Conociendo a mi cuñado ✔️

31. Sorpresa

Mi hermana me abre el portal sin sorprenderse porque he tenido el detalle de mandarla un mensaje avisándola que iba de camino a su casa. No creo que la extrañe que vaya a estas horas porque es habitual en mi pasarme por su casa sin haber quedado previamente. Pero lo que sí la extraña, y mucho, es verme con una maleta en su puerta.

– Pero ¿dónde vas?

– Ahora te cuento. – digo con una enorme sonrisa de oreja a oreja.

Mi hermana arruga la mirada, me analiza de lado y me sonríe contagiada por mi alegría.

– Tengo una sorpresa. Mira a quien me he encontrado por el camino. – estiro mi mano hacia el pasillo donde Addriano se estaba escondiendo y tirando de su mano lo sitúo frente a mi hermana.

La cara de mi hermana es un poema. Se le ha cambiado la expresión por completo. Abre la boca y los ojos formando perfectos círculos, me mira, le mira a él y por fin reacciona.

– Addriano?!!

Mi hermana me pide explicaciones con la mirada mientras se dan dos cariñosos besos.

– Pero bueno! Esto sí que no me lo esperaba. Pasad, pasad.

Melisa nos conduce al salón donde está Aitor.

– Hola Miri.

– Hola Aitor! Mira él es Addriano, es mi segundo cuñado favorito. – digo al marido de mi hermana mientras le saco la lengua al italiano.

– Addriano. Él es Aitor, el marido de Mel.

– Encantado, he oído hablar mucho de ti. – comenta Aitor mientras estrechan sus manos.

Un Addriano aparentemente sorprendido y sonriente añade:

– Espero que bien. Igualmente. Encantado de conocerte. ¿Los bambinos?

– Se acaban de ir a dormir, pero seguro que aún están despiertos. ¿Queréis verlos?

– Claro. – responde seguro.

– Addriano!!!– grita el pequeño Gorka sorprendido cuando ve aparecer al italiano por la puerta de su habitación.

– Anda, si aún se acuerdan de él. – impresionada me dirijo a mi hermana.

Después de saludar a mis sobrinos, aunque ellos claramente me ignoran ante la presencia de Addriano, mi hermana llama mi atención arrastrándome hacia el pasillo.

– ¿Me puedes explicar qué es esto? – susurrando me pregunta sin poder dejar de sonreír.

– Ya te contaré todo bien. Pero te hago un tráiler rápido. Me lo encontré ayer en la fiesta de mi aerolínea, me dijo que no me había olvidado, que me ha echado de menos, que me quiere mucho, bla bla bla, violines de fondo, todo muy romántico. Me pidió salir formalmente y ahora somos novios.

– ¿Qué dices?

– Te lo juro. Estoy super enchochada, Mel. Tu ya sabes que nunca me lo he llegado a quitar de la cabeza y esto está siendo un sueño para mí.

– Pero ¿estás segura de que va en serio?

Mi hermana como siempre tan prudente y protectora conmigo.

– Si, Melissa. Estoy segura de que va en serio, me quiere presentar ya a su familia en Nochebuena.

– Espera, espera, espera, ¿has dicho en Nochebuena?

– Sí, como tengo vacaciones y dice que esta vez no me dejará escapar – digo sonriendo y mirando el techo– me ha dicho que me vaya con él a pasar la Nochebuena; con su madre y con su abuela. ¿Te molesta que no cene con vosotros?