ANNA
La cena en la embajada está siendo muy divertida, hay gente de todo tipo, artistas, políticos, empresarios, pilotos de carreras hasta modelos, está resultando de lo más entretenida y vario pinta, me disculpo con el grupo con el que estoy hablando para ir a los aseos para refrescarme un poco, llevo tres copas bebidas y apenas he cenado, antes de entrar en el baño me tapan los ojos y me agarran de la cintura, Ted ha podido venir.
__ ¿Quién soy?_ Esa voz no es de mi marido pero se reconocer al instante a quien pertenece, y no entiendo porque me pongo nerviosa.
__No sé, no lo tengo claro, no me puedes dar alguna pista__ Su mano me sujeta más fuerte y noto como me acerca más a su cuerpo.
__ Me siento un poco ofendido, no sé si darte una pista no te la has ganado.
__ Uff pues cada vez estoy más despistada, no me suena conocer a alguien con tan mal carácter.
Escucho su sonrisa ronca junto a mi oído
__ Muy bien pero solo una pista, si no me reconoces tendrás que pagar una prenda
__ Sorpréndeme.
__ Cua, cua__ No me lo puedo creer ha hecho el sonido de un pato... es inevitable que me ría
__ Stefan eres un crio__ Me quita la mano de los ojos y me gira dándome un pequeño beso en los labios que me pone nerviosa, nunca antes he sido besada por nadie que no fuera Ted.
__A sido muy difícil localizarte, no he sido capaz de conseguir tu teléfono ni dónde estás alojada, perteneces a la CIA o a algún organismo secreto_ me encanta lo simpático que es.
__ Sí, soy agente secreto
__ ¿Por qué es tan difícil conseguir tu teléfono?
__ Quizás porque no lo tiene nadie, solo Clara, antes de esta última visita no me relacionaba mucho que digamos y hace poco que Clara y yo somos amigas
__ Pero vuestros maridos son socios desde hace mucho tiempo...
__ Si pero que una granjera y la reina del glamour tengan cosas en común es difícil y ha tenido que pasar tiempo para que nos diéramos cuenta que en el fondo no somos tan distintas.
Dejamos esa conversación que se está volviendo un poco incomoda y vamos al grupo donde esta Clara hablando, nos integramos con facilidad y pasamos la velada los tres juntos, disfruto muchísimo hablando con Stefan de su vida, de sus viajes,
__De verdad los Franceses son tan secos
__ Los franceses no los parisinos
__ Qué envidia me das, a parte de Las Vegas y un poco las playas de Miami apenas conozco nada, siempre había algo que hacer o surgía algún problema en las empresas o con el ganado que nos ha impedido viajar, me encantarían conocer Roma.
__ Y a mí me encantaría enseñártela, estoy seguro que contigo a mi lado sería como verla por primera vez.
__ ¡Ya son las doce¡ tengo que irme ya
__ Como cenicienta__ me da la risa
__ Un poco, mi marido seguro que me está esperando.
__ Me dejas invitarte a comer mañana, me gustaría mostrarte algo.
__ Me encantaría, se lo decimos a Clara y...
__ No, en esta ocasión solo tú y yo.
__ Sabes que estoy casada no creo que esté bien.
__ Como amigos no pretendo nada más.
__ Está bien.
Stefan me acompaña a coger un taxi.
__ Mañana te recojo en tu hotel te parece bien a las doce.
__ Perfecto, te estaré esperando.
Se acerca para darme un beso de despedida y vuelve a besar mis labios nuevamente, no soy capaz de mirarle a los ojos me incomoda que haga eso.
__ No vuelvas a besarme en los labios.
__ ¿Por qué?
__ Porque estoy casada y si mi marido besara a cualquier mujer como tú me estás besando a mí por muy inocente que sea estoy segura que no me gustaría.
Me mira a los ojo, noto como si sintiera admiración por lo que le acabo de decir en vez de estar enfadado.
__ Tiene usted Sra Harris la capacidad de sorprenderme muy gratamente.
__ Me alegra que sea capaz de ver mis virtudes que son muchas y variadas_ él se ríe.
__ Le puedo asegurar que no solo las aprecio también las disfruto.
En ese momento mi taxi llega y me subo dando la dirección de mi hotel, no dejo de pensar que este hombre tiene algo especial, entiendo perfectamente que las mujeres sientan atracción por él, tengo que tener cuidado porque es evidente que es irresistible.
Cuando entro en la suite, me doy cuenta que Ted todavía no ha llegado ya es la una de la madrugada y sigue trabajando, si no fuera por Clara y por Stefan hace ya días que me hubiera marchado a mi casa, aunque quiero estar con mi marido es imposible, cada vez que estamos en esta ciudad pasa lo mismo, es decepcionante saber que cualquier cosa es más importante para él que yo, a quien quiero engañar, qué trabajo puede ocupar más tarde de las diez de la noche y todos los días desde que estamos aquí, no puedo evitar preguntarme si Rebecca estará aquí, o pasará el tiempo con alguna otra mujer.
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APRENDIENDO A AMAR DE NUEVO
RomanceTras la infidelidad de Ted su matrimonio entra en crisis, para todos los implicados serán momento muy duros por los que tendrán que pasar y que les hará darse cuenta que se conocen bastante menos de lo que creían. Ted descubre que se puede amar much...