-Nabi...do va a modid vendad...¿vendad Vivi? -le preguntó Sanji, entre lágrimas y mocos.
Él, Usopp, Luffy y Carue se encontraban en la habitación de Nami. Ésta, estaba acostada en su cama descansando, tapada hasta el cuello con una frazada y con un paño húmedo en su frente. Su aspecto no había mejorado mucho. Vivi estaba arrodillada frente a la cama de la navegante, tomándole la temperatura.
Zoro se encontraba afuera, continuando sus ejercicios.
-Es probable...que fuera el mal clima -vaciló la princesa-, la única barrera que ningún marinero en Grand Line está seguro de atravesar. Aún el mas fiero pirata venido de cualquier otro mar podría morir ante una enfermedad. En estas condiciones, un descuido nos invitará a la muerte. ¿No hay nadie aquí que sepa algo sobre medicina?
Automáticamente, Luffy y Usopp respondieron señalando a Nami con sus índices.-Pero si come algo de carne, su enfermedad mejorará, ¿verdad Sanji? -supuso Luffy.
El cocinero secó sus lágrimas con su brazo y respondió desanimado:
-Bueno, en un principio pensé en hacer algo de comida para pacientes enfermos, pero...en última instancia eso está en el campo de la enfermería. Eso no quiere decir que la pueda curar. Además, en estos últimos viajes, he hecho la comida de Nami y de Vivi cien veces más cuidadosamente que la de ustedes. Les he dado la carne y las verduras mas frescas y me he asegurado de que eran perfectamente nutritivas. A ustedes les he dado lo mas malo.
-¡Oye! -chilló Usopp.
-¡Aún así estaba bueno, hahahahaha! -rió Luffy.
-Miren, como cocinero de este barco, puedo solucionar cualquier problema que tenga que ver con la alimentación, pero...hay varios tipos de enfermedades de nutrición, y no soy capaz de hacer diagnósticos para decir qué se necesita en cada situación.
-Entonces dale de comer todo -propuso Luffy.
-Una persona enferma no se va a poner mejor con eso -respondió Sanji.
-¡40 grados! ¡Su temperatura está subiendo otra vez! -exclamó Vivi, sacándole el termómetro de la boca a Nami.
-Habrá doctores cuando lleguemos a Arabasta, ¿verdad Vivi? -preguntó Usopp-. ¿Cuánto tiempo tardaremos en llegar?
-No lo sé, pero es posible que tardemos una semana.
-¿Es una enfermedad algo tan grave? -curoseó Luffy.
-No se, nunca tuve una -respondieron el cocinero y el francotirador al unísono.
-¡Claro que es grave! -estalló la princesa-. ¡No es normal que su temperatura sea de 40 grados! ¡Es una enfermedad que puede costarle la vida!
-¿¡QUÉ, NAMI SE VA A MORIR!? -gritó Luffy.
-¡Dabi, do buedas! -chilló Sanji, volviendo nuevamente al llanto.
Usopp se puso a gritar agarrando su cabeza, y Carue graznó corriendo por todo el lugar y agitando sus alas.
-¿¡Quieren hacer silencio!? -los regañó Vivi.
-¡Tenemos que buscar un doctor y salvar a Nami! -exclamó el capitán.
-¡Lo entiendo, pero cálmate por favor! ¡Vas a hacerle daño!
-No, no debes... -se escuchó de pronto.
Nami se reincorporó a duras penas en la cama, y el paño mojado resbaló de su frente y cayó en la frazada.
-¡Nami! -exclamó Vivi.
-¡Wooohooo, ya está bien! -se alegró Luffy.
-¡No, no lo está! -dijo Usopp, dándole un manotazo en la cabeza.
-Hay un periódico...en el cajón de mi escritorio... -masculló la navegante.
Vivi corrió a su escritorio a tomar el periódico, luego Nami le dijo que lo leyera; y en cuanto lo hizo, la princesa abrió los ojos como platos y el miedo recorrió su cuerpo hasta plasmarse en su rostro.
-¿Qué es eso? -le preguntó Luffy.
-¿Es algo de Arabasta, Vivi? La interrogó Sanji.
-Es imposible...¿¡300.000 soldados imperiales se han unido a los rebeldes!? En un principio eran 600.000 soldados y 400.000 rebeldes, podíamos contenerlos. Pero ahora, las tornas han cambiado en un instante.
-Ahora la rebelión en Arabasta irá a toda velocidad -concluyó Nami-. Ese periódico es de hace tres días...lo siento. Pero aunque te lo haya mostrado entonces, no podíamos ir mas deprisa, y no quería causarte ninguna preocupación. Por eso te lo escondí. ¿Lo entiendes Luffy?
-Me ha dado la impresión de ser algo muy grave -respondió éste.
-Bueno, lo has entendido mejor de lo que creía.
-Pero si no te encontramos un doctor pronto... -alertó Usopp.
Pero Nami lo interrumpió, levantándose de la cama.
-Estoy bien, ese termómetro está roto. Nadie podría sobrevivir con una temperatura de 40 grados, seguramente sea una insolación. Me pondré bien sin tener que ver a un doctor, así que vamos directo a Arabasta, como teníamos planeado. Gracias por preocuparse por mi.
Acto seguido, la chica subió las escaleras de su habitación y desapareció por la escotilla que conducía a la bodega.
-Vaya, ¿ya está bien...? -se preguntó Luffy.
-Se está haciendo la valiente -aseguró Usopp.
-A este paso, esto pronto se convertirá en una guerra civil que derramará sangre por todo el país -dijo Vivi, con la vista aún puesta en el periódico-. Si no la detengo, Arabasta pronto estará acabada...Crocodile se hará con el poder. Llegando sin incidentes no sería suficiente...si no llego a tiempo, 1 millón de personas en mi reino iniciarán una guerra sin sentido.
-¿¡Un millón de personas!? -se sorprendió Luffy.
-No puedo creer que Vivi soporte tanta responsabilidad -musitó Sanji.
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One Piece 2: Arabasta
AdventureLos Sombreros de Paja viajarán a Arabasta, la isla del desierto y el hogar de Nefertari Vivi. Encontrarán el país en medio de una revolución. Crocodile, el héroe del país, secretamente utilizó su organización criminal "Baroque Works" para destruir l...