La impasividad de Anna (ocho)

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ANNA

Miro a través de mi ventana pero en realidad no veo nada y no siento nada, he estado una semana vagando por los Angeles esperando que el calor de sus playas me quitara la sensación de frio y vacío que se ha apoderado de mi cuerpo, no soy capaz de llorar ni de sentir, me recubre una nebulosa donde veo pasar mi vida sin sentir nada y este estado me reconforta, es bueno no sentir nada.

Ver a Ted ha sido difícil, me da miedo que quiera explicarse y enterarme de todo y al mismo tiempo tengo la necesidad de saber, conocer todo ¿desde cuándo me engaña, cuantas veces, donde?, no puedo evitar pensar si Rebecca será la última de una larga lista de infidelidades, me siento una estúpida he pasado de no desconfiar de nada a no fiarme ni de mi sombra.

Las semanas pasan lentas y rápidamente al mismo tiempo, dormimos en la misma cama pero sin tocarnos, mantenemos en apariencia una relación cordial pero distante, Ted intenta acercarse a mí pero no soporto su contacto me deja fría, quiere que hagamos terapia de pareja, dice que no quiere que nuestro matrimonio termine que me ama, que no sabe vivir sin mí que fue un error y yo solo pienso que si eso fuera verdad porque se acostó con ella.

APRENDIENDO A AMAR DE NUEVODonde viven las historias. Descúbrelo ahora