Conociendo a mi cuñado ✔️

5. Mi familia Salvavidas

Me despiertan los rayos del sol que se cuelan entre las cortinas. Consecuencia de mi maldita manía de domir sin bajar las persianas.

Giro mi cabeza y veo que Pablo sigue durmiendo. Principalmente lo deduzco por sus ronquidos.

¡¡Vaya joyita de marido que tengo!!

Como es pronto y tengo el día libre, me pongo unos vaqueros y una camiseta cómoda. Me voy a ver a mis sobrinos y a mi hermana. Ellos son mi salvavidas.

Es cierto que vivo muy cerca de mis suegros, pero mi hermana también vive solo a dos calles de aquí.

Llamo al timbre y me abre su marido.

Mi cuñado es el hombre más bueno y perfecto del mundo. La verdad es que mi hermana también lo es.
Los dos son maestros de instituto y han formado una familia envidiable.

–  Hola Miri. ¿Qué tal? ¿Días libres? –  me pregunta Aitor saludándome con dos besos.

–  Sip, tengo tres días libres–  le contesto pasando.

–  Tus sobrinos están en el salón, y tu hermana y yo estamos cambiando las sábanas de nuestra habitación–  me informa.

Lo primero que hago es ir a ver a mis dos monstruitos favoritos, Gorka y Aitor. Tienen 4 y 6 años, y son mi debilidad. Me los encuentro tirados en el suelo pintando los cuadernillos de Pokemon que les regalé la semana pasada.

–  Hola mis amores!!

–  IZEBA!! IZEBA!!!*1–  gritan levantándose los dos y regándome la cara con miles de besos y babas correspondientes.

Les hago cosquillas, les pregunto cómo les ha ido la semana en la escuela y hablo con ellos un rato.

– Seguid pintando, que voy a ir a ver a la amá.

Me asomo al cuarto de mi hermana que está acabando de hacer la cama.

–  HOLA!!–  la digo tirándome en medio de la cama y arrugándolo todo.

–  MIRI !!!–  me regaña mi hermana.

–  Ven, dame un abrazo y deja de protestar–  tiro de su brazo para que me abrace y hago que se caiga en la cama conmigo.

–  ¿Qué tal hermana loca? –  dice Melisa.

–  Bien, Mel. Hasta el martes no curro, así que guay–  la digo comiéndomela a besos.

Para mí mi hermana es el ser más especial de la tierra. A mis padres los quiero con locura, pero mi hermana es.... es lo MÁS.
Es buena, atenta, siempre da buenos consejos, aunque yo no siempre la haga caso. Es la mujer perfecta, de verdad. Como esposa, como madre, como hija, como profesora y como hermana. La adoro.

–  ¿Te quedas a comer hoy con nosotros? –  me propone.

–  No, tengo comida familiar con los Arnatxu–  pongo los ojos en blanco.

Sonríe al ver mi expresión.

–  Hoy conoceré a una nueva víctima de mi cuñada–  la informo.

–  ¿Nuevo novio? –  pregunta Melisa.

–  Si, parece ser que ha venido por sorpresa el chico italiano con el que se enrolló el verano pasado.

–  Pero ella no estuvo hace poco con otro chico? –  dice Mel algo confusa.

–  Si, se conoce que no se pensaría que lo del italiano tenía futuro. Ya sabes cómo es, habrá seguido diciéndole que le ha guardado fidelidad y que han seguido siendo novios todo este tiempo.