2. Un supuesto día cualquiera

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Volvemos de Roma.

Piloto un Boing 737 y a abordo llevo 162 pasajeros más la tripulación.

– ¿Estás preparada? – Me dice Luis, mi copiloto.

– Afirmativo– le digo agarrando el timón con mi mano izquierda y presionando algunos controles del frente.

– Ok, aviso a torre de control para que nos den pista de aterrizaje" – dice Luis.

– Vamos a por ello– le digo cogiendo la radio del avión para comunicarme con los pasajeros.

Damas y caballeros, en estos momentos volamos a 40.000 pies y nos acercamos a la ciudad de Bilbao. Por favor, abróchense los cinturones. En los próximos minutos comenzaremos con las maniobras de aterrizaje.

(Repito el mismo mensaje en italiano y en inglés, y desconecto la radio)

Los momentos antes de aterrizar siempre son especiales. Aunque lleves muchas horas de vuelo, en los momentos precios al aterrizar o al despegar, es imposible no sentir la tensión. Supongo que es como los cantantes, que dicen que siguen teniendo nervios antes de salir al escenario aunque lleve muchos años de carrera.

En mi caso es el respeto a ese momento en el que tantas vidas dependen de ti.

Gracias a los sistemas automáticos los pilotos comerciales, en un vuelo de hoy en día, no tenemos que hacer grandes hazañas, pero aun así, hay que conseguir que este pájaro de acero toque el suelo correctamente.

– Aterrizaje autorizado. Comprobando sistemas– me comunica Luis, tal como manda el protocolo.

Yo también comienzo a nombrar todos los sistemas que tienen que estar listos para el aterrizaje. Una vez los nombro y él me confirma que están correctos, comenzamos a descender. Me comunico con la base:
– Torre de control: Aquí Boeing 737 35467 Roma-Bilbao, comenzamos maniobra de aterrizaje en pista 3.

– Vamos Luis, llevemos este pajarito a su nido – le digo a mi compañero, que me mira por encima de sus gafas y asiente sonriendo.

– Vamos a por ello, Miri.

Comienzo la maniobra, saco puente de aterrizaje mientras me centro en la pista y poco a poco voy reduciendo la velocidad hasta que por fin las ruedas tocan pista.

Cojo la radio y me comunico con la torre de control:
Aquí Boeing 737 35467 Roma-Bilbao, aterrizaje con éxito. Nos dirigimos a dársena asignada.

Y después abro línea hacia la cabina de pasajeros:

Señores pasajeros, bienvenidos a Bilbao.
En la ciudad de Bilbao la temperatura es de 20 grados, espero que disfruten de esta bella ciudad y que hayan tenido un feliz vuelo.

Gentlemen passengers, welcome to Bilbao. In the city of Bilbao, the temperature is 20 degrees, I hope you enjoy this beautiful city and have had a happy flight.

– Signori passeggeri, benvenuti a Bilbao. Nella città di Bilbao la temperatura è di 20 gradi, spero che questa bellissima città vi piaccia e che abbiate fatto un volo felice.

Al pertenecer a una compañía italiana, aparte del inglés, también nos comunicamos con los pasajeros y la tripulación en italiano.

Por fin paro mi pajarito, y mientras Luis prepara con torre de control todo el enganche, yo desconecto los sistemas.

Una vez que todos los pasajeros han salido del avión, la puerta de nuestra cabina se abre y Diana y Gaby, los auxiliares de vuelo se asoman.

– Ya estamos en casa!!– dice Diana levantando los brazos de modo triunfal.

– ¿Os venís a tomar algo ahora? – pregunta Gaby.

Miro a Luis, que se ha quitado las gafas y cierra los ojos con fuerza y se toca el puente de la nariz. – Yo estoy cansado, pero una copita sí que tomo. ¿Vienes Miri?

– Pues me pasa igual, estoy cansada. Pero nunca se puede decir que no a una cerveza fresquita cuando no se está de servicio. ¡Come on!

– Claro que sí!! Nos vemos en el Boeing– dice Diana gritando con su locura habitual.

Cuando empecé hace dos años como piloto y aún tenía esperanzas en mi matrimonio, casi no me relacionaba con mis compañeros de trabajo. Pero poco a poco, viajando y conociendo gente nueva, he ido abriendo poco a poco los ojos.

La gente te cuenta su vida, sus inquietudes, sus planes. He ido a tal ciudad, he ido a tal restaurante, he salido a tal discoteca nueva que ahora está de moda...

Y yo sólo podía contar la película de Netflix que terminé de ver yo sola porque mi marido se quedó dormido en el sofá.

El caso es que hoy me apetece tomarme algo antes de encerrarme en el zulo durante los tres días que tengo libres.

Voy hacia la base de mi compañía para firmar los documentos de llegada. En el aeropuerto lógicamente normalmente veo a todo tipo de personas. Altos, bajos, flacos, gordos, guapos, feos, rapados, pelo largo, corto, teñido,

Muchas veces he llevado a modelos y actores famosos y no es raro cruzarte con ellos por los pasillos.

Pero hoy mientras camino tirando de mi maleta de mano por los pasillos del aeropuerto, mi vista repara en un chico impresionante, que llama especialmente mi atención.

Es alto, moreno, ojos oscuros, barba de dos días y lleva una camisa blanca con pantalón de traje gris. Camina de manera elegante y debajo de la camisa se adivinan un buen cuerpo trabajado. ¡Está cañón!

Vamos en direcciones opuestas y desde lejos coinciden nuestras miradas.

Todo transcurre como en las películas, como si caminásemos a cámara lenta.

Sus ojos recorren mi cuerpo de arriba a abajo, fijándose claramente en mi traje de piloto, e inmediatamente levanta las cejas y sonríe de lado, con una clara expresión de agrado.

Yo le miro también a los ojos y sin apartar la mirada de la suya. La verdad es que tiene algo que me atrae fuertemente y no puedo dejar de mirarlo.

Al pasar a mi lado se le forma una sonrisa sexy y yo hago una mueca también de simpatía.

Detrás de él viene una piloto de mí misma compañía aérea, y me paro a saludarla. Disimuladamente miro de lado en su dirección y veo que se da la vuelta para mirarme de nuevo.

¡Madre mía, qué pena no ser soltera!

Unos años antes ni siquiera me hubiese fijado en él, pero supongo que la crisis matrimonial que atravieso me está pasando factura.

Después de firmar y hablar en la sala de control, voy hacia el aparcamiento para recoger mi coche. Llamo al ascensor y al abrirse las puertas....

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La miré, ella me miró, tururututú turururutú. Me sonrío, la sonreí, tururututú turututu....

Espero que os estén enganchando estos primeros capítulos. Ya me iréis contando. ;)

Os espero en mi instagram con contenido adicional. Instagram: noemarwriter

Os Ayloviu!!!

Os Ayloviu!!!

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Conociendo a mi cuñado ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora