De camino a su casa Addriano me va explicando por dónde pasamos y un poco la historia de cada lugar. Se nota que es un tío culto y eso a mí me encanta. Además, lo cuenta con mucho detalle, pero sin ser aburrido. Es más que obvio que le gusta mucho la historia, y otra cosa no, pero cada rincón de esta ciudad es historia.
A los cinco minutos de ir en coche vamos dejando la ciudad atrás y nos adentramos en una carretera comarcal.
– ¿Dónde me llevas?
– Te voy a secuestrar.– contesta divertido mirándome de reojo para no perder la carretera de vista.
– Mmmm, si eres tú el que lo hace, ya no será en contra de mi voluntad.
Sonríe y pone su mano en mi rodilla sin perder de vista la carretera. Miro el lugar donde su mano toca mi piel, ¿cómo es posible que despierte en mí el deseo de esta manera únicamente por el roce de su piel?
Como si me estuviese leyendo el pensamiento aprieta más su mano y un escalofrío me recorre de arriba a abajo. Miro como conduce concentrado en la carretera, pero sin soltar su mano, es como si le diese miedo soltarla y no poder volver a tocarme nunca más.Comienza a reducir la velocidad y entramos por un camino de arena, pero con el pavimento firme. Tan sólo debemos de estar como a 25 kilómetros del centro de Roma, sin embargo, no hay nada más alrededor, estamos en mitad del campo y únicamente hay un gran portalón cerrado ante nosotros.
– Qué susto, por un momento pensé que me ibas a llevar a un descampado. Te advierto que este coche no tiene pinta de ser cómodo para ponerse cariñoso.
Addriano ríe ante mi comentario mientras saca un pequeño mando que acciona pulsando un botón y provocando que las puertas comiencen a abrirse. Aunque ya es de noche, la luna llena y algunos focos estratégicamente colocados iluminan la fachada de esta impresionante casa.
Es una mansión, porque por las dimensiones que tiene no se le puede llamar casa, impresionante. Es de claro estilo mozárabe y las ventanas tienen forma de arco de herradura con un claro estilo islámico califal. Corona la casa una torre de estilo mudéjar que me aventuro a decir que debe tener unas vistas increíbles.
– Guau, vaya casita, ¿no?
– Era la casa de mis tatarabuelos, es la casa familiar desde siempre. Me he quedado yo con ella y la he rehabilitado.
– ¿Eres hijo único?
– Sí, ahora sí. – contesta Addriano con una mirada triste– Mi hermano falleció hace tres años.
– Oh, lo siento.
Me toca el muslo queriéndome decir que no me preocupe y mueve la cabeza en dirección a la casa – ¿Vamos?
Asiento abriendo la puerta del coche. Para acceder a la casa desde este lado donde ha dejado el coche Addriano, hay que subir unas enormes escaleras de piedra rodeando una preciosa fuente, que en este momento está apagada.
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Conociendo a mi cuñado ✔️
RomansaMiriam es una piloto de aviones comerciales que está "felizmente" casada con Pablo. Ainhoa, presenta en familia a su nuevo novio. ¿Será el italiano uno más de la larga lista de conquistas de su cuñada? Poco a poco veremos como Miriam va abriendo lo...