Capítulo 35

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Narra Mimi

— Es que fue brutal.— dice Ana sobre el sofá blanco del plató, haciendo referencia a las firmas de ayer.

Fue increíble, fue increíble  la cantidad de gente que había sólo para que nosotros les firmemos un disco.

Toda esa gente estaba ahí por nosotros, algunos nos hablaban como si nos conociéramos de toda la vida, a otros ni siquiera le salía pronunciar su nombre. Muchos nos regalaban cosas y nos hablaban con muchísimos cariño y admiración.

Las  frases que más me dijeron fueron; "eres guapísima", "eres mi favorita"," te quiero", "llegarás a la final". También otras cosas que me mencionaron es que les encanta mi amistad con Ricky y Ana, y que hago muy buena paraja con Miriam. Sólo un par de chicas me dijeron que tengo una buena amistad con Miriam, el resto ya asumió que somos pareja.

— Pues a mi me ha pasado una cosa muy incómoda y graciosa en la firma.
— suelta Miriam desde el sofá de arriba.

— ¿Qué cosa?—  pregunto mirándola.

—¿No te lo he contado?— pregunta, ya que hemos hablado de la firma, pero en ningún momento me ha contado alguna anécdota incómoda.

—No, amor.— rio al verla rodar los ojos ante el mote.

—Pues que raro porque tiene que ver contigo.

—¿Conmigo?

—Sí, chica, contigo, lo acaba de decir.
— dice con gracia Agoney, que se encuentra sentado junto a Miriam a lo que yo imito el gesto de la gallega: ruedo los ojos.

—Bueno, pues resulta que viene una niña y me da el disco, lo raro es que me estaba mirando muy seria, cuando con Ana y Aitana estaba super contenta, pero tampoco le presto mucha atención y le empiezo a firmar el disco, no va la tía y me dice; "Mimi es mía"— cuenta, provocando la risa  de Agoney, Ana, Cepeda, Nerea, Raoul y yo, que somos los que nos encontramos en el sofá.

—¿Cómo? ¿En serio te dijo eso?— pregunta el canario sin creerselo.

—Sí, chica, lo acaba de decir.— imito lo que él mismo dijo hace apenas unos minutos recibiendo por su parte un fackyou.

—Sí, me dijo eso tal cual y con una cara de odio increíble.

—¿Y no le dijiste nada?— pregunta Ana, la cual se encuentra sentada a mi lado.

—No me dio tiempo, casi que me arranca el disco de la mano antes de irse. — se encoge de hombros la gallega.

—¿Y si te hubiera dado tiempo, qué le hubrieras dicho?—  pregunta, con visible picardía, Nerea.

—Pues yo que sé. — dice, para luego ponerse a pensar — Que Mimi no es de nadie, algo así. — responde a la pregunta de la catalana.

—Jo, me esperaba algo mejor. — dice decepcionada Nerea, provocando la risa de todos.

Mientras ellos siguen hablando de  cosas que le ocurrieron en la firma aprovecho para ponerme de pie y subir al otro sofá. Miriam, que ve mis intenciones, me sonríe y deja que me acerque a ella y me acomode a su costado, abrazándola por la cintura.

— Mira, ya han vuelto a ser dos lapas. — suelta Noemí señalandonos, tras llegar a los sofás juntos con Vicky.

— ¿En algún momento han dejado de serlo?— pregunta divertida la profesora.

— Esta  semana las he visto más distanciadas.— le comenta la directora de la academia a Vicky —Pero se ve que ya está todo bien, ¿no?— nos pregunta a nosotras directamente.

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