Capítulo 29

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Narra Mimi

— Mimi. —  me llama Ricky desde detrás de escena del plató, estando apartado del grupo.

—¿Pasa algo?— pregunto al llegar a él.

—Sí, bueno no, no lo sé. — ríe — Sólo te quería decir una cosa antes de empezar la gala; Eres una persona increíble, una gran, gran amiga. Que pase lo que pase voy a estar contento. Tú te mereces estar aquí más que nadie por todo lo que trabajas y te esfuerzas cada día, por lo que te mereces que la gente te conozca y conozca todo tu talento. Y que te quiero un montón. — dice el mallorquín tomando mis manos.

—Joder, ya estoy llorando y ni hemos empezao. — digo aguantando las lágrimas para no arruinar el maquillaje justo antes de salir a la gala —  Yo también te quiero mogollón, Ricky, eres una persona increíble, que me sabe escuchar y entender a la perfección. Estoy segura que si no nos hubiéramos cruzado aquí lo hubiésemos hecho en otro en otro momento. — digo para luego lanzarme a sus brazos — Te quiero.

De eso si que estoy segura, nos hubiésemos encontrado en cualquier otro sitio porque estamos destinados a ser amigos, a ser los mamarrachos, pero ser juntos. De lo que no estoy segura es de lo que va a pasar dentro de dos horas, no sé cómo terminará la gala, si seguiré en la academia o no, pero sí sé que estás horas las disfrutaré al máximo.

— Venga chicos, id saliendo. —  nos llama un técnico, haciendo que rompamos el abrazos y nos preparemos para salir.

Subimos a la parte superior del plató, los chicos en una punta y las chicas en otra para así quedar separados por las escaleras, tal y cómo lo marcó Vicky en los ensayos. Suenan las primeras notas de La Revolución Sexual y salimos, recibiendo los gritos del público.

Al terminar de cantar Roberto nos indica que crucemos la pasarela, diciéndonos que estamos todos muy guapos y guapas mientras nos dirigimos al sofá.

—Ricky, Mimi. Mimi, Ricky — nos mira sentándose en la esquina del sofá.—¿Como estáis?

—Pues, ehm.. Ahora bien. — responde dubitativo mi amigo.

Bien, bien no estamos. Es que es muy difícil imaginar estar en la academia sin el otro.

—Debe ser muy difícil estar nominados entre vosotros, ¿no?— pregunta Roberto intercalando la mirada entre ambos.

—Sí, en realidad con todos lo es porque ya tenemos un lazo muy unido con todos, no queremos que se vaya nadie pero así es el juego. Pero sí, estar nominada con él es muy difícil porque, perdón eh, — lo último lo digo girándome en dirección a mis compañeros para  mirarlos — es mi mejor amigo aquí dentro. — termino de explicar mirando al presentador del programa.

Luego de esto Roberto dice la manera  en la que nos pueden votar, para luego mandar el vídeo resumen de mi semana para darme tiempo a llegar al escenario, dónde se puede ver la integridad que teníamos con Ricky  al principio de la semana, y cómo fue bajando a medida que está fue avanzando. Roberto interactúa un poco con el jurado para dar un poco más de tiempo a que todo esté listo para empezar la actuación, y luego de un minuto da el pie para que la música empiece a sonar y con eso, mi actuación.

Disfruto, disfruto porque estoy haciendo lo que más me gusta; cantar y bailar. Intento seguir todo lo que a lo largo de la semana me fueron marcando los profesores, pero verdaderamente no sé si lo estoy haciendo, me estoy dejando llevar, estoy disfrutando del escenario. Quién sabe quizás sea la última vez que lo pueda disfrutar, aunque espero que luego de haber pisado este pueda pisar muchos más con mis canciones.

— Vente conmigo Mimi. — dice Roberto, una vez terminó la actuación y la música del programa comienza  a sonar.

Al llegar a la altura del jurado miro hacia delante y veo a mi madre y mi tía junto a Roberto. Como una flecha voy corriendo hacia ellas.

Nunca Dejes de Cantar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora