El viaje ha sido rápido, nos hemos comportado de manera relajada, por primera vez hemos hablado y decidido juntos donde hospedarnos, y para mi sorpresa veo a Anna con un pequeño brillo en los ojos, hemos decidido ir a un hotel de la competencia e instalarnos en una suite de la última planta, he quedado con Alfred para cenar y que me informe de sus sospechas, por primera vez veo que mi mujer está relajada y no ha puesto ningún impedimento para asistir a la cena, cuando sale del baño arreglada no puedo evitar quedarme pasmado por lo que veo, mi chica, mi mujer, está despampanante, jamás la había visto vestir o ir de la forma de la que ha salido del baño, lleva el pelo recogido desordenado en lo alto de su cabeza y un vestido de tirantes blanco estrecho con un poco de vuelo en la parte de la falda que le llega por encima de la rodilla, siempre ha llevado tacones pero jamás unos tan altos como los que lleva puestos ni tan terriblemente excitantes, joder que pies más bonitos tiene, no me había dado cuenta lo delgada que se ha quedado y aunque la veo espectacular no dejo de pensar en todo lo que ha tenido que sufrir para haber perdido tanto peso, lo peor de todo es que no me había dado cuenta y ser consciente de mi falta de atención no me gusta.
_Estás preciosa_ Anna me sonríe mientras repasa sus labios con un labial rojo oscuro_ Nunca te había visto ese vestido.
_Lo compre la última vez que estuve aquí.
_Pues ha sido una decisión acertada, jamás te había visto tan bonita ni tan... _ me doy cuenta de lo que voy a decir he intento dar marcha atrás_ Bueno siempre estás muy guapa pero... solo quería decir que...
_No te preocupes sé que nunca me habías visto vestir así es una imagen muy distinta a la que estás acostumbrado.
_Si, eso es exactamente lo que quería decir, estás distinta, no te enfades pero parece que tienes veinticinco años_ no puedo evitar reírme_ van a pensar que soy un pervertidor de menores.
_No digas tonterías.
_Es cierto estás espectacular y pareces una chiquilla
_gracias_ mi mujer se ruboriza y yo me siento eufórico, es fantástico hacerla sentir preciosa, en que momento dejé de hacerlo, como no me pude dar cuenta que mi chica, la mujer que estaba a mi lado quizás ya no se sintiera tan guapa.
_Vamos nena_ extiendo la mano para agarrar la suya y entrelazar nuestros dedos pillándola desprevenida_ que hoy voy a presumir de mujer y de esposa_ tiro de ella dirección a la puerta y mi paso hace que tenga que dar saltitos para seguirme mientras con su mano libre agarra su pequeño bolso y un hermoso pañuelo gris para cubrir sus hombros, me siento como si estuviéramos en nuestra primera cita, ilusionado y feliz.
La cena ha sido fantástica, Alfred ha aparecido con su mujer Clara, al principio me he sentido incomodo porque aunque Anna nunca me ha dicho nada en contra de ella sé que no le cae muy bien, pero sorprendentemente se han llevado estupendamente, ni Alfred ni yo hemos tenido que llevar la conversación como en otros encuentros todo lo contrario parecía como si fueran amigas íntimas, incluso ha habido momentos en los que nos han dejado desplazados de la conversación,ignorándonos mientras hacían sus propios planes, lo cierto es que hacia tanto que no veía a mi mujer tan relajada y feliz que no me ha importado que no consultara conmigo y mucho menos que no me hiciera participe de sus futuras salidas, la verdad ahora que lo pienso más o menos es lo que hacíamos mi socio y yo antes de esta reunión y he tenido que darme cuenta porque ellas acaban de hacernos lo mismo con nosotros, empiezo a entender porque dejó de venir, cuánto tiempo puede una mujer estar sola antes de aburrirse, nunca sentí que la estaba abandonando, pensé que sabiendo que yo estaba allí era suficiente, la verdad es que cada día soy más consciente de lo egoísta que he sido con la vida de Anna, nunca entendí que ella pudiera sentirse sola o desatendida porque daba por hecho que con solo quererla era suficiente.
Esa misma noche estamos en la cama a oscuras el uno frente al otro mirándonos a la cara, la luz de la Luna permite que podamos mirarnos, no nos tocamos pero es fascinante, si llego a saber que marcharnos de casa nos relajaría hasta el extremo de poder estar juntos sin que ella se sintiera incomoda hubiera tomado la decisión de irnos hace por lo menos un par de meses.
_Me ha gustado verte bien con Clara.
_La otra vez que vine sola, ella estuvo conmigo y me ayudó
_Me alegro mucho saber que no estuviste sola.
_Yo también, ¿Sabías que Alfred tiene una amante?
Su pregunta me ha conmocionado, más que por que él tenga una amante es por donde puede acabar derivando la conversación.
_Si, lo que no sabía es que ella estuviera enterada.
_Clara lo sabe todo, cuantas veces la ha engañado, con que mujeres, donde tiene el apartamento para instalarlas.
_Estoy seguro que si Alfred supiera que ella lo sabe le daría un ataque.
_ ¿Por qué crees que lo hace?, ella es una mujer bellísima y cuando la conoces también puedes darte cuenta que es una persona estupenda.
_No lo sé cielo, los hombre somos a veces bastante estúpidos y no sabemos apreciar lo bueno que tenemos.
_ ¿de verdad me amas?
Su pregunta me descoloca y me entristece, veo tanta duda en su mirada es como una niña pequeña despertando a las maldades del mundo y por desgracia he sido yo el que ha roto su burbuja de inocencia.
_Mucho, muchísimo, aunque no lo creas soy incapaz de expresar con palabras todo el amor que siento por ti.
Deja de hablar pero sigue mirándome fijamente, tengo miedo de preguntarle si ella me sigue amando, porque en nuestras últimas conversaciones me ha dicho claramente que no, que ha dejado de hacerlo y no estoy dispuesto a volver a escuchar de sus labios que no me quiere. Levanto mi mano y aparto un mechón de pelo colocándoselo detrás de la oreja.
_ ¿Cuándo vas a volver a dejarte el pelo de tú color?
_No lo sé, creo que nunca._ su respuesta me entristece, tiene el pelo precioso, el sol de verano hace que desprenda fuego, pero cunado más bonito está es en las tardes de invierno, su color anaranjado sale en todo su esplendor pero sin la agresividad destellante que le da el sol de verano, soy consciente que no se lo ha teñido para castigarme, pero aun así me siento castigado, porque ella sabía mi debilidad por el color de su pelo.
_ ¿Nunca?_ la pregunta se escapa de los labios casi sin intención solo espero que no sea cierto.
_No lo sé, de momento prefiero seguir así, no me hacía sentirme cómoda.
_Comprendo.
_No Ted, no lo comprendes, es como si...
_sí que lo entiendo, necesitabas cambiar, ser distinta, no ser la mujer que fue engañada_ me mira con sorpresa en los ojos _ Anna puedo ser todo lo egoísta y egocéntrico que quieras, pero soy capaz de ponerme en tu piel, solo en la tuya y saber lo que sientes_ por primera vez desde que nos metemos en la cama Anna desconecta sus ojos de los míos y mira hacia la luna.
_Algún día sé que volveré a sentirme bien siendo yo misma, a querer ser yo otra vez_ vuelve a mirarme con intensidad_ ese día volveré a retomar mi color.
Aunque me muero por besarle y hacerle el amor, no nos tocamos, es difícil iniciar una intimidad entre nosotros porque resulta forzada, pero hoy por primera vez desde que todo este desastre comenzó siento que Anna ha dejado de odiarme.
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APRENDIENDO A AMAR DE NUEVO
RomansTras la infidelidad de Ted su matrimonio entra en crisis, para todos los implicados serán momento muy duros por los que tendrán que pasar y que les hará darse cuenta que se conocen bastante menos de lo que creían. Ted descubre que se puede amar much...