6. ¿Confiar?

420 48 108
                                    

Harry

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Harry.

-¿Crees que debamos tener cuidado con ella? -preguntó Max.

-Sería lo mejor -respondió Dylan ante su duda-. Pero la chica no parece ser mala -encogió sus hombros-. Quizá dice la verdad, quién sabe.

Dylan había conocido a la muchacha hace dos días atrás y, había entablado una conversa amigable durante esas horas. Los había visto desde lejos, cuando había dejado el entrenamiento de lado para ir a comer algo. Él, parecía confiar, pero yo... pretendía mantener la distancia con Jane mientras tanto.

Max soltó un suspiro.

-¿Cuándo irán?

-El viernes quizá, no sabemos. La nieve está bastante jodida -hice una mueca.

Él miró por la ventana de nuestro cuarto y movió su cabeza con resignación. Dylan, en ese momento dio un giro hacia la puerta y la abrió mientras juntaba sus cejas mirándonos sobre su hombro.

-Mientras tanto, debemos prepararnos -dijo.

-¿Hemlich te ha dicho que vayas? -interrogué enarcando una ceja.

Negó.

-No es necesario que me lo diga. Sé lo que debo de hacer -abrió un poco más la puerta para atravesar el umbral antes de volver hablar-. Preparé el plan.

Crucé mis brazos sobre el pecho mirándolo.

-Soy el encargado de hacer esto. No es necesario que metas tus narices aquí Dylan.

Soltó una risa.

-Algo de ayuda no te vendrá mal.

Él se marchó en cuanto dijo eso, dejándonos solos. Podía sentir una vena casi sobresaliendo de mi cabeza por su maldita altanería. ¿De verdad no había una manera de dejarlo abandonado por algún lugar?

-¿Qué harás Harry?

Miré a Max.

-Iré al gimnasio. Necesito dejar de pensar un poco.

Tomé el abrigo y un gorro antes de salir. Caminé fuera del edificio, viendo como la nieve continuaba cayendo. Solté un resoplido aburrido, coloqué mi gorro y miré hacia el lado en donde se encontraban las otras estancias. Sin querer, mi vista cayó en Amy y Jane, quienes se encontraban conversando en una de las bancas, tal y como las había visto hace unos días atrás.

Traté de caminar con rapidez para que no me vieran, pero no lo logré. Pude escuchar como Amy gritaba mi nombre. Cerré los ojos y murmuré algo inaudible antes de girar sobre mis pies para observarla.

Ella agitaba su mano con entusiasmo y una sonrisa.

Alcé una de mis manos e hice el mismo gesto, pero al ver que ella tiraba del brazo de Jane para caminar hasta donde me encontraba, volví a maldecir mentalmente.

THE CODE [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora