Nunca Dejes de Cantar

Capítulo 23

Narra Miriam

Después de ir a la grabación del disco de mi canción solista para la gala cuatro, decido aprovechar que en el sofá no hay nadie y tomar mí guitarra y sentarme a componer.

Me frustro al ver cómo nada me convence. Hay tantas cosas que decir, tantas cosas que contar, pero muy difícil de expresar en una canción. Y más cuando escuchas a gente cantando desde la sala y a Martí llamando a los gritos para la grabación.

Por eso decido cantar las canciones que se me vienen a la mente. Cuando termino de cantar una canción de Pablo López, escucho unos aplausos desde la punta del sofá que da a recepción. Giro mi cuerpo para ver de quién provienen esos aplausos. Mis ojos ven a un rostro con los ojos verdes, nariz fina, con labios gorditos, que forman una gran sonrisa y dejan ver sus hoyuelos, y con su cuerpo medio apoyado en el marco de la puerta.

Nada más cruzar miradas, ella se acerca a mí, con sus ojos intentos sobre mi, y se queda de pie frente mía.

- ¿Qué? - digo retadora elevando la barbilla.

- Que eres muy bonita y cantas muy bonito - suelta Mimi haciendo que me ruborice -Ay, qué se me pone colora' la niña- habla Mimi con su acento muy marcado, quitándome la guitarra de las manos y tomado mi cara con las suyas, para dejarme un beso en la mejilla.

-¿Cómo fue la grabación?-pregunto cuando me suelta y se sienta a mi lado.

Esta semana a Mimi le toca cantar Feeling Good, de Michael Bublé, con Raoul, cosa que le hace feliz porque tenía muchas ganas de cantar con el rubio, pero digamos que no es su mejor semana anímicamente.

Respecto a la semana anterior está peor nada parece querer mejorar.
Y esto tiene nombre: Ana. Todo sigue igual, no hablan, aunque Mimi lo haya intentado, y la situación la está sobrepasando.

Con Mimi no tuvimos otra opción que contarle a Raoul, Ricky y Agoney lo que pasó, ya que ellos nos preguntaron en varias ocasiones. Al enterarse se sorprendieron, cómo era de esperarse, e intentaron hablar del tema con Ana, pero ella lo evita y no lo quiere hablar, de hecho estuvo un día enfadada con ellos por "meterse en lo que no se tienen que meter e intentar ayudarla cuando no lo necesita".

-Muy bien -responde poniendo el codo en el respaldo del sofá, apoyando la cabeza en su mano para pasar a observarme - ¿Me cantas algo?- pide colocandome un mechón de pelo tras la oreja.

-¿Qué quieres que te cante?

- Lo que tú quiera', pero cantanteme. ¿Alguna vez te he dicho que tienes la voz más bonita que he escuchado? - dice con voz melosa sin sacarme la mirada de encima, poniendo muy nerviosa, haciendo que suelte una leve risa.

- No mientas - digo inclinandome sobre ella para coger la guitarra que dejó a su lado.

-No miento - afirma la granadina, mientras se acomoda en el sofá para escucharme cantar y verme tocar la guitarra.

Carraspeo un poco mientras  me acomodo y pienso que cantar. Me decido por "Vuelve" de Andrés Suárez, que era la que iba a tocar antes de la llegada de Mimi.

***

Me pongo a correr en la cinta de la sala, a una velocidad normal, mientras Mireya ensaya.

Pero en un momento, sin verlo venir, Mireya, Raoul y Agoney se colocan a mi alrededor. Agoney sentándose en la especie de banco que tengo a mi izquierda y Mireya y Raoul parados a mi derecha con micrófonos.

- ¿Miriam, usted cómo está?- me pregunta Mireya, haciendo que suelte una leve risa ante su tono de voz.

-Muy bien, aquí, bajando la cena - respondo mientras sigo corriendo.