Capítulo 30: Espíritu Guardián

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-Para ti, esta será una forma piadosa de morir. Dentro de seis minutos, toda esta área desaparecerá. Disfruta del espectáculo.
Crocodile dejó caer el cuerpo de Luffy, que parecía una rama vieja, y luego se transformó en arena y se fue volando de allí. El sombrero de paja resbaló de la cabeza del chico de goma y desapareció entre la nube de polvo que era la batalla al pié de las murallas.
-Perdí otra vez -pensó, una vez que se desplomó en el suelo.
Si se podría dar una característica de Luffy, era su idiotez, pero ésta vez demostró ser muy inteligente para el combate.
Las burbujas que había disparado hacia arriba volvieron a caer, producto de la gravedad, y le dieron al chico de goma en todo el cuerpo, volviendo a hidratarlo.
-¡Pgha, pensé que estaba muerto! Ese maldito... creo que se fue por allí, ¡No te dejaré ir tan fácilmente!

Las tumbas de Arabasta era donde descansaban los antiguos miembros de la familia real. Estaban ubicadas en el lado oeste del palacio y era un lugar muy bien cuidado. El césped corto, las palmeras ubicadas al lado del pulcro camino de piedra que irradiaban vida, y los gruesos pilares que sostenían el arco de la entrada estaba dibujado con remotos jeroglíficos.
Cobra giró hacia el costado una de las estatuas de mármol de un gato marino, y una compuerta se abrió en el suelo; en el interior habían unas escaleras secretas que conducían hacia abajo.
-La verdadera historia está ahí debajo -señaló el rey-. Las personas normales no saben de su existencia.
-El mundo está lleno de secretos -dijo Nico Robin-. Incluso un rey como tú no puede saberlo todo.
-¿Eres capaz de entender la verdadera historia?
-Por supuesto. Por eso Crocodile hizo un trato conmigo. El no puede matarme -dijo la mujer, y acto seguido comenzaron a bajar ambos por las escaleras-. La culpa no es tuya. Ni siquiera sabías que habría alguien en el mundo capaz de descifrarla. Puede haber información acerca de Plutón en "la verdadera historia", ¿no te parece?
-No lo sé. El reino de Arabasta siempre se ha encargado de protegerla, es lo que hemos hecho durante generaciones.
-¿Protegerla? ¡No me hagas reír!
Cuando llegaron al último escalón, se encontraron con una cámara fría, oscura y silenciosa.
-Detrás de aquella puerta -anunció Cobra.

Mientras tanto, la tripulación de los Sombreros de Paja, corrían divididos por toda la ciudad en mitad de la batalla.
Usopp hacía una excelente imitación de Crocodile simulando un gancho con su dedo índice, pero Zoro lo golpeó en la cabeza ante tanta estupidez.
-¿¡Que mierda estás haciendo!?
-¿¡Tú que crees!? ¡Estoy intentando ponerme en la piel de Crocodile para saber dónde escondió el cañón!
-¡Deja de hacer esas cosas, quedan sólo cinco minutos!
Por su parte, Nami corría al lado del reno de cuatro patas.
-Chopper, ¿haz olido algo?
-¡Imposible, lo único que huelo es pólvora!
-¡Intenta oler a algún tirador que esté apuntando hacia el palacio!
-¿¡Cómo se supone que haga eso!?
-¿A quién le importa? ¡Sólo inténtalo!
Sanji iba destrozando a patadas las paredes de las casas de la ciudad para abrirse paso entre ellas, y Vivi buscaba junto a Pell.

A Tashigi le temblaba el brazo cuando apuntó con su espada. Tenía lastimada una pierna, y su rostro estaba cubierto de sangre y magulladuras.
-Crocodile, ¿A dónde se fue? -le preguntó Sombrero de Paja, quien estaba delante suyo lleno de heridas, pero con la mirada decisoria.
"Los perros que huyen para lamer sus heridas no tienen derecho a hablar de justicia. Es una regla de este mar. Ahora, ¿por qué no vuelves a tu cuartel general a discutir un poco más sobre su dudosa justicia?". Era lo que Crocodile le había dicho hace unos instantes, después de haber recibido una paliza de Nico Robin.
-¡Dímelo! -gritó Sombrero de Paja.
Entonces Tashigi, a sabiendas de que más tarde se arrepentiría, bajó la espada y señaló con su dedo hacia la izquierda.

Nico Robin palpó suavemente la roca.
Al fin había encontrado el "Poneglyph". Se trataba de una piedra gigante en forma de cubo, de color azul oscuro y aspecto indestructible, que estaba posicionada en el centro de la gran sala. Unos extraños símbolos estaban tallados en una de las caras del cubo, allí donde la mujer tanteaba.

One Piece 2: ArabastaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora