34. Inevitable.

143 25 15
                                    

Harry. 

Puedo sentir su respiración agitada mientras la mantengo boca abajo, sosteniendo sus manos atadas, pero no parece resistirse cuando presiono con más fuerza sus muñecas. Ella deseaba esto, lo sabía desde hace mucho tiempo. Estábamos en un limbo desde que nos habíamos escapado juntos de la base.

—¿Qué pasa, Harry? —murmura—. ¿Tienes miedo?

Quiero responder, pero el radio nos saca de aquel momento íntimo, haciendo que reaccionemos de inmediato para escuchar a Dylan hablar después de mucho tiempo de incomunicación. Ahí está, vivo y aparentemente sin miedo de comunicarse por esta vez.

—Dylan, ¿qué demonios ha pasado contigo? —pregunto, tratando de contener la emoción en mi voz.

Jane ha escapado de mi agarre cuando tomo el radio para contestar y, en unos segundos, vuelvo a oír a Dylan hablando en códigos. Al parecer, no logra escucharme, pero eso no es impedimento para seguir feliz.

—Dylan, Dylan —repito su nombre, esperando que me escuche.

—Harry, ya te puedo oír —responde finalmente.

Suspiro aliviado.

—¿Por qué no te has comunicado antes?

Jane observa expectante la interacción. Está a mi lado, esperando con paciencia la respuesta de Dylan mientras de un pequeño salto se sienta en aquella mesa, en donde la había retenido con anterioridad.

—No podía. Necesitábamos esperar un tiempo —explica Dylan.

Tengo muchas preguntas y cosas que decir, pero no puedo hacerlas a través de aquel objeto. Necesito verlo en persona.

—¿Dónde están? —pregunta.

Estaba a punto de contestar, pero Jane me detiene con un gesto.

—No le digas aún, Harry. No sabemos si están con los demás... —me mira fijamente, a lo que yo respondo con el entrecejo fruncido—. Aún no es seguro. No tenemos idea de nada, no podemos arriesgarnos a que nos encuentren. Y sé que deseas ver a tu hermano, pero no aquí.

Tiene razón.

—Necesitamos hablar en persona, Dylan —digo finalmente por el radio.

—Max está aquí también —responde Dylan, aliviando un poco mi preocupación.

Eso era mucho mejor, teníamos más apoyo.

—Nos vemos en la ruta siete, Lake Lotawana —le digo a Dylan mientras recuerdo los lugares cercanos en los que habíamos estado con Jane—. Mañana durante la tarde.

—Bien, iré con Max —concluye Dylan, confirmando nuestro encuentro.

—Te quedarás con Ronan y su hija —le digo a Jane cuando la observo brevemente—. Iré solo al encuentro, no podemos arriesgarnos demasiado. Tampoco deseo que te fusilen antes de pisar el lugar. 

Puedo sentir la tensión en el aire mientras sostengo el radio en mis manos, Jane mirándome con una expresión fría y distante. Sé que está molesta porque no la dejo ir, pero también comprendo que es lo mejor para la situación en la que nos encontramos.

—Jane, entiendo que estás molesta —digo, tratando de mantener la calma—. Pero necesitamos hacer esto. Dylan y Max son nuestra mejor oportunidad para obtener información, para encontrar una salida de esta situación.

Ella me mira con desdén, sus ojos reflejando su irritación.

—Es la mejor opción —insisto—. No podemos arriesgarnos a exponernos a un ataque, y tú eres quien debe quedarse aquí con Ronan. Mantén los ojos abiertos y asegúrate de que estén seguros.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 24 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

THE CODE [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora