APRENDIENDO A AMAR DE NUEVO

El despertar de la ira (trece)

Nos levantamos para darnos la mano, Carl me mira con simpatía sabiendo que lo que me espera en casa no va a ser fácil, me dirijo a mi coche y conduzco rápidamente para llegar a casa, cuando entro escucho golpes y a Maria gritando y corro en dirección a su voz, cuando entro por la puerta la veo intentar sujetar a mi mujer que está rompiendo todo lo que está a su alcance, aparto a María he intento sujetar a Anna, cuando lo consigo la escucho respirar tan fuerte y tan rápido que parece que se está ahogando

_ Respira, respira_ me acerco a su oído y le hablo con la voz lo más calmada y suave de lo que soy capaz, no dejo de repetir la misma palabra una y otra vez hasta que la oigo decir.

_Te odio Ted, no sabes cómo te odio_ se me rompe el corazón solo de ver su estado, noto que está sin fuerzas y la levanto acurrucándola en mi pecho para llevarla a nuestra habitación la pongo encima de la cama y veo como sus ojos se cierran y se queda dormida, le quito los zapatos y bajo las persianas para que no le moleste la luz mientras duerme y me dirijo a la habitación de invitados, cuando llego allí María ya se ha ido, veo que solo los muebles podrán arreglarse lo ha roto todo, fotos, cortinas sabanas, el colchón, ha arrancado hasta el papel de las paredes y a golpeado y tirado los muebles intentando romperlos, me siento en el inservible colchón y me pongo a llorar como si fuera un niño. Al cabo de un rato me limpio las lágrimas y bajo a la cocina a ver cómo está María, la encuentro con los ojos rojos y sorbiendo por la nariz.

_ Sr Ted que le pasaba a la Sra Anna, ¿por qué estaba así?

_ Lo siento María, no sé cómo explicártelo, estamos pasando por una crisis y bueno cuando Anna se encuentre bien seguro que ella te lo cuenta_ siento tanta pena en ese momento que incluso María posa  una mano en mi hombro para consolarme.

_ No se preocupe Sr Ted seguro que al final todo sale bien

_ Ojala Dios te oiga María _ me marcho a mi despacho para llamar a uno de los operarios de mi finca, quiero vaciar la habitación de invitados antes de que Anna despierte y que no vuelva a ver nada que la dañe, Tengo que hablar con Ted antes de enfrentarme a la próxima conversación con Anna y a sus preguntas, sé que en algún momento me preguntará si me acosté con Rebecca en nuestra cama y tengo que enfrentarme a ello pero tengo que hacerlo del modo que menos daño nos haga a los dos necesito que Carl me ayude _ agarro el teléfono y le llamo

_ Hola soy Ted Harris necesito hablar con mi psicólogo Ted

_un momento ahora está libre le paso

_Hola Ted qué tal todo

_ Cuando llegué a casa Anna estaba destrozando la habitación de invitados y tuve que inmovilizarla

_ comprendo

_No Carl no comprendes, estaba enloquecida creí que le daría un ataque al corazón de como se encontraba

_ ¿Ahora dónde está?

_ durmiendo, no creo que se levante hasta mañana

_ Vale ha entrado en la fase de la ira, pásate hoy si puedes para que te recete unos ansiolíticos para que esta noche en la cena comience a tomarlos, no te preocupes son suaves y podrá gestionar esta fase con mayor facilidad y tú también.

_ Tengo miedo Carl, que pasará cuando me pregunte si me acosté con Rebecca en nuestra cama, lo hice sabes, por Dios me acosté con ella en nuestra cama_ comienzo a llorar_ joder en que momento perdí la cabeza de esta manera no entiendo como pude comportarme así_ empiezo a llorar sin control

_ No dejes que ella te pregunte Ted, díselo tú, anticípate a su curiosidad y elige el momento adecuado no esperéis a estar enfadados porque esos son los peores momentos para la sinceridad porque se utilizan mas para hacer daño que para contar la verdad y recuerda no tienes que contar todo con pelos y señales entrar en detalles solo sirven para hacerle más daño a Anna, se puede decir la verdad sin ahondar sobre ellos y aunque Anna ahora no lo crea ella tampoco quiere saberlos.

_Gracias Carld

_ No te preocupes y ven a por las recetas te las dejo en recepción

_ ok ya voy para allá

Hablar con Carl siempre me tranquiliza creo que contactar con él ha sido la mejor idea que he tenido y quizás con su ayuda y con un poco de suerte consigamos salir de esta juntos y no separados.