4. La cruda realidad

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Cuando llego a casa y giro la llave ya sé lo que me voy a encontrar, ya escucho los grititos de los dos.

Mi piso es grande, es un piso antiguo que rehabilitamos por completo. Techos altos, puertas hasta el techo, un gran pasillo y tres habitaciones, más el salón.

El salón lo tengo decorado con estilo industrial. Tiene una pared de ladrillo visto y los muebles son estanterías de hierro forjado. A mis suegros no les gusta nada, ella dice que parece que no tenemos dinero para poner la pared, que si los muebles parecen de un almacén o no sé qué tonterías más. El caso es que cuanto menos le gusta a ella, más me gusta a mí.

En una habitación tengo una especie de despacho y la otra habitación la usamos de sala de estar. Bueno, realmente yo no la uso para nada, porque casi ni entro.

Allí me los encuentro a los dos, disfrutando de lo lindo....

Me quedo apoyada en el marco de la puerta. Ambos siguen metidos de lleno en la partida de Call of Duty. Con los cascos ni si quiera se percatan de que estoy mirándolos.

El que está con mi marido es Asier, es su mejor amigo de toda la vida. Es un buen chico, pero lo único que saber hacer en la vida es venir a mi casa a gorronear y jugar a la consola con Pablo. Está soltero, aún vive con sus padres, y como vive cerca, está en mi casa más que en la suya.

Carraspeo fuerte para que noten mi presencia.

– ¿Oh, ya estás aquí? – dice Pablo alzando fugazmente la vista– Cinco minutos y acaba esta partida.

– Hola Miri– dice Asier sin mirarme.

– Madurad chicos. Madurad– digo yéndome a mi cuarto y metiéndome en mi baño para darme una ducha.

Cuando ya me estoy duchando pasa Pablo. Se sienta en la tapa del váter, y desde ahí me habla. Las paredes de mi ducha son de cristal, con lo cual me ve desnuda desde ahí. Pero por supuesto, él no hace ningún comentario sobre lo que ve, para él es como si estuviese viendo un mueble, y por supuesto tampoco se acerca a darme un beso.

– ¿Qué tal tu día? – me pregunta para mi sorpresa.

– Bien, he ido a Roma y....– me corta antes de que acabe, claramente era una pregunta a la que no esperaba respuesta.

– Oye, mañana tenemos que ir a comer donde mis padres.

– Guay– contesto dándome la vuelta para que no vea la cara de asco que me ha provocado esa invitación.

– ¡¡CORRE PABLO, YA EMPIEZA LA PARTIDA!!– Grita Asier desde la sala de estar.

– YA VOY! – Grita él levantándose apresurado.

– ¿Podéis dejar de chillar?! – les grito a los dos.

– Venga Miriam, no te enfades. Ahora vienes y te cuento más sobre lo de mañana– Dice Pablo saliendo a todo correr del baño y dejando la puerta abierta.

Así es mi vida.

Para hablar con mi marido tengo que esperar a las pausas entre partida y partida, y me siento como si estuviese concursando en Pasapalabra. Tengo que contestar y preguntar rápido antes de que se me acabe el tiempo.

¿Qué por qué no le digo nada?

Pues no será por falta de comunicación, porque hemos tenido miles de broncas por este tema. Ya le he dicho que tiene 30 años, y que...bueno, que entiendo que cada uno tienes sus hobbies, que yo paso mucho tiempo fuera de casa.... Pero lo único que le pido es que cuando yo llegue a casa no esté con su amigote jugando a la play, porque me ignora vilmente. Pero nada, es como hablar con un sordo dado la vuelta.

Además como hoy es viernes, pues se quedarán hasta las tantas.

Después de ducharme con mucha mucha mucha tranquilidad, y echarme miles de cremas. Incluso las que no sé muy bien para qué son. Me pongo el pijama y salgo.

El pijama es de raso, color perla, con camisa de tirantes y short muy corto. Voy sin sujetador, quizá sea demasiado corto para tener invitados en casa, pero aunque fuera en pelotas esos dos frikis no se darían ni cuenta.

Me hago un sándwich y le doy un mordisco mientras me apoyo en el marco de la puerta y veo a los dos adolescentes que conviven conmigo. Por suerte para mí acaba de terminar una partida, aunque primero tienen que comentarla a través de los cascos, con sus otros amigos frikis que tampoco parecen tener vida. Pablo se levanta y viene hacia mí, pero de besos o cualquier signo de afecto, ni rastro. Yo creo que se acerca para que no escuchen sus amiguitos que tiene mujer.

– Pues eso, que mañana comemos en la casa de mis padres– continúa contándome– Resulta que ha venido el novio italiano de mi hermana a darle una sorpresa.

– Ya ves tú– interviene Asier– Tal y como son los italianos, está claro que la va a chulear.

– No te pongas celoso Asier. Algún día se dará cuenta que tú eres mejor partido para ella– le comento sarcásticamente mientras le saco la lengua.

– JA JA– responde él mirándome con cara de asco y volviendo a configurar sus armas.

– Venga no empecéis– resopla Pablo al escucharnos.

Asier y yo tenemos ese tipo de relación. Me paso el día metiéndome con él, y él conmigo. Pero en el fondo nos tenemos algo de aprecio. El amigo de mi marido lleva toda la vida enamorado de mi cuñada, pero ella siempre ha pasado de su culo. Cuando se ven lo calienta un poco, porque a ella le encanta tenerlo babeando detrás, pero después nada de nada.

– ¡Qué formalidad, por Dios! ¿Y ya se lo ha presentado a tus padres? – le pregunto

– Si lo mejor es que él se iba a ir a un hotel a dormir, pero Ainhoa ha insistido en que se quede en la casa de mis padres y así ya los conoce– Dice Pablo ya con su vista en el televisor.

– ¿Se queda a dormir donde tus padres? Buah, le doy 5 días para que coja un avión de vuelta a Italia– comento compadeciéndome del pobre chico.

– No seas mala– dice medio sonriendo Pablo– La verdad es que yo he estado esta tarde allí con ellos, y mis padres no estaban muy contentos. Ya sabes como son. Dicen que sin estar casados, él tiene que dormir en lo que antes era mi habitación y mi hermana les gritaba que eran unos antiguos. Menos mal que estábamos hablando en euskera y el italiano no se enteraba de nada.

– Pobre, no sabe dónde se ha metido – Comento entre dientes caminando hacia la cocina para fumarme un cigarro.

Después de revisar mis redes mientras me fumo el cigarro, me voy a mi habitación, me lavo los dientes y entre gritos de..."me han matado" ..." joder, ¡¡¡no te escondas campero!!!... consigo dormirme.

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¿Qué ideal el matrimonio de Miriam, ¿¿¿eh???

Espero que os hayan gustado estos dos capítulos de hoy. El lunes más!

En las historias destacadas de mi perfil de Instagram podéis ver imágenes de los personajes en los que me he inspirado. Instagram: noemarwriter

¡¡Os Ayloviu!!

¡¡Os Ayloviu!!

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Conociendo a mi cuñado ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora