
-Capitán Smoker, capitana Hina -saludó Tashigi.
Llegaba delante de sus hombres con su espada envainada en la mano. El barco de la Marina estaba anclado en el puerto Damariks, al oeste de Alubarna.
-Sargento Tashigi, gusto en verla -le respondió la Jaula negra, quien estaba debajo, supervisando.
-Lo siento, estoy un poco agotada, iré a descansar -le dijo, y paso de largo hasta llegar al pié de la escalera del barco-. Capitán Smoker, estoy de vuelta.
-Buen trabajo, Sargento -la felicitó el Cazador blanco, quien estaba fumando, sentado en la cima de la escalera-. Me enteré lo de los Sombreros de Paja.
-Lo... lo siento. No solo ayudé a esos piratas, sino que también los dejé escapar. Debería ser castigada por mis acciones.
-¿Por qué te disculpas? ¿Acaso no hiciste lo correcto?
-¡No! -exclamó tan fuerte, que obtuvo la atención de todos los marines-. Hice lo único que podía hacer. Sabía dónde estaba el enemigo, y solo pude decirlo. Sabía a qué hora dispararían el cañón, y solo pude ayudar. Esa no es la clase de justicia que conozco.
-Tashigi, algunas personas tienen tanto poder como yo, incluso más. Sin él, no podrían sobrevivir en este mar, se hundirían. Avanzar... o morir. ¿Hacia qué camino vas tú?
La sargento mayor subió las escaleras y pasó de largo a su capitán.
-Disculpe... voy a descansar un poco.
-Idiota -Smoker exhaló el humo-. Si vas a llorar por frustración, ¡intenta volverte más fuerte!
-¡Eso haré! -gritó ella con la voz quebrada.
-Con esa voluntad, todo te será mas fácil.
-¡Capitán Smoker, tiene una llamada del cuartel general! -intervino un marine.
El cazador descolgó el audífono, y una voz se escuchó desde el otro lado.
-Esta es una llamada de la base, ¿es usted el capitán Smoker?
-Lo soy...
-En recompensa por haber capturado a Crocodile, el gobierno quisiera premiarlos con medallas a usted y a la Sargento Mayor Tashigi.
-¿Recompensa? Espera... nosotros no derrotamos a Crocodile, ¿no se los dije?
-Tambien subirían de rango en la Marina, ya que...
-¡Suficiente! Se los dije, ¡fueron los Sombreros de Paja los que derrotaron a Crocodile y a su organización!
-Es inútil, Smoker -intervino Hina-. El gobierno ya tomó la decisión de ocultarlo. ¿Crees que van a dejar que se sepa que unos piratas salvaron a Arabasta?
La voz del otro lado siguió insistiendo.
-Entonces los invitamos a la ceremonia de premiación...
-¿¡Te estás burlando de mí!?
-¡Smoker, sólo acepta el premio! ¡Desobedecer a los superiores podría perjudicarte!
-¡Mi subordinada estaba llorando por no poder hacer nada! Oye, tengo un mensaje para esos vejestorios que están como oficiales...
-¿Si? -preguntó la voz.
-¡Smoker, no lo hagas!
-¡Dígales que se vayan al carajo!

One Piece 2: ArabastaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora