El viaje (veinticuatro)

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TED

Acabo de recibir una llamada de mi socio Alfred, necesita que vaya al Hotel con urgencia para organizar una auditoria interna sin que los empleados se enteren, cree que nos están robando.

Llevo más de una hora observando a Anna sentada en el balancín del porche mientras lee. Tengo que contarle que me tengo que marchar y no sé cómo decírselo o como se lo va a tomar, últimamente parece que nada le importe y no quiero perderla más de lo que ya la he perdido.

He llamado a Carl para contárselo y que me indique como abordar la situación, no soy capaz de afrontar ni dar ningún paso sobre cualquier tema que tenga que ver con Anna sin antes hablar con Carl, me siento perdido y acobardado después de nuestra conversación en el motel, todo se ha ido desmoronando a nuestro alrededor sin que pudiera hacer nada, lo único que tengo claro es que no puedo perderla y se me está escapando entre los dedos. Respiro hondo y me encamino hacia su dirección, he retrasado el momento todo lo que podía pero la situación me impide seguir haciéndolo, me tengo que ir y tengo que decírselo.

Me siento a su lado en el balancín sin tocarla y me mantengo callado intentado disfrutar de su cercanía, pero como siempre Anna no aguanta ni dos minutos y no tarda en levantarse para irse.

_Anna por favor no te vayas_ Anna se para y gira la cabeza para mirarme_Me tengo que ir

_ ¿A dónde?

_A Las Vegas, ha surgido un problema importante.

_Déjalo no tienes por qué explicarme nada.

_Pero es que quiero hacerlo.

_Pero yo no quiero escucharlo.

_Por favor cielo...

_No me llames así, no soy ni tu cielo ni tu cariño.

_Por favor, por favor no sigas _ Anna me mira con pena y se calla

_Lo siento... no puedo evitarlo_ nos mantenemos un instante callados_ ¿Cuánto tiempo?

_No lo sé, mínimo una semana seguramente dos

_Muy bien gracias por avisar

Veo que su intención es irse, y no puedo evitar sujetarla de la mano para pararla

_por qué no te vienes conmigo, estaría bien que cambiáramos un poco de aires.

_Antes no te importaba dejarme aquí.

_ Eso no es cierto Anna, siempre te he pedido que vinieras conmigo_ Noto como pone cara de culpabilidad. _ Prometo intentar reorganizarme mejor y pasar más tiempo juntos_ No sé como pero noto que se lo está pensando.

_ De acuerdo, cuándo tienes que salir.

_ En tres horas_ me pone cara de asombro y no puedo evitar sonreírle con picardía_ Donde está esa chica intrépida que solo necesitaba diez minutos para hacer una maleta cuando erramos jóvenes.

Anna sonríe por mi comentario y se encamina hacia la puerta, cuando llega a esta se gira y me dice

_No pienso hacer tu maleta, a ver que listo eres y cuanto tardas tú en hacerla.

No puedo evitar soltar una carcajada porque jamás me he hecho nunca la maleta de viaje.

_Está bien, lo tomaré como un reto.

Al final Anna acabó haciendo las maletas de los dos, no porque yo no estuviera dispuesto a hacer la mía, pero cada vez que metía una prenda en el hueco de ésta acababa echándome la bronca por como habida doblado una camisa o en el lugar en el que la ponía y al final diciéndome que era un inútil me empujó haciéndose cargo de ella, esta estupidez ha hecho que por primera vez desde hace meses nos comportemos con un poco de naturalidad entre nosotros.

APRENDIENDO A AMAR DE NUEVODonde viven las historias. Descúbrelo ahora