Conociendo a mi cuñado ✔️

10. Turismo por Bilbao

Un poco antes de salir, Asier viene a mi casa. Desde mi habitación no escucho muy bien su conversación, pero en resumen Pablo le viene a decir que nos vamos a ir con mis cuñados por la ciudad y él le dice que le avise por la noche cuando lleguen.

En serio que parecen novios. Son muy pesados.

Yo estoy terminando de ponerme las zapatillas porque sé que hoy será un día de mucho andar, y prefiero ir cómoda.

–  ¿Se puede saber qué es lo que te pasaba antes? ¿A qué venia ser tan desagradable conmigo?  –

Levanto la mirada hacia Pablo al escucharle recriminarme mi actitud y después de un largo suspiro contesto lo más correctamente posible.

–  Solo te pido que me consultes antes de decidir tú por los dos. ¿Y si yo tengo otros planes?

–  ¿Qué planes vas a tener?

– Eso digo yo, como nunca hacemos nada, qué planes iba a tener, verdad? – contesto con sarcasmo.

–  De todos modos, tampoco es tan grave como para ponerse así de borde  –  dice Pablo mientras abre el armario para escoger la ropa que ponerse.

–  Me has preguntado cómo me encontraba hoy? Te recuerdo que ayer me acosté porque me encontraba mal.–Contraataco

Él se queda callado, no sé si porque se da cuenta de su falta de atención hacia mí o para no seguir discutiendo.

– No, verdad, no me has preguntado nada- continúo- Así que no te hagas por encima la víctima y me quieras dejar a mí como la mala y la borde de la película – advierto enfadada.

– Pero Miri...

– Ni Mir ni nada. Mira Pablo, que no me apetece discutir. Vamos a disfrutar del día, haremos de buenos anfitriones con tu cuñado y pasamos un bonito día por Bilbao. Estoy cansada de todo esto ya. Muy cansada.

Cojo los pendientes y me encierro en el baño para pintarme algo.

–  ¡Me tengo que duchar, no te encierres ahí!  – escucho antes de empezar a pintarme.

Cojo mis pinturas y salgo cabreada sin decirle nada y me meto en el aseo para terminar de arreglarme.

Cuando bajo al portal y veo el outfit de mi cuñada no me lo puedo creer.

Va muy guapa, porque ella es guapa, pero lleva unas sandalias, que, aunque son de cuña, van a provocarle unos grandes dolores de pies al final de la jornada. No es la mejor indumentaria para hacer turismo.

Yo en cambio me he puesto unos vaqueros y una americana amarilla por darle un poco de color. Después de la discusión con Pablo, tampoco es que me saliese ser muy creativa.