33. Salvatore Licata

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ADDRIANO

Antes de que mi padre abra la puerta de mi despacho, Miriam respira hondo y me mira con la emoción con la que mira una niña pequeña los regalos de Reyes aún sin abrir, gesto que me hace sonreír abiertamente.

Esta mujer me encanta.

– Addriano, ¿ya estás preparado?

Mi padre entra y arrugando el ceño ladea la cabeza al ver que estoy acompañado.

– Pasa, padre– pido a mi padre mientras nos acercamos a él– Ella es Miriam, mi novia.

Miriam me mira cómplice cuando me escucha decir esta última palabra y se acerca a saludar a mi padre.

– Miriam, él mi padre. Salvatore.

– Encantada de conocerle– dice ella a mi padre con su perfecto italiano.

– Igualmente. Pero Addriano me dijo que eras española – comenta mi padre extrañado por la confusión.

– Lo soy, pero se algo de italiano.

– ¿Algo? – pregunto sarcástico. –Sabe hablar italiano perfectamente.

Ella, algo tímida, agarra la mano que le ofrezco y entrelaza sus dedos a los míos y deja un beso fugaz en mis labios cuando mi padre se da la vuelta hacia la puerta. Estoy seguro que nunca me cansaré de ella porque solo con un beso enciende todas mis alarmas.

– Vamos a comer entonces– ordena con decisión mi padre sin mirar atrás.– ¿Pedimos un taxi?

– No, está Carlo abajo esperándonos.– le informo.

Con las manos entrelazadas a mí Bella, me acerco a la mesa de Paola para informarla que ya no volveré a la oficina por la tarde.

– Cualquier cosa importante, me llamas. ¿De acuerdo?

– Ok. – contesta ella sin mirarme.

Miriam me hace un gesto de sorpresa al ver la pasividad y la ignorancia supina que me muestra mi secretaria, pero no hace ningún comentario al respecto.

************
PAOLA

En cuanto las puertas del ascensor se cierran, camino decidida y me encierro en el despacho de Addriano.
Estoy enfadada, furiosa, no se qué cojones ha visto en esa mujer. Es una mujer de lo más normal, de hecho, a mi me parece hasta fea.

Sé muy bien lo que busco. Estoy prácticamente segura de que han follado aquí dentro y necesito confirmarlo. He estado muy atenta a los ruidos que salían de este despacho y ha pasado demasiado tiempo en el que no se escuchaban sus voces y eso obviamente solo puede significar que tenían sus bocas ocupadas.
A simple vista no parece que haya pasado nada. Todo está en su sitio, pero yo voy directa a la papelera.

– Lo sabía!!

Cuando veo las medias rotas en la papelera me sube el calor del odio de los pies a la cabeza. Noto como mi cara arde de furia.

– Bien que me decía a mí que jamás haríamos nada en su despacho, y ésta zorra la primera vez que lo pisa, lo hace....

- Y además ha sido en su mesa?!

Grito cuando al agacharme veo al contraluz la marca de un culo en el borde de la mesa.

– Qué asco!!! Vaya putón! ¡¡Pero qué tía más fresca!! – grito yo sola dentro del despacho– Pero qué poca vergüenza hay que tener para follar en el despacho de alguien a quien acabas de conocer!
Esta tipeja está claro a lo que va. Solo busca su dinero. Pero no voy a permitirlo, yo lo vi antes. Addriano es para mí y esto no va a quedar así.

Conociendo a mi cuñado ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora