CUARENTA Y TRES

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TED


                  Estoy desesperado, no voy a firmar el puto divorcio, acabo de dejar tirados a mi mujer y a su abogado en el despacho, no entiendo que le pasa a Anna, le he dado tiempo, joder no estoy diciendo nada del gilipollas con el que sale, por qué no se da cuenta que la solución no es alejarse de mí.


Cojo un taxi dirección al hotel y entro en mi oficina no pasan ni cinco minutos y entra Anna dando un tremendo portazo que vibra toda la estructura de la puesta.


__ Qué coño te pasa, no puedes comportarte así y encima dejarnos tirados en la oficina con la palabra en la boca.


__ Quieres saber lo que me pasa, que ya está bien de permitirte que destroces nuestro matrimonio, no pienso firmar esos putos papales.


Nos estamos chillando como locos jamás habíamos discutido de esta manera, no sé el aspecto que yo pueda tener, los ojos le brillan, no para de hacer aspavientos con las manos y de moverse de un lado al otro.


__ Que yo destrozo nuestro matrimonio, serás cabronazo, el único que ha destrozado nuestro matrimonio has sido tú follándote todo lo que tenía faldas.


__ Yo no me he follado a todo lo que tenía faldas, sí, me he equivocado, pero ya has tenido tiempo de superarlo __ Joder por qué no lo entiende __ te he pedido perdón de totas la maneras posibles.


__ Vete a la mierda Ted


__ Me amas, me amas como no vas a hacerlo con nadie y te garantizo que yo siento lo mismo por ti, tenemos que volver a estar juntos joder, no ves que lo que te digo es lo correcto, tú y yo hemos nacido para estar juntos.


Anna me mira fijamente, noto como mi cara se humedece, estoy llorando y no puedo evitarlo


__ Firma los papeles, entre nosotros ya no hay nada, no voy a volver contigo.


__ Eso es lo que quieres, que firme los putos papeles __ con más rabia que inteligencia los firmo uno detrás de otro y cuando termino se los lanzo con fuerza pillando a mi mujer desprevenida golpeándola en el pecho y caen al suelo. Ella me mira con decepción mientras se agacha para recogerlos y se marcha sin más.


Qué coño he hecho, comienzo a golpear la mesa con fuerza una y otra vez hasta que no siento las manos, necesito una copa, sin pensarlo dos veces me dirijo al bar del hotel y le pido al camarero que me traiga una botella de wiski, me dirijo a una mesa para comenzar a beber, no paro de pensar qué coño hacer, no puedo perderla.


__ Me invitas a una copa__ levanto la vista y una mujer está enfrente de mi mirándome con una sonrisa en los labios mientras levanta su baso vacío__ No es bueno beber solo.


__Claro, sírvete tú misma__ ella se sienta a mi lado tan pegada que nuestros costados se rozan, se sirve un buen lingotazo y levanta su copa en señal de brindis. Yo hago lo mismo y me bebo mi baso entero sin respirar.

APRENDIENDO A AMAR DE NUEVODonde viven las historias. Descúbrelo ahora