Capítulo 31: Milagro

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La onda expansiva fue tan fuerte que tiró al suelo a piratas, soldados, rebeldes y marinos por igual. Incluso a muchos los despojó de sus armas o de sus ropas. Tomó a todos por sorpresa, pues se preguntaban qué había sucedido.
Sin embargo, eso no detuvo la batalla. Sino que al contrario, los alentó aún más. Volvieron a recoger sus espadas, sus lanzas, sus rifles, y volvieron a atacarse entre sí con más ira.
-Han perdido el control -observó Tashigi, pasmada-. ¿Por qué no se detienen?
Vivi gritaba con todas sus fuerzas desde lo alto de la torre, irracional, con la mirada extraviada.
-¡Paren, dejen de pelear! ¡Por favor a todos, detengan la pelea! ¡Por favor, deténganse! ¡Por favor, paren de pelear! ¡Por favor, paren de pelear!
Nami estalló en lágrimas al verla desde el pie de la torre, y se puso a gritarle y a darle empujones a sus camaradas.
-¿Qué hacen solo mirando? ¡Hay que detener esta pelea! ¡Apúrense, salven a todos los que puedan!
Mientras, la princesa seguía gritando.

Luffy gritaba también. Le enterró el puño en el estómago a Crocodile, luego le dio una patada en la cabeza, y posteriormente le volvió a encajar su puño en el rostro para azotarlo contra el suelo.
Ante la paliza, el Shichibukai se levantó una vez más, con la sangre chorreando en su cara.
-No se de donde vienes... -dijo, mientras sacaba una navaja del mango de su garfio-. Pero, ¿sabes quién soy yo?
-¡Me da igual quien seas! -el chico de goma esquivó el navajazo-. ¡Te superaré! -luego le tiró una patada alta, y su rival se elevó en lo alto, hasta quedar suspendido allí a unos centímetros del techo.
-¡Desaparecerás con este templo! ¡Tormenta de arena pesada!
Un remolino de arena chocó en el piso, junto a Luffy, lo que provocó una onda expansiva que acabó por derrumbar los pilares cercanos que sostenían la cámara del Poneglyph.
Al ver que su enemigo seguía suspendido en el aire, Luffy contraatacó. Se hinchó el estómago de aire, y luego giró varias vueltas sobre sí mismo, después soltó el aire y se impulsó hacia arriba a gran velocidad.
-¡Tormenta de goma! -exclamó, y comenzó a repartir cientos y cientos de puñetazos hacia arriba, a medida que iba subiendo.
Pero Crocodile no de quedó sin hacer nada.
-¡Espada indestructible de arena! -gritó, y varias espadas de arena formaron un abanico debajo suyo, que apuntaron hacia Luffy.
Los puños de goma golpearon la arena y la atravesaron por completo hasta llegar a su portador, quien terminó siendo acribillado a golpes. Pero no acabó allí. Atravesó el techo de la habitación subterránea, y salió del otro lado, en plena calle. Allí donde estaba sucediendo la batalla. Allí donde los Sombreros de Paja estaban intentando en vano detener a los soldados y a los rebeldes para que no peleen.
-¡Hey, miren allá! -señaló Sanji de pronto.
El cuerpo de Crocodile caía como una bolsa en el viento.
Pero el chico también cayó, y se desplomó en el piso de la cámara.
-¿Cómo es posible? -se asombró Cobra-. Esas son varias capas de rocas...
Vivi tuvo una mejor visión, desde la torre, y supo que Luffy había ganado.
-Ya no hay más enemigos... así que paren esta matanza. ¡Por favor, detengan esta pelea!
Quizás fue obra del destino, o quizás fue pura suerte. Quizás había alguna explicación lógica, científica, o quizás algún dios se apiadó de la princesa. Pero el caso es que en ese mismo momento, sucedió un milagro.
Kohza seguía tumbado en el piso cuando extendió la mano. Y recordó las palabras de su padre. "No dudes Kohza, volverá a llover". Y mientras las gotas caían en su guante, agregó:
-La guerra... ha terminado.
-La gente se detuvo... -pensó Tashigi, confusa-, ya no se oye el sonido de las armas.
-¡Por favor, todos, detengan ésta pelea! -gritó Vivi una vez más.
-La voz de Vivi, está siendo escuchada -dijo Nami.
Y mientras la lluvia desaparecía la tormenta de arena, todos comenzaron a ver hacia la torre del reloj.
-¡Princesa Vivi!
-¡No sabía que la princesa estaba aquí!
-¡Señor Crocodile!
-¿Por qué cayó aquí?
La voz de la princesa siguió siendo escuchada por todos.
-La lluvia que están presenciado, les aseguro que será habitual, ¡porque todas las pesadillas han terminado!
-Es mi deber darte las gracias -dijo el rey, solemne.
Luffy le concedió una de sus amplias sonrisas antes de responder.
-¡No necesita hacerlo!
Pero los rebeldes aún seguían dudosos y desconcertados.
-¡La pesadilla no ha terminado! -rugió uno-. ¡Vimos lo que hizo el rey en Nanohana!
-¡Kohza también fue atacado! -se le unió otro.
-¡Lo que hizo el ejército real no se perdona con una disculpa! -un tercero.
Pero otra voz se escuchó de pronto, desde lo alto de la muralla.
-¡Bajen sus armas, armada real!
Todos voltearon y vieron al comandante Chaka, con sus ropas empapadas de sangre, pero aún con vida.
Otra voz hizo presencia, allí en la calle.
-¡Ustedes también bajen sus armas, ejército rebelde!
-¡Igaram! -se sorprendió la princesa.
-¡Igaram, volviste a salvo! -exclamó Chaka.
-¡Ese es el tipo raro de Whiskey Peak! -observó Zoro.
-¿Cómo sigue con vida? -inquirió Sanji.
Igaram estaba allí de pie, sosteniendo un niño herido en sus brazos. Ese niño era Kappa.
-¿Puedes hablar, niño?
-Si...
-¡Ese es el niño que fue atacado por la armada! -señaló uno de los rebeldes.
-¡No, ellos no me atacaron! -dijo Kappa-. ¡Escúchenme todos, yo se lo que pasó! ¡La armada que nos atacó en Nanohana eran unos impostores! ¡El rey era falso, todo fue una trampa!
-¡Esta batalla fue planeada desde el principio! -intervino Kohza, lo que llamó la atención de todos.
-Explicaré todo lo relacionado con este incidente -anunció Igaram-. ¡Así que bajen sus armas!
Y rebeldes y soldados por igual, arrojaron sus armas al piso.
Y Vivi bajo por las escaleras internas de la torre, buscando a sus amigos, bajo la lluvia.
Pero los piratas del Sombrero de Paja, se dirigían hacia las tumbas de la ciudad.
-¿Aún no puedes caminar? -preguntó Zoro, mientras arrastraba por el piso a Usopp, sujetándolo del pie.
-Tengo una enfermedad en la que si me pongo de pié, podría morir.
-Miren, es él -señaló el cocinero.
El rey Cobra se dirigía a su encuentro, cargando a Luffy en su espalda.

El rey Cobra se dirigía a su encuentro, cargando a Luffy en su espalda

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-¿Quiénes son ustedes?
Sanji respondió.
-Eh... verá... ese chico que traes atrá, es nuestro capitán, gracias por traerlo.
-¿Ustedes son los piratas que trajeron a Vivi devuelta?
-¿Huh? ¿Quién es usted, señor?
Una voz detrás hizo su presencia.
-¡Chicos! ¡Papá!
-¡Vivi! -exclamaron Chopper y Nami al unísono.
-¿¡Usted es el padre de Vivi!? -se sorprendió Sanji.
-¿Usted es el rey? -preguntó el espadachín.
Cuando Cobra reposó el cuerpo durmiente de Luffy sobre el piso, se tomó unos minutos para explicarles todo lo que había sucedido.
-...pensé que moriría, pero éste chico me salvó. Aún después de pelear contra Crocodile, fue capaz de levantar a dos personas y llevarlas hasta la superficie. Tiene una fuerza increíble.
-¿Entonces no tenemos que preocuparnos por el veneno? -Usopp miraba con atención a su capitán.
-No, ya ha sido neutralizado. Aunque sus heridas deben ser tratadas.
-Vivi -Zoro se recostó al lado de su capitán-, deja de perder el tiempo con nosotros. Regresa a la plaza.
Ante la mirada confusa de la princesa, el francotirador le explicó.
-Finalmente detuviste la rebelión, si tu y el rey no aparecen ahora, no parecerá el final.
-¡Bien, vamos todos!
-Vivi, creo que no lo entiendes... -Sanji encendió un cigarro-. Nosotros somos piratas, no nos gusta involucrarnos en política.
-Tengo hambre -se quejó Chopper.
-¿Podemos ir al palacio? -inquirió la navegante-. Estoy muy cansada.

-Si, entiendo capitán Smoker -la sargento mayor colgó el den den mushi.
Los rebeldes estaban frente al inconsciente Crocodile, cuando Tashigi le ordenó a sus hombres que sigan el protocolo de seguridad y rodeen el cuerpo de éste.
-Hemos capturado un barco de Baroque Works, el cual tenía grandes cantidades de Dance Powder -anunció Tashigi en voz alta-. Señor Crocodile, presidente de la organización criminal "Baroque Works" y miembro de los Shichibukai, con el poder que me concede la Marina, un organismo del Gobierno Mundial, ¡declaro que has abusado de tu poder con el título que se te ha otorgado, por lo cual serás revocado de dicho título!
Entonces la Marina empezó a hacer su trabajo, apresando a los responsables, y encargándose de los heridos.
-Hemos hecho algo irreversible -dijo Kohza, quien miraba concentrado a un punto fijo con la cabeza gacha.
Sus compañeros estaban a su lado, pero no sabían qué decir. La princesa estaba también a su lado, pero tampoco encontraba palabras.
El que si encontró las palabras adecuadas, fue el rey de Arabasta, quien se acercó al líder de la rebelión, atrayendo la mirada atentas de todos a su alrededor.
-Desde luego que hemos lamentado todo esto desde el principio, es un sentimiento natural el arrepentimiento. Hemos perdido mucho, y nadie ha ganado nada.
-Su majestad... -susurraron los hombres.
-¡Pero éste es un paso adelante! -continuó el rey-. No importa quién haya sido el enemigo, siempre y cuando sepamos que ésta guerra ya acabó. Nadie puede borrar el pasado, por eso debemos superar rápidamente y sobrevivir, ¡así, todos juntos podremos reconstruir el reino de Arabasta!
Sus palabras hicieron que muchos estallaran en vítores. Muchos otros se agarraban las cabezas, y muchos más, lloraban.
Pero la conclusión era inevitable. La batalla que más tarde pasaría a la historia, una tragedia que quedaría en los corazones de las personas, finalmente había terminado.

One Piece 2: ArabastaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora