Capítulo 33: La Aventura de Vivi

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Igaram había tenido una pesadilla dónde la princesa se había convertido en una pirata. Despertó muy agitado, y salió corriendo sin vestirse a la habitación de Vivi. Pero cuando llegó, se la encontró probando su vestido para el gran discurso, por lo que su esposa Terracotta lo echó de allí.
-¿No está demasiado apretado? -preguntó Vivi.
-¡Así tiene que ser para una princesa! -respondió Terracotta-. Ya llegó muchísima gente. Su intervención comenzará a las diez. Este discurso se ha retrasado dos años, se suponía que lo dirías a los catorce.
Vivi se sentó para que las doncellas comenzaran a hacerle el peinado.
-Pero yo... no tengo nada que decir.
-No tienes que decir nada, sólo necesitas demostrar cuánto has crecido.  Con eso será suficiente.
La doncella con el peine, intervino con una sonrisa.
-Escuché que su discurso de hoy será transmitido por den den mushis para toda Arabasta. ¡Estoy impaciente!
Afuera, en los pasillos, Igaram tenía una sería conversación con Chaka.
-Me informan que hay una batalla en el puerto -dijo el chacal-, llegados a este punto, ya no podemos involucrarnos más.

Mientras tanto, el Going Merry estaba siendo atacado.
-¡Abran fuego! -gritaron los marines.
-¡Maldición, sólo disparen! -rugió Luffy.
-¡Si esas lanzas terminan por romper el casco, nos hundiremos en un abrir y cerrar de ojos! -maldijo Sanji, viendo al Merry, que tenía varias lanzas negras incrustadas en la parte de adelante.
-¡Allí vienen otra vez! -gritó Mr. 2, quien estaba pegadito al Merry, en su barco de cisne, y con sus demás tripulantes.
Las lanzas negras volvieron a dispararse, y se incrustaron en el Merry nuevamente.
-¡Debemos pensar en algo! -chilló Nami.
-¡Ya no puedo tapar más hoyos! -rugió Chopper, con las maderas y el martillo en la mano.
-¡Proteger los lados no es efectivo! -dijo Zoro.
-¡Es injusto, son ocho contra dos! -dijo Mr. 2, quien veía como cuatro grupos de dos barcos de la Marina, los rodeaban desde los cuatro puntos cardinales.
Y de pronto, uno de esos barcos voló en pedazos, y el mástil cayó encima del barco que tenía al lado, haciéndolo pedazos también. En esos barcos iban Jango y Fullbody, quienes tuvieron que arrojarse al océano para no morir.
-¡Usopp, eres genial! -exclamó Luffy, al ver al francotirador, detrás de un cañón que echaba humo por la boca.
-Ah... ¡Así es, mis cálculos fueron correctos!
-¡Bien hecho, narizón, ahora podemos escapar por el sur! -lo felicitó Mr. 2.
-¡Señor Bon Clay, tenemos malas noticias!
-¿¡Qué pasa!?
-¡Es la jaula negra!
-¿Eso qué significa? -le preguntó Luffy al travesti.
-Es Hina, una capitana de la Marina. Será mejor que nos vayamos de aquí, ella es un verdadero problema.
Hina se acercaba desde el norte, a bordo de su buque, con otros dos barcos marinos que la acompañaban a los lados.
-Cuando nos acerquemos, aléjense para no estorbarme. Eso me molestaría.
-¡Si, señora!
-¿Qué están haciendo? Debemos irnos ya -se sorprendió Bon Clay-. Si vamos hacia el sur, tenemos una pequeña posibilidad.
-Si quieres huir vete, nosotros aún no podemos irnos -le dijo Luffy.
-¿¡Pero por qué!?
-¡Señor Bon Clay, tenemos que irnos!
-Tenemos una reunión a las doce, en la costa este -aclaró Nami.
-¡Eso es algo muy problemático! ¿Hay algún tesoro allí que valga la pena? ¿O simplemente van ahí a morir?
-Tenemos que ir a recoger a nuestra amiga -aseguró Luffy.
-Lo hacen... ¿por una amiga? -Mr. 2 quedó boquiabierto.

Millones de personas se congregaban al pié del palacio, allí donde la princesa daría su discurso en la cima de la muralla. Esperaban impacientes, pero el ambiente era alegre.
-Luces hermosa -le dijo Cobra a su hija-. Justo como la reina a tu edad.
-Si, es cierto -coincidió Igaram.
La princesa estaba con un hermoso vestido color blanco y rosa, unos tacones blancos, y diadema en su hermoso peinado era de oro y con rubíes. Los anillos, las pulseras, y los aretes, todo de oro también.
-Padre... Igaram. Por favor, siéntense. Tengo algo importante que decirles.

De mientras, Mr. 2 se dirigía hacia los hombres de su tripulación.
-Si nosotros escapamos ahora, si no somos capaces de darlo todo por un amigo... ¡no podremos descansar en paz!
Todos estaban en silencio en mitad del bombardeo.
-Sombreros de Paja, camaradas, escuchen atentamente lo que tengo que decir.
-Señorita Hina, los barcos han comenzado a dividirse -exclamó un marine con binoculares-. El que parece un pato se dirige hacia el sur.
-Debe ser un señuelo -supuso ella.
-¡No, Sombrero de Paja y su tripulación van en ese barco! ¡El Going Merry es el señuelo!
Hina dudó unos segundos, pero finalmente tomó una decisión.
-¡Síganlos a toda velocidad!
Así fue como minutos más tarde, el Merry consiguió escapar hacia el este. Y cuando la Marina atrapó el barco de cisne, Hina se dio cuenta de que había cometido un error.
Mr. 2 se había transformado en el rostro de Luffy, y se había puesto un sombrero cowboy, que estaba lejos de ser de paja. Sus camaradas también se habían vestido, simulado ser los Sombreros de Paja. Nami tenía bigotes, la nariz de Usopp era falsa, Zoro tenía tres palos en vez de katanas, Sanji estaba demasiado flaco, y Chopper tenía la piel blanca, y un sombrero rosado con alas de murciélago en los costados.
-¡Gahaha, los engañamos! -rió Bon Clay-. ¡Somos amigos de Luffy! ¡Puede ser que haya vivido erróneamente como un hombre, o erróneamente como una mujer, pero no viviré erróneamente como humano! ¡Caeremos juntos bajo el mismo cielo! ¡Haré algún día que florezca, el camino del travesti! ¡Ven a atacarme si te atreves!
-¡No estorbes! -vociferó Hina.
Y acto seguido, el bombardeo continuó. El cisne se convirtió bolas de fuego y humo negro, mientras que en el Merry, todos lloraban el sacrificio de su amigo.
-¡Nunca te olvidaremos! -chilló Luffy.
Tiempo después, Mr. 2 volvería a aparecer, combatiendo contra el frío, lobos hambrientos y poderosos marines. Pero esa es otra historia, y quizás deba ser contada más adelante.

One Piece 2: ArabastaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora